29 de mayo de 2017

El artista argentino que toca el techo en Manhattan

Adrián Villar Rojas revoluciona con sus esculturas la terraza del Museo Metropolitano neoyorquino. Con el Central Park de fondo, sus obras parecen de ciencia ficción.

El rosarino Adrián Villar Rojas, nacido en 1980, está acostumbrado a llevar su troupe de trabajo por el mundo. En esta década, ya realizó instalaciones escultóricas con tono de cómic y ciencia ficción en ciudades como Estocolmo, Kassel (Alemania), París, Venecia, Londres, Estambul y otras vidrieras del arte global. Desde mediados de abril, y hasta el 29 de octubre, se puede ver su última superproducción intitulada El teatro de la desaparición, en la terraza del MET (Museo Metropolitano de Nueva York).

El artista argentino que toca el techo en Manhattan

Cuerpos y cuerpos. Algunas obras son réplicas de las que están exhibidas en el museo. /Met Museum.

El año pasado, la artista británica Cornelia Parker había ubicado ahí mismo una versión de la siniestra casa de la película Psicosis. Villar Rojas optó por simular un banquete de 16 estatuas entre 9 mesas, todo en un blanco y negro de lo más fantasmal. Las esculturas exhiben cuerpos ensamblados. Constan tanto de partes de obras de arte intocables que se encuentran en el museo –cabezas egipcias, armas del medioevo, cuerpos de Africa–, como de cuerpos o miembros de personas reales.

El artista argentino que toca el techo en Manhattan

Cuerpos y cuerpos. Algunas obras son réplicas de las que están exhibidas en el museo. /Met Museum.

Objetos antiguos y humanos actuales, todos fueron escaneados en 3D por especialistas y luego reproducidos y mezclados como collages escultóricos. Villar Rojas también se ocupó de modificar el piso, la pérgola, el bar y el menú que se ofrecen en la terraza. Un museo dado vuelta, bajo las estrellas del cielo de Manhattan.

El artista argentino que toca el techo en Manhattan

Rosario, 1980. Adrián Villar Rojas ya realizó instalaciones escultóricas con tono de cómic y ciencia ficción en ciudades como Estocolmo, Kassel, París, Venecia, Londres. /Gentileza

 

Fuente: Clarín