24 de junio de 2019

Rosario siguió leyendo en otra edición de la Feria de Librerías de Viejo

Luego de la Feria del Libro, miles de personas volvieron al Centro Cultural Fontanarrosa a buscar libros antiguos, usados o descatalogados.

Miles de rosarinos quedaron con ganas de más lectura luego de la Feria Internacional del Libro, y es por eso que la Feria de Librerías de Viejo les vino como anillo al dedo. Ayer se cerró la 15º edición que se organiza todos los años, en dos ocasiones por año, por la que pasaron una gran cantidad de personas a buscar libros usados, antiguos, descatalogados, rarezas y primeras ediciones de distintas disciplinas.

El punto álgido de la feria fue el jueves, cuando comenzó la edición que ayer llegó a su fin. El entrepiso del Centro Cultural Fontanarrosa lució lleno de gente que se hizo un espacio en el feriado del 20 de junio para acudir junto a la familia y recorrer las decenas de stands que albergaron una imponente cantidad y calidad de libros de todas las épocas.

Varios libreros coincidieron en que el primer día de la feria fue el más intenso y el que mayores réditos trajo. Hubo un movimiento de gente "multitudinario" que aprovechó los ejemplares que cada vendedor llevó con sus stands al Fontanarrosa.

"Viene gente que no va a la librería, que espera todo el año la feria. Muchos conocieron esto por primera vez", contó una de las vendedoras de la tradicional librería El pez volador.

Al estar tan cerca de la Feria Internacional del Libro (que terminó el 10 de junio y por la que pasaron 180 mil personas, también en el Fontanarrosa), algunos dudaron del eventual éxito de la primera convocatoria del año: "El entrepiso es más cómodo para hacer la feria y lo queríamos para las vacaciones de invierno, pero no había lugar. Nos dieron para esta fecha y vino mucha gente igual".

Las ferias, que se hacen en dos oportunidades cada año (una cerca de las vacaciones de invierno, otra llegando a fin de año), son de ayuda para los libreros para que puedan incrementar ventas y mostrar los títulos y obras que tienen en sus comercios; algunos locales especializados están en el centro, aunque también hay otros en los barrios y con una amplia trayectoria.

Tal es el caso de BuscaLibros Alberdi, una casa de venta de libros que nació con el nombre de "El emporio del libro", en Mendoza y Larrea, y se mudó hace algunos años a zona norte.

"Es la primera vez que participamos y estamos muy conformes. La cantidad de gente que vimos el jueves, que se interesaba por las lecturas y vino a ver libros, fue impresionante", contaron mientras en el stand había alrededor de diez personas revisando títulos y obras en las mesas.

El negocio comenzó con una estructura puramente familiar. Detrás del stand, exhiben fotos de los comienzos de la librería en zona oeste. Hasta hay un pequeño recuadro en una de las fotos que muestra a Néstor, quien atendió amablemente a LaCapital en su puesto, cuando tenía 16 años y "El emporio del libro" funcionaba a toda máquina en zona oeste.

Si bien el atractivo primordial de la feria es conseguir libros usados, antiguos o descatalogados, también hubo lugar para una gran exhibición de libros de El Quijote (ver aparte) y para conocer a Analía Blanco, restauradora y encuadernadora de libros usados que estuvo exhibiendo trabajos por demás de interesantes.

Con el correr del domingo, el espacio fue colmando su capacidad. Hubo gente de todas las edades, chicos con sus padres y parejas con mate y termo en mano. Todos se pasearon y hurgaron por cada uno de los stands con muchas ganas de encontrar algo que sólo las librerías de viejo pueden brindar.

El evento surgió como una manifestación cultural, inédita hasta hace cinco años, en la que participan librerías rosarinas y de la región con el objetivo de mostrar los libros que habitan en las bibliotecas. De esta edición participaron Librería Argonautas, Oliverio Libros, Libros Macedonio, Libros Incunables, Leo Libros, Librerías El Pez Volador, Librería el Romano, El Caburé Libros, Librería El Lugar, y BuscaLibros Alberdi.

El encuentro, apuntado tanto para lectores como para coleccionistas, lo organizaron la Asociación de Librerías de Viejo de Rosario y el Centro Cultural Fontanarrosa.

"Hay gente que no va a la librería y espera las ferias. Esta edición hubo muchos que vinieron por primera vez

 

Fuente: La Capital