8 de mayo de 2019

Brambilla: desarrollando la Paleontología desde Rosario

Nuevas exploraciones en la provincia de Santa Fe y un productivo contacto con un museo bonaerense entre las actividades más recientes del docente-investigador

Luciano Brambilla es docente-investigador de la Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas y el Consejo de Investigaciones de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). Viene trabajando intensamente en el análisis de fósiles recuperados de las provincias de Buenos Aires y Santa Fe. Su trabajo con el museo Paleontológico de San Pedro permitió descubrir un antepasado de los milodontes de la región, un hallazgo de gran importancia que fue publicado en febrero de 2019 en una de las revistas más importantes sobre el tema. El contacto con el Museo Histórico Municipal de Coronel Suárez se encamina por los mismos carriles. Por otra parte, el río Carcarañá y el arroyo Frías están entre los lugares explorados en la provincia de Santa Fe.

¿Estuvieron trabajando en el Carcarañá recientemente?

En el Carcarañá no pudimos explorar demasiado últimamente ya que el río no dejó de tener siempre mucho caudal. Llovió mucho y seguido lo que hizo que nunca baje del todo. Esto no impidió que pudiéramos explorar otros canales cercanos y encontrar fósiles. El tema de no poder hacer tanto trabajo de campo por el nivel del río me condujo a ordenar materiales que ya tenía recolectados y concentrarme en escribir sobre algunas cuestiones muy interesantes que se vienen, por ejemplo relacionadas con el viaje a Coronel Suárez.

¿Cómo fue la experiencia en Coronel Suárez?

Estaba buscando en Internet noticias sobre aparición de restos de perezosos en particular y megafauna en general, cuando detecté que en el año 2010 aparecieron unos restos en esa localidad. Cuando veo la foto de un cráneo me doy cuenta que ese perezoso salía de lo convencional. Desde el 2010 estaba en el museo mostrado como un glossotherium, algo similar a lo que había pasado en San Pedro. Al estudiarlo surgió que es algo distinto.

Recordemos el hallazgo de San Pedro.

En el año 2017 mostramos en un congreso el fósil de San Pedro, lo cual era algo muy novedoso. Como resultado de esto, en febrero de este año salió la publicación en una revista científica de alto impacto. Con esto se termina formalizando una especie que se llama Archaeomylodon sampedrinensis y que, probablemente, sea un antepasado de otros perezosos conocidos como milodontes, que vivieron en un tiempo más cercano, llegando a cohabitar con el hombre. El fósil de Coronel Suárez nos ayuda a entender la evolución de los perezosos porque probablemente sea a su vez un organismo muy relacionado al de San Pedro aunque más antiguo. Lo que estamos pudiendo reconstruir con el fósil de Coronel Suárez, luego el de S. Pedro y posteriormente los milodontes más recientes, es un linaje, una serie cronológica de organismos ordenados en el tiempo que están relacionados entre sí.

Entonces, ahora sabemos que antes del milodonte podríamos ubicar en una línea directa al especímen de San Pedro y más atrás al de Coronel Suarez. Previamente este linaje no se conocía y no se sabía de dónde evolucionaban los milodontes.

 

En términos de años, ¿qué cifras se manejan?

Para San Pedro estamos hablando de 700.000 años mientras que el fósil de Coronel Suárez podría tener bastante más de 1.000.000 de años, tal vez 2.000.000. En cambio los milodontes vivieron al menos desde hace 120.000 hasta 10.000 años, cuando finalmente se extinguieron.

¿Estamos ante un hallazgo tan importante como el de San Pedro?

Anteriormente contábamos que hacía más de 100 años que no aparecía un nuevo perezoso del Pleistoceno de la región pampeana hasta que apareció el ejemplar de San Pedro. Entonces uno no espera que rápidamente pudiera aparecer otro nuevo en tan poco tiempo, razón por la que el hallazgo del ejemplar de Coronel Suarez es algo muy imprevisto.

¿Esto es indicativo de todo lo que queda por explorar?

