Una camioneta que supo hacer las veces de ambulancia en su largo derrotero, se ha transformado en una unidad móvil que buscará unir el estoico camino de distintos comedores comunitarios de la ciudad y alrededores.

El contexto nacional ha chuzado en lo más profundo el corazón de los más aletargados. El grito sordo de las barriadas populares solo ha encendido la solidaridad de aquellos que entienden que la única herramienta de transformación sincera, es la empatía. Bajo este manto amigo de la incertidumbre, un importante número de comedores barriales ha decidido articular tareas en conjunto para batallar contra la desidia.

La Patria de los de abajo

Después de algunos meses de espera y preparativos, la Unidad Móvil de Ayuda Solidaria comenzó a surcar las calles de la ciudad llevando una importante ración de comida para las personas en situación de calle.

En esta oportunidad varias docenas de empanadas fueron repartidas en distintos puntos de la ciudad, porque la Patria de los de abajo no conoce de discursos alegóricos, pero sí de resistencia a los embates del destino.

“Nos juntamos Manos Solidarias Rosario, Comedor y Centro Cultural Dorita y La Aldea Solidaria para recorrer las calles de la ciudad en la Unidad Móvil de Ayuda Solidaria. La idea fue que la gente en situación de calle también tenga su día patrio”, le dijo a Conclusión Facundo Vijande.

El incremento sostenido del número de aquellos que pernoctan donde algún techo pueda hacerle de cobijo, preocupa en demasía. “Me encontré con una panorama desolador, ya que si bien nuestras raciones de alimentos en Dorita han crecido exponencialmente y no desconocemos en absoluto el contexto, fue impactante ver tanta gente durmiendo en la Terminal de Ómnibus, unas 70 personas pasan sus noches allí”, contó.

“Es difícil percatarse de quienes son los sin techo, ya que se encuentran bien arregladitos y no en estado de indigencia absoluta. A muchos de ellos los hemos invitado a ducharse en nuestro Comedor, la idea de todo esto es unir fuerzas en beneficio de los de abajo”.

La enorme tribu de “Manos Solidarias” se encargó de repartir cientos de empanadas y churros en un raid que llevó varias horas de compromiso.

“La Plaza Montenegro fue otro de los puntos cubiertos, allí nos unimos con otro grupo de Manos Solidarias que ya estaban activando en el lugar. Nos hemos encontrado con personas llegadas desde Santa Fe que pisaron Rosario persiguiendo un nuevo horizonte laboral, algo que aun no ha aparecido y mientras tanto la calle es su lugar”, enfatizó el referente del Centro Cultural y Comedor Dorita.

La Unidad Móvil de Ayuda Solidaria puso primera, su camino será tan espinoso como confortable, porque cuando de solidaridad y confraternizar se trata, la vida nos muestra la mejor de sus caras.

Fuente: Conclusión