31 de diciembre de 2018

Cursó su doctorado en Rosario y lideró un descubrimiento mundial

Nicolás Rascovan participó de un estudio internacional que reveló la causa de una epidemia que mató a miles de personas hace 5 mil años.

Un científico argentino que realizó su doctorado en biología en la Plataforma de Genómica y Bioinformática del Instituto de Agrobiotecnología de Rosario (Indear) lideró una investigación internacional que reveló la causa de una epidemia que azotó a las poblaciones neolíticas de Europa hace 5 mil años.

Se trata de Nicolás Rascovan, egresado de la Universidad de Buenos Aires (UBA), quien realizó su doctorado en biología bajo la dirección del doctor Martín Vázquez en Indear de Rosario y actualmente es investigador de la Universidad de Aix-Marseille, en Marsella, Francia.

Yersinia pestis, la bacteria responsable de la peste, es el patógeno bacteriano más mortal en la historia de la humanidad. Rascovan integró el equipo internacional que habría identificado a las víctimas más antiguas conocidas de la enfermedad: granjeros neolíticos en el actual territorio de Suecia, hace 5.000 años.

El trabajo "propone la hipótesis de una primera pandemia de peste en Europa, que habría contribuido con la caída de las poblaciones neolíticas en ese continente", indicó Rascovan a la Agencia CyTA-Leloir.

Entre 5.000 y 6.000 años atrás, muchas sociedades declinaron en toda Eurasia occidental debido a una combinación de factores que aún son ampliamente debatidos. El nuevo trabajo, publicado en la reconocida revista "Cell", sugiere que la peste podría haber contribuido a diezmar las poblaciones europeas de esa época.

Yersinia pestis provocó millones de muertes en la pandemia conocida como la Muerte Negra, en el siglo XIV; la Gran Plaga de Marsella (1720-1722); y la plaga de Justiniano, en el siglo VI. Estudios recientes indicaron que esa bacteria infectó poblaciones humanas durante la Edad del Bronce (hace 4.700 a 2.800 años) en diferentes regiones de Eurasia.

En el nuevo estudio, liderado conjuntamente por Rascovan y Simon Rasmussen (Universidad Técnica de Dinamarca), los investigadores analizaron muestras de ADN de esqueletos de excavaciones arqueológicas de granjeros de la edad de piedra descubiertos en Suecia y cuya antigüedad fue estimada en 5.000 años.

"Encontramos restos de ADN de Yersinia pestis y logramos secuenciar su genoma. Es la cepa más antigua de este patógeno que hasta ahora la ciencia ha logrado identificar", afirmó Rascovan.

En el neolítico existieron los primeros grandes asentamientos humanos de Europa donde se podrían haber dado las condiciones ideales para el surgimiento de enfermedades. A su vez, en esta época se expandió en toda Eurasia una serie de innovaciones tecnológicas, tales como el uso de la rueda, la tracción animal y la metalurgia. Paradójicamente, esos grandes avances pudieron haber favorecido también la aparición y propagación de enfermedades infecciosas devastadoras", consideró Rascovan.

En tal sentido, detalló que "a partir de análisis genómicos de poblaciones humanas de la época, del patógeno y de registros arqueológicos, los autores creen que Yersinia pestis se habría esparcido por Europa a través de interacciones humanas puntuales, como por ejemplo, a través de rutas comerciales. Pequeñas interacciones humanas, facilitadas por el transporte rodado, habrían dispersado el patógeno y provocado la primera pandemia en Eurasia", afirmó.

En ese orden, el joven biólogo consideró que "tal vez fue la primera pandemia masiva de la historia humana".

Del importante hallazgo internacional también participaron investigadores de la Universidad de Gotemburgo, en Suecia; de la Universidad de Copenhague, en Dinamarca; y de la Universidad de California, en Berkeley, en Estados Unidos.

Fuente: La Capital