8 de noviembre de 2017

Tres rosarinos abren un wine bar único en la ciudad con tapeo y slow food

Tienen experiencia en el rubro y ahora buscan impulsar esta tendencia. Cuenta con un exclusivo wine dispenser de 32 canillas.

Este nuevo emprendimiento de Federico Ferrarini, Mauro Meneses, yMatías Bértola se llama Varón Wine Bar y está ubicado en Dorrego 1182. Su cava, refrigerada las 24hs a 16°C, alberga un total de 2200 botellas, entre las que se cuentan entre 600 y 800 variantes de marcas distintas, un número superior al promedio de las vinotecas.

“Con Matías venimos trabajando desde hace ya algunos años en el rubro de las vinotecas y la fiambrería gourmet; Mauro por su parte tiene experiencia en el manejo de bares. Fusionando un poco las dos cosas e implementando varios proyectos que vimos en otras partes del mundo es que pensamos Varón Wine Bar”, indicó Federico a punto biz.

El lugar abrió sus puertas hace una semana y ya ofrece al público su doble servicio de tapeo y restaurant. El primero se basa en la tradicional salida de tapas, con un perfil más informal, y está pensado en formato after-office. El restaurant en cambio cuenta con variedades de platos de autor y comidas elaboradas de tipo gourmet. En ambos casos destaca la implementación de la cocina slow food, una tendencia europea basada en la cocción lenta de los alimentos, con platos que requieren hasta ocho horas de elaboración.

Para incrementar la experiencia de sabores todos los platos están pensados para acompañar la carta de vinos, y viceversa. En este sentido, el lugar cuenta con un wine-dispenser de 32 canillas, donde uno puede acercar su copa y servirse el vino que desee dependiendo del plato que este comiendo, pudiendo cambiar de elección y degustar en una sola noche numerosas marcas. Además, entre sus innovaciones, el bar cuenta con una aplicación para el celular que sustituye la tradicional carta, lo que permite filtrar la búsqueda por cepa, región, enólogo, precio, etc.

“El diseño del bar corre todo por cuenta nuestra, lo hicimos personalmente y a la manera que nos gusta”, contó Federico consultado sobre la disposición del lugar que, entre otras cosas, cuenta con un techo adornado con 8000 botellas de vino. “El ambiente está separado en dos secciones, una para el restaurant y otra para la zona del tapeo; la cava está a exposición del cliente, y la cocina está completamente a la vista: uno puede ver a los chefs mientras cocinan e incluso interactuar con ellos.” precisó.

Estas cuestiones sumadas a un especial cuidado por el medio ambiente, y la originalidad de algunas propuestas -como la posibilidad de realizar una “cata a ciegas” entre amigos-, posicionan a Varón Wine Bar como una interesante alternativa para escaparle a las opciones tradicionales de bar cervecero o restaurant con poca oferta de vinos. De ser así, es de esperarse que el primer bar de vinos de la ciudad empiece a ver replicada su propuesta por otros lugares, impulsando en Rosario una tendencia que ya se comprueba en otras partes del mundo.

 

Fuente: Punto Biz