28 de noviembre de 2018

Un gesto solidario que movilizó a un barrio entero

Salieron a vender pollos para ayudar al hijo de un vecino. El chiquito tiene dos meses y una afección en el hígado. Su papá perdió el trabajo.

Lorenzo tiene apenas dos meses. Y ya lleva casi cuatro semanas internado en el sanatorio Rosendo García con una afección en el hígado que aún no tiene un diagnóstico cierto. Cuando su papá, Nahuel, pidió licencia en el trabajo para cuidar al bebé, recibió a cambio un telegrama de despido. Desde entonces, sus amigos, los chicos de la cortada Laprade, están haciendo lo imposible para sostener a la familia. El viernes pasado, asaron y vendieron 17 cajones de pollo. Y ya se preparan para una nueva movida.

Laprade es un pasaje de tres cuadras que se extiende entre Doctor Riva y Ameghino, a la altura del 3300, en el corazón de barrio Alvear. Un lugar donde las ambulancias son reacias a entrar sin acompañamiento policial y los colectivos evitan durante las noches.

Sin embargo, los jóvenes nacidos en esa misma cortada se pusieron al frente de una movida solidaria, urgente, espontánea y autogestionada, que traspasó los límites de ese sector del sudoeste rosarino. Con el lema de "Todos con Lolo", amigos, vecinos, compañeros de "fulbito" y de salidas salieron a socorrer a la familia del niño con lo que tienen más a mano: la magia de hacer de la necesidad virtud.

Para quien vio crecer a la mayoría de estos muchachos, se trata de "una rebelión contra la apatía, el desinterés, el oportunismo o el qué me importa", define Elda Pedraza, cara visible de la biblioteca Mujeres de la Plaza, de barrio Alvear.

Nahuel Novile es una de esas personas que sus vecinos conocen "de toda la vida". Desde chiquito era una buena compañía para jugar en la vereda y, ya de adolescente, no faltaba nunca a las juntadas en el campito de la esquina, punto de encuentro de todas las tardes, escenario de disputas futboleras y primeros noviazgos.

Fuente: La Capital

Por eso, cuando el joven les contó a sus amigos lo que estaba pasando con su hijo Lorenzo, nadie dudó que había que ayudarlo, con lo que fuera, cuanto antes. "Nos reunimos y juntamos lo que cada uno tenía en su casa", recuerda María Peralta, una de "los chicos de Laprade".

Lorenzo nació el 9 de septiembre, es el primer hijo de Nahuel e Ivana Mercado. A las pocas semanas, los médicos empezaron a advertir que el bebé no subía de peso. Desde entonces, comenzaron los análisis para encontrar un diagnóstico, las internaciones, las transfusiones.

La pareja se turnaba para acompañar al bebé. Ivana tenía licencia por maternidad, pero Nahuel tuvo que pedir permiso en la panificadora donde trabajaba para cuidar al chiquito. La respuesta no fue la esperada.

El dinero que juntaron sus amigos se fue rápido. "Había que hacer algo más", cuenta María y asegura que la idea fue de Emanuel. El muchacho también se había quedado sin trabajo hacía unos meses y, para rebuscarla, se había puesto a vender pollos asados. Los compraba por cajón, los cocinaba y los repartía a domicilio, con ensalada incluida.

Hace dos semanas, los chicos de Laprade montaron sus parrillas en la vereda. La movida contagió al barrio: vendieron 60 pollos y varias docenas de empanadas. El viernes pasado, los asadores se multiplicaron y también consiguieron donaciones de carbón y verduras para las ensaladas.

El viernes no habrá venta. Es fin de mes y saben que los bolsillos están flacos. Pero volverán a tender las parrillas el primer viernes de diciembre. Así, no sólo están ayudando a la familia de Lorenzo, están contagiando de alegría a todo el barrio.

Para encargar

La próxima venta de pollos será en dos viernes. El menú incluye ensaladas y cuesta 220 pesos. Encargos al 153-251643.