Así es, este hallazgo se dio mientras hacían una ruta. En este tipo de excavaciones pueden salir fósiles fortuitamente que tal vez mediante campañas de exploración no encontrarías. Allí la tosca está muy cerca de la superficie, alrededor de metro y medio o dos metros y no es fácil de acceder a los fósiles sino en cortes naturales o bien durante la excavación de canteras. Estos restos tan antiguos están debajo de esa capa dura de tosca, a 6 metros de profundidad respecto del nivel del suelo.

¿Van a presentar este hallazgo?

Lo vamos a presentar en el mes de mayo en las 33a Jornadas Argentinas de Paleontología de Vertebrados que se realizarán en Córdoba. Ahí se expondrán a la comunicad científica los resultados de la investigación que hemos hecho. Este paso es importante porque uno recoge las opiniones de otros expertos. Posteriormente vendrá la formalización a través de la publicación científica como fue el caso de San Pedro.

¿Encontraste otros materiales interesantes en el museo de Coronel Suárez?

Sí; junto con el cráneo fósil se encontraron restos de un ave, los cuales en general difícilmente se preservan. Estos restos son de algún tipo de cormorán, aves acuáticas, marinas y también habitantes de lagos. Posteriores comparaciones permitirán determinar de qué especie se trata. En la Argentina hay pocas especies así que tendré que ir a las colecciones de ejemplares actuales y comparar si tiene características similares a alguna de las especies vivientes o si es algo distinto. Estos restos pueden también tener 1 a 2 millones de años. Hablando en términos más académicos podrían corresponder al Pleistoceno temprano.

¿Estuviste de campaña en el arroyo Frías?

Así es. En el invierno del 2018 hubo una gran bajante del río Paraná. Tenemos un permiso para explorar ese lugar y es ideal hacerlo cuando ocurre este tipo de fenómeno, lo cual se da cada 6 a 10 años. En esta zona hay una gran concentración de fósiles, conocida desde principios del 1900 aunque no siempre accesible ya que el rio los cubre.

Ahora pudimos recorrer la desembocadura del arroyo Frías (a unos kilómetros al sur de la del arroyo Saladillo) con el geólogo Marcelo Toledo, con quien ubicamos algunos sedimentos con una edad de aproximadamente 200.000 años. Para nuestra zona es algo muy antiguo ya que normalmente se exponen sedimentos un poco más modernos. Pudimos obtener una colección bastante importante la cual nos va a permitir reconstruir toda una asociación de animales que vivían en ese momento en aquel lugar. También participó de esta exploración el paleontólogo Augusto Haro investigador del CONICET y de la Universidad Nacional de Córdoba.

Hay que tener en cuenta que los materiales estudiados en nuestra provincia, en general, no superan los 120.000 años, como los del río Carcarañá. Por eso, los materiales recuperados del arroyo Frías son atípicos. Esta localidad prácticamente no tiene comparación con ningún otro lugar conocido aflorando en nuestra región.

¿Qué estudios están realizando con los fósiles del arroyo Frías?

Además del análisis por comparación anatómica estamos haciendo algunos estudios de histología. La idea es explorar la estructura microscópica de los fósiles, es decir que estamos aplicando lo que se conoce como paleohistología. Si bien la histología es una disciplina que se ha desarrollado por décadas, hoy dentro de la paleontología tiene bastante auge reciente. Cuando ya se han aplicado herramientas al estudio anatómico macroscópico se comienza a recurrir a disciplinas como la paleohistología.

Hoy, desde la UNR, tenemos un primer trabajo en revisión sobre paleohistología y perspectivas de seguir publicando investigaciones empleando técnicas histológicas. Esto ha permitido establecer vínculos dentro de la Universidad con investigadores de la Facultad de Ciencias Médicas abriendo el espectro para adquirir nuevos conocimientos. Seguimos también creando conexiones entre la UNR y distintos museos regionales que permiten generar conocimientos paleontológicos a lo largo de la región Pampeana.

Quiero destacar el apoyo económico de la UNR que, a través de la Secretaría de Ciencia y Tecnología, otorga subsidios que, como en mi caso, ayudan en gran manera a llevar adelante este trabajo de investigación.

 

Claudio Pairoba es miembro de la Escuela de Comunicación Estratégica de Rosario y la Red Argentina de Periodismo Científico. Acreditado con la American Association for the Advancement of Science (Science) y la revista Nature.

 

Fuente: Rosario3.com