28 de octubre de 2016

10 cosas que tal vez no sabías del edificio Savoy en Rosario

La puesta en valor del edificio con protección patrimonial permite a los huéspedes del Hotel vincularse con el art decó y art nouveau que reinaba en la Rosario de 1910

 esquina de San Lorenzo y San Martín se convirtió, en épocas del Centenario, en un ícono de distinción y modernidad del centro rosarino cuando, en la época, abrió sus puertas el edificio Savoy. El proyecto pensado en 1905 ya superaba el estándar hotelero de entonces y gracias a su protección patrimonial doble, en la fachada y en los interiores, la recuperación de las instalaciones hace que el espíritu de su fundación siga intacto. Su imponente cúpula, las lámparas art nouveau y art decó, y los pisos de pinotea, entre otros detalles, siguen firmes invitando a conocer a través de ellos una Rosario diferente.

Algunos datos para conocer el Hotel Savoy

"Sus instalaciones superaban el estándar de la plaza hotelera local, y entre ellas se ofrecían desde departamentos para familias hasta habitaciones para hombres solos, todas consideradas 'de un lujo asiático'. Así describía la revista Historia de Rosario, publicada por la Junta Histórica de la ciudad, el impacto de la inauguración del Savoy.

Antes de las remodelaciones que se realizaron para su reinauguración en 2009
Antes de las remodelaciones que se realizaron para su reinauguración en 2009. Foto: LA NACION

El efecto que generó la construcción se debió a lo suntuoso de los elementos utilizados en su ornamentación, el arte moderno, la suavidad de los tonos elegidos y la cúpula dentro de un marcado estilo neoclásico francés.

Fue inaugurado originalmente el 30 de abril de 1910 y dejó de funcionar el 15 de febrero de 2007. Luego de su remodelación, fue reinaugurado el 1 de abril de 2009. El edificio fue construido por el empuje de los inmigrantes suizo-italianos Aquiles Chiesa y Alejandro Máspoli sobre la base de un proyecto de Conder y Follet. Los planos estuvieron a cargo de Fausto Galacchi y el arquitecto consultor de la obra fue el inglés Herbert Boyd Walker.

El arquitecto Mauro Bernardini, responsable de la restauración realizada por la cadena hotelera Fën Hoteles y Rosental inversiones, se instaló hace siete años durante varios días en el hotel abandonado para convivir con el patrimonio a rescatar. "Hubo todo un trabajo de restauración de equipamiento, porque había sesenta y cinco roperos de madera con espejos, una delicadeza. Trabajamos con carpinteros de Rosario, que restauraron todos los roperos, los apoya-maletas de cedro y bronce, sillas, secretaires y vanitorys" recuerda.

Desde la gerencia del hotel afirman que el trabajo realizado fue una "verdadera aventura" debido al aporte entre grupos privados y estatales trabajando en equipo: expertos especializados en museos trabajaron en la restauración de los mármoles y artesanos se encargaron de recuperar los pisos de pinotea. Siempre se busco revivir el esplendor de la época rescatando los picaportes cerámicos y defendiendo la doble altura de los techos.

Detalle de los pisos y el mármol de la escalera central
Detalle de los pisos y el mármol de la escalera central. Foto: LA NACION
 

Entre los objetos que se rescataron se encuentran: lámparas art nouveau y art déco de las galerías, pasillos y las circulaciones del hotel; mayólicas y mosaicos con dibujos en todas las áreas comunes, vanitorys esmaltados, marquetería de cedro y caoba y sillas Thonet, entre los más llamativos.

Entre los famosos que pasaron se encuentran: el granadino Federico García Lorca, Carlos Gardel, Freddie Mercury, y más cerca en el tiempo rosarinos como Fito Páez y Lionel Messi.

Lobby del hotel donde se ven detalles originales del edificio
Lobby del hotel donde se ven detalles originales del edificio. Foto: LA NACION
 

Los diarios rosarinos de 1910 publicaban un aviso con tres fotos, cuyo encabezado rezaba sencillamente "Savoy Hotel" y en el que podía leerse: "Inauguración de la espléndida terrasse - Servicio de bar de primer orden - Excelente cinematógrafo - Gran iluminación a giorno - Dos amplios y rápidos ascensores eléctricos".

Los ventanales originales conviven con el mobiliario moderno
Los ventanales originales conviven con el mobiliario moderno. Foto: LA NACION
 

El antiguo hotel Savoy fue descripto con detalles en el diario La Capital luego de su gala inaugural: "El salón presentaba un magnífico aspecto, producido por la variedad de tapices, las guirnaldas de flores entrelazadas y numerosos espejos que reflejaban sobre la distinguida concurrencia los rayos luminosos que emanaban de los artísticos artefactos eléctricos".

En la terraza, frente a la cúpula se puede desayunar
En la terraza, frente a la cúpula se puede desayunar. Foto: LA NACION
 

En el libro Soñar el sueño del otro, que editó Esplendor Hotel Savoy Rosario, el arquitecto Bernardini destaca el beneficio de que un edificio patrimonial sea hotel: "Hoy hay muchos edificios patrimoniales; y cada vez va a haber más. Pero a la vez sucede que no tenés muchas posibilidades de ir a dormir a un lugar donde tengas los pisos de pinotea, donde abras una puerta de cuatro metros, donde camines por un pasillo en el que hace ruidito el zapato, porque es de mayólica. Hay muchos edificios antiguos restaurados, pero pocos son hoteles. Entonces, para tener la posibilidad de hacer esa experiencia con el cuerpo, no hay muchas opciones".

Por sus características es elegido para realizar diferentes producciones de moda y Lifestyle
Por sus características es elegido para realizar diferentes producciones de moda y Lifestyle. Foto: LA NACION

Fuente: La Nación