13 de agosto de 2018

Intervenciones artísticas y creativas en áreas de internación pediátrica

Para intentar combatir, entender, acompañar y animarse a transitar los temores que aparecen en los niños cuando ingresan a un hospital, el ministerio de Innovación y Cultura, junto a la Municipalidad de Rosario, cuenta con el ciclo Ronda Minúscula, en el que los chicos internados no son meros espectadores, sino que participan de las propuestas que se ofrecen mediante diferentes procesos creativos.

Para intentar combatir, entender, acompañar y animarse a transitar los temores que aparecen en los niños cuando ingresan a un hospital, el ministerio de Innovación y Cultura, junto a la Municipalidad de Rosario, cuenta con el ciclo Ronda Minúscula, en el que los chicos internados no son meros espectadores, sino que participan de las propuestas que se ofrecen mediante diferentes procesos creativos.

"Cada propuesta tiene como objetivo que los niños puedan expresar sus estados emocionales, necesidades, miedos y deseos. Cada encuentro es una puerta que se abre e invita a imaginar", señaló la ministra de Innovación y Cultura, Chiqui González.

Desde principios de abril, esa puerta se abre en forma conjunta entre paciente y coordinadores, ya que todas las intervenciones son teniendo en cuenta al otro. La propuesta se lleva a cabo en dos hospitales de Rosario: el Provincial y el de Niños Víctor Vilela.

Ronda Minúscula es un ciclo de distintos encuentros, en los que los coordinadores a cargo de la propuesta, si bien parten de un material guía de tipo genérico, proponen a los chicos participar activamente, cada uno desde sus posibilidades, en construcciones particulares.

Los encuentros duran entre 10 y 20 minutos, y cada uno deja su propia huella, algo que los niños puedan retomar en otras situaciones, como ser decoración de sala, una canción inventada colectivamente, un juego de manos, o una historia imaginada.

La propuesta surgió como modo de ayuda para sobrellevar las pequeñas cosas que se experimentan en la cotidianeidad de la sala de internación pediátrica de distintos hospitales, llevando a cabo alguna actividad que potencie y proponga un giro hacia lo creativo. Esas propuestas fueron pensadas para brindar seguridad afectiva cuando el niño está en un entorno no habitual, desconocido y hasta bastante resistido, pero que no por ello está exento de juego y recreación.

En construcción

"Los chicos están, durante la primera infancia, en un proceso de construcción de la subjetividad que se da a través del cuerpo, que comienza a relacionarse con el entorno y el espacio mediante los sentidos y despliega sus capacidades a través de la exploración del lugar que habita", indicaron los coordinadores del programa.

"Para que suceda ese tipo de exploración, es absolutamente indispensable la presencia de alguien que apoye, que sostenga desde la mirada y el cuidado, garantizando la seguridad afectiva", se encargaron de remarcar.

 

Fuente: La Capital