2 de junio de 2016

Rosario está de fiesta: tres estudiantes de computación, entre los mejores del mundo

Mundial de Programación, en Tailandia Son de la universidad nacional de esa ciudad y salieron campeones latinoamericanos. Obtuvieron mejores resultados que los de Stanford y Berkeley. Resolvieron siete de los 13 problemas en 5 horas.

Empezaron a entrenar juntos hace dos años, por su cuenta y sin un mentor, pero con un objetivo claro: llegar al mundial de programación, que se realiza cada año en un rincón distinto del mundo. Esta vez tocó Phuket, al sur de Tailandia. Y los tres rosarinoscumplieron la meta: clasificaron, viajaron y se consagraron campeones de América Latina en la última edición dela Competencia Mundial de Programación (en inglés, ICPC).

Son Pablo Zimmermann (26), Mariano Crosetti (23) y Martín Villagra (21), estudiantes de Ciencias de la Computación de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). Su equipo, bautizado "Caloventor en Dos", se completa con el coach, Leopoldo Taravilse, de la Universidad de Buenos Aires. Los flamantes campeones latinoamericanos quedaron en el puesto 32 sobre 128 a nivel mundial, por encima de de las delegaciones de Stanford y Berkeley, consideradas entre las 10 mejores universidades del mundo.

Los estudiantes rosarinos lograron resolver 7 de los 13 problemaspropuestos y quedaron por encima de otros 17 equipos latinoamericanos. El podio fue para St. Petersburg State University (Rusia), Shanghai Jiao Tong (China) y Harvard (EE.UU.), que mejoró su performance: el año pasado había sido superada por el equipo de la UBA.

"Hace dos años empezamos a entrenar, los tres solos. En otros países, como Cuba o Brasil, hay profesores especializados en este tipo de competencias, pero acá no es tan frecuente", explica Pablo Zimmermann desde Tailandia, y resume la clave del triunfo: "Hicimos un muy buen trabajo en equipo. Entrenamos en serio, llegamos a entendernos bien, y teníamos una buena base de formación de la universidad".

Los miembros de Caloventor en Dos destacan"el apoyo de la universidad pública y la comunidad académica argentina". Se refieren a un grupo de estudiantes de doctorado de distintas universidades que, a pulmón y de manera desinteresada, los ayudaron a entrenar.

Desde la UNR, la doctora Ana Casali, directora del departamento de Ciencias de la Computación de la Facultad de Ciencias Exactas y profesora de los tres alumnos, cree que el logro es una combinación de “capacidad, inteligencia y persistencia”. Y remarca que los tres jóvenes “trabajaron duramente” y en equipo para conseguir su sueño.

Egresados del Instituto Politécnico Superior, el camino de los tres pareció perfilarse desde chicos en áreas vinculadas con la informática y la matemática. “De chiquito me decía ‘hacerme cuentas’. Tiene facilidad y le gustan los desafíos lógicos”, cuenta Alicia, la mamá de Zimmermann. En la secundaria Pablo representó a su colegio en olimpiadas matemáticas en Vietnam y Eslovenia. 

María de los Angeles, mamá de Mariano Crosetti, repasa el sacrificio que hizo su hijo para lograr un nivel de excelencia: “Desde los 4 años que está con la computación”, destaca. Como sus compañeros, Mariano participó durante el secundario de distintas competencias: “Nos pedía capacitaciones y siempre hizo todo a pulmón”.

La historia de Martín Villagra es similar. “Empezó a los 11 años a estudiar computación. Desde entonces se dedicó a intentar ser uno de los mejores”, describe Carlos a su hijo, quien “ya había participado, representando al Politécnico, en olimpiadas en otros países, siempre logrando el primer puesto". 

Con el apoyo de la UNR, el trío se capacitó durante dos años: en 2015 ya habían participado del mundial de Marruecos. Como el reglamento del Mundial les impide participar por tercera vez, ahora la intención de la Facultad es tenerlos como entrenadores de nuevos equipos que se formen en sus aulas.

Casali concluye: “Ojalá que esto entusiasme a otros. Y que permitavalorar lo que se hace en la universidad pública y gratuita. Esto muestra que los estudiantes de esta universidad y de esta carrera en particular pueden estar posicionados en los primeros lugares, a la par de las universidades más relevantes del mundo”.

Fuente: Clarín