29 de septiembre de 2017

Ambiente y negocios buscan plasmar una agenda común

Académicos, ONG's, funcionarios y empresarios se están dando cita en Rosario en el marco de la bienal ambiental Siar 17.

"El cuidado del ambiente tal vez sea una moda, pero llegó para quedarse. Los gobiernos se interesan porque la gente se interesa, y las empresas también". Sin poesía pero con realismo, el ex ministro de Medio Ambiente de Chile, Pablo Badenier, sintetizó la idea que rondaba en torno a la bienal ambiental Siar 17: llegó la hora de que rentabilidad rime con sustentabilidad, y viceversa.

Bajo ese paradigma comenzó ayer en el Galpón de la Música el Salón Internacional del Ambiente Rosario (Siar), un encuentro organizado por la Cimpar (una comisión público-privada sobre sustentabilidad) donde académicos, funcionarios, empresas y organizaciones sociales pueden escucharse, aprender del otro y por supuesto hacer negocios en temas relacionados con la gestión de residuos, las energías renovables, los servicios ambientales y la construcción sustentable.

A la par de los discursos de rigor y los primeros paneles (anclados más que nada en experiencias urbanas de gestión de residuos), los stands que conforman la muestra —que durará hasta mañana— mostraban su oferta de productos o servicios, siempre en relación con una producción y un consumo más sustentable.

El tratamiento y disposición de la basura urbana —uno de los ejes principales del encuentro— casi que monopolizó la oferta de stands, donde empresas vinculadas al rubro ofrecían desde maquinarias de todo tipo para transportar, tratar, compactar y reciclar como servicios de recolección diferencial o disposición final específica (por ejemplo para residuos peligrosos, pilas, etcétera).

"Reciclar tiene que convertirse en un buen negocio. Todavía los rellenos sanitarios siguen siendo mucho más baratos que los sistemas de reciclaje, hay que trabajar en eso", señaló Badenier.

José Armando, del Cimpar, avanzó en el mismo sentido al destacar que en un rubro donde hace 20 años "no había nada", hoy se multiplican las empresas que ofrecen herramientas tecnológicas o de gestión para mejorar los procesos productivos bajo parámetros de sustentabilidad.

Más insumos

Las energías renovables, otro de los ejes de trabajo fuertes del evento, tuvieron su despliegue con firmas que mostraban sus desarrollos en tecnologías asociadas con la generación renovable, como la eólica y la solar.

 

Desde una empresa de calefones solares 100 por ciento santafesina explicaron que este año ya vendieron más de 300 equipos, una cifra récord en la corta vida de la empresa que se explica por la mayor conciencia ecológica de los ciudadanos y por los daños al bolsillo del tarifazo energético que entre Nación y Provincia implementaron en el último año y medio.

Las mayores ventas, la difusión de los beneficios de este tipo de generación y los avances en los programas de prosumidores (consumidores que también generan energía renovable domiciliaria) ayudaron a que los precios de los equipamientos se vuelvan cada vez más competitivos, una condición indispensable para que alguna vez puedan ser realmente masivos.

Además de máquinas y aparatos, también expusieron empresas que brindan servicios ambientales: es el caso de Almerix, una consultora que elabora la huella de carbono de organizaciones o eventos, para ofrecer tanto una idea de la energía consumida como un programa de compensación posterior.

Si bien empezaron a trabajar en 2013, en el último tiempo pudieron consolidarse en un mercado novísimo que por ahora trabaja con eventos (como la propia Siar, cuya huella será calculada) y empresas con planes de RSE (Responsabilidad Social Empresaria).

 También se hicieron presentes firmas constructoras que trabajan con métodos no tradicionales como la construcción en seco, una forma más rápida, que genera menos desechos y que genera un interesante ahorro energético en las viviendas gracias a sistemas de aislación muy eficientes.

 

Fuente: La Capital