2 de enero de 2019

Aguahara, el arte de soltar

Esta experiencia con el agua, sumado a la sensación de ser sostenido y mobilizado en forma sutil, producen cambios de estados de consciencia

Imaginá pasar horas del día en el agua, sin tener nada que sostener, ni siquiera tu propio peso. Un lugar donde por el contrario podemos ser sostenidos en un espacio íntimo y cuidado. Un tiempo para revivir en modo vivencial , la pérdida de control y manipulación que nos desgasta energéticamente, suena bien, ¿no?

De eso se trata Aguahara una terapia desarrollada por Alexander Sienbenstern que nació junto al Mar Báltico  y vivió toda su vida junto al agua.

Después de tiempo se explorar diferentes métodos y técnicas chamánicas, Alexander concentró su recorrido en Aguahara, descubriendo en sí mismo el poder sanador del medio acuático.

¿De dónde viene?

La palabra HARA proviene del japonés, y corresponde al centro energético ubicado debajo del ombligo y que para la cultura oriental es el centro vital de nuestra vida, un punto de equilibrio entre el cielo y la tierra.

Entrar en contacto con este centro es entrar en contacto con la profundidad del Ser. El agua por su parte es un medio que facilita esa conexión.

Esta experiencia con el agua, sumado a la sensación de ser sostenido y mobilizado en forma sutil, producen cambios de estados de consciencia; nuestro cuerpo posee una memoria celular y en ellas hay líquidos: recordemos que somos un 80% de agua y en esta experiencia existe un recordar el elemento que nos constituye.

Volver al inicio de lo que somos

También a nivel de consciencia y mente suceden cambios, por que al estar sostenidos sin gravedad, nuestro eje postural experimenta las diferentes direcciones que puede ocupar en un espacio acuático, saliendo de la verticalidad terrestre y de posturas viciosas o rutinarias que nos llevan a una rigidez en nuestro cuerpo, y que a veces somatizamos con contracturas o dolores.

La experiencia Aguahara trabaja en 2 niveles:

Un primer nivel de flotación, en donde la persona recibe traslaciones a nivel superficial, y el cuerpo entra en contacto con las caricias del agua, el Aguahari (facilitador) permanece atento a la escucha del cuerpo y respiración, siguiendo en forma orgánica lo que cada cuerpo propone según su peso y forma.

 

 

La segunda instancia es de inmersión, entrar en la profundidad, si la persona lo desea.

"Este sumergir y volver a salir, nos conecta con el ciclo de inhalación y exhalación de aire, algo tan vital y sencillo como respirar y la sensación de vida/nacimiento", sostiene Maximiliano Orieta, uno de los aguaharis facilitadores de la ciudad de Rosario..

Entonces la experiencia Aguahara es una terapia-práctica que puede transformarse en una meditación en movimiento, que utiliza estiramientos y masajes en el agua, en estados se escucha y receptividad de la persona que recibe asi como de quien facilita, sumado a esto los beneficios del contacto con el agua:

- mejora el descanso y el sueño.

- estimula sistema sanguíneo y linfático

- libera la columna vertebral, miembros y articulaciones.

- promueve la flexibilidad, movilidad  y relajación.

- nos conecta con nuestras emociones

El tiempo mínimo de sesión  es de 1 hora, "pero algo interesante que sucede durante la experiencia, es que se pierde la noción del tiempo, ya que cuando la persona regresa de su experiencia es como si todo se hubiera detenido".

Para esta Experiencia Aguahara se ha creado un espacio de fin de semana que para que grupos de amigos, familias, parejas o personas que sientan el pulso de conectar con el agua, y tengan la experiencia de soltar, sanar y recuperar la vitalidad, en un entorno de belleza natural con una vista privilegiada del Río Paraná.

Se abre también la posibilidad de participar en dÍas sueltos, según las disponibilidad personal.

Fechas:

del 11 al 13 de enero.

del 25 al 27 de enero.

del 11 al 17 de febrero.

Más info: aguahararosario@gmail.com | wahtssap al 0341-3843815

 

Fuente: Rosario3.com