1 de junio de 2017

En Rosario baja el promedio de edad de quienes sufren infartos

Los pacientes que llegan con un ataque cardíaco a efectores públicos de la ciudad tienen, en promedio, entre 40 y 50 años

a crisis del 2001 disparó al corazón de los argentinos. La cantidad de afecciones cardíacas en aquel entonces trepó a cifras nunca vistas y demostró, una vez más, que la calidad de vida está directamente relacionada con la salud. A más de 15 años de aquella tragedia, médicos rosarinos están en condiciones de afirmar que cada vez son más jóvenes las personas que llegan a las guardias de los hospitales con un infarto. Tanto, que se estima que ahora los pacientes tiene en promedio entre 40 y 50 años, cuando antes del 2000 esa media se ubicada entre los 55 y los 65.

La Capital se reunió con miembros del comité organizador del XXXV Congreso Nacional de Cardiología, organizado por la Federación Argentina de Cardiología, que se inicia hoy y se extenderá hasta el sábado en esta ciudad. El encuentro se realizará en los salones de Metropolitano (Alto Rosario Shopping) y contará con la asistencia de más de 5 mil cardiólogos de todo el país y del extranjero.

Los especialistas señalaron que el marcado descenso en la edad de quienes padecen una obstrucción arterial severa tiene varias causas. Entre las principales se anotan los malos hábitos, como la alimentación inadecuada y el sedentarismo. A esto hay que sumarle altos niveles de estrés que han llevado a n aumento de las adicciones (tanto de drogas legales como el cigarrillo y el alcohol; e ilegales, como cocaína y otras) lo que también juega en contra de la salud cardiovascular.

En los sectores socioeconómicos con menos recursos —detallaron los expertos— el estrés estaría dado más que nada por los déficit habitacionales, la falta de trabajo, la inestabilidad en general; en tanto, en segmentos medios o medio altos, es la presión por elevar el rendimiento en el trabajo y las exigencias por cumplir estándares casi siempre inalcanzables la que aprieta el gatillo, directo al corazón.

Por eso, una vez más, en el marco del convocante congreso, se planeó una serie de actividades dirigidas a la comunidad con el objetivo de llamar la atención de la población: estamos peor que antes y hay que parar la pelota antes de que sea demasiado tarde.

Esteban Griot, secretario del comité organizador del congreso, es cardiólogo, trabaja en el Heca y en el sector privado. Se formó en el Hospital Centenario y está en contacto permanente con los profesionales del área de cardiología de ese efector. Conocedor de la realidad de los hospitales públicos en el área de cardiología dijo que "hoy se ve a pacientes mucho más jóvenes; después de los 35 años ya no es tan inusual el infarto".

"No hay un único factor preponderante, pero se puede decir que el consumo de drogas— alcohol, tabaco, algunas drogas ilegales— y el estrés emocional son una bomba de tiempo", mencionó Griot, y agregó: "En general, las malas condiciones de vida impactan en forma directa. Si una persona tiene altos niveles de estrés laboral y emocional, va a comer mal, va a beber más, va a tener menos ganas de salir a hacer deporte. Eso genera exceso de peso, obesidad y un incremento de los lípidos que favorece el sufrimiento arterial. Se eleva el colesterol, la presión sanguínea, y muchos ni siquiera lo saben, no tienen idea que son hipertensos o que tienen el colesterol por las nubes. La diabetes es otro problema serio en nuestro medio. Aumenta año a año. Es un círculo peligroso y cada vez está afectando a personas de menor edad", señaló.

Mujeres

José Luis Ramos, presidente del comité organizador del encuentro, especialista en arritmias, mencionó que no hay que olvidar a las mujeres, ya que son víctimas de estos factores de riesgo tanto como los hombres, sobre todo cuando pierden la protección hormonal (con la menopausia): "Empiezan a alcanzar rápidamente a los hombres en cantidad de infartos. De hecho, las mujeres en la Argentina se mueren mucho más por problemas en el corazón que por cáncer de útero", enfatizó.

También la depresión es hoy un tema que se relaciona en forma directa con la salud cardiovascular. Siendo una de las enfermedades más prevalentes en el mundo, se comprobó que lleva a un incremento notable de la diabetes y las afecciones cardíacas, entre otras.

José San Dámaso, en tanto, presidente de la Fundación Cardio, comentó que se esmeran en estos congresos de especialistas "para salir a la calle a decirle a la gente, a los rosarinos, que hay que cuidarse, que podemos ir generando cambios a tiempo para que el corazón no se vea afectado. De allí que en estos días estaremos por la ciudad con acciones vinculadas a mostrar cómo alimentarse bien, proponiendo actividades físicas y también ocupándonos del qué hacer si el problema ya está instalado, tanto en lo que se refiere a informar sobre la importancia de consultar al cardiólogo como el hecho de actuar en forma adecuada si una persona se descompensa. Hoy no debería haber un solo rosarino que no sepa las maniobras elementales de resucitación cardiopulmonar".

"Muchos dicen: pero la gente vive más que antes. Es cierto, pero llegan emparchados. Con muchos problemas de salud que complican el día a día. Más no quiere decir mejor", reflexionó Ramos.

Durante tres días, los cardiólogos debatirán, discutirán, presentarán las novedades en tratamientos y tecnología aplicada al corazón para entender cuáles son los mejores caminos para salvar la vida de tantas personas.

En la Argentina, las crisis cardíacas (que incluyen arritmias, infartos, muerte súbita) son las responsables del deceso de decenas de personas cada día.

En los más jóvenes, además, los síntomas (falta de aire, dolor en el pecho o en la espalda) suelen ser atribuidos a otros problemas, y se llega demasiado tarde. Prevenir, sigue siendo la herramienta más poderosa.

 

Fuente: La Capital