28 de diciembre de 2015

Historia reciente y perspectiva de futuro de la Ciencia y la Tecnología en Argentina

El Dr. Roberto D. Rivarola es Investigador Superior de CONICET y Profesor Titular de la Universidad Nacional de Rosario

Me referiré en este texto solamente a los últimos años de la vida democrática sin que ello signifique minimizar el valor de lo realizado en años anteriores. Desde la creación del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva en diciembre del año 2007, el Gobierno Nacional impulsó con firmeza el desarrollo de la Ciencia y la Tecnología, con el fin de incorporarlas al servicio del desarrollo económico y social del país. A tales efectos se implementó una amplia oferta de instrumentos de financiamiento, debiendo destacarse el apoyo a la propuesta y ejecución de proyectos de innovación, emprendimientos tecnológicos, investigaciones en Ciencia y Tecnología, formación y repatriación de recursos humanos y la provisión y modernización de infraestructura y equipamiento. Todas estas acciones formuladas dentro de una política nacional que las coordinan, las cuales son descritas en el plan Argentina Innovadora 2020: Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación.

En consonancia con las mismas, el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), uno de los principales organismos ejecutores de la Ciencia y la Tecnología en nuestro país, puso en marcha distintos programas para fortalecer el desarrollo de esas áreas con el objeto del mejoramiento del bienestar e inclusión social y el fomento de la investigación aplicada orientada a la solución de demandas concretas de la sociedad, todo esto acompañado simultáneamente por un fuerte apoyo a la investigación básica.

Consideremos como ejemplo del progreso concretado en los años recientes, los avances realizados en el Centro Científico Tecnológico – Rosario (CCT-Rosario), unidad dependiente del CONICET. Tomando como referencia de comparación el año 2008, la planta de Personal integrante del CCT-Rosario, se incrementó de 685 integrantes a 1042 en junio del corriente año, produciéndose un crecimiento del 77% en el número de investigadores, 35% en el de becarios, 25% en el de personal técnico y profesional y 260% en el del personal administrativo. No podemos desconocer que sin embargo es necesario dar más estabilidad al personal contratado, fundamentalmente en el área de la Administración. Este crecimiento está siendo acompañado por el desarrollo de la infraestructura edilicia para los distintos institutos (unidades ejecutoras), dentro del marco de un Plan Federal de Infraestructura para la Ciencia y la Tecnología, que permite al personal realizar sus tareas en condiciones dignas, corrigiendo en algunos casos situaciones extremas anteriores donde se realizaban tareas en lugares extremadamente precarios para la investigación científica. Se inauguraron así los edificios de la Unidad Administrativa Territorial (UAT), del Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario (IBR), del Centro Internacional Franco-Argentino de Ciencias de la Información y de Sistemas (CIFASIS), del Instituto de Física Rosario (IFIR) y del Instituto de Investigaciones para el Descubrimiento de Fármacos de Rosario (IIDEFAR) y se hallan actualmente en construcción los correspondientes al Instituto de Química de Rosario (IQUIR) y al Centro de Estudios Fotosintéticos y Bioquímicos (CEFOBI) y el Instituto de Fisiología Experimental (IFISE), con una superficie total de 14.500 m2. Toda esta actividad sostenida con un presupuesto a costo actualizado de aproximadamente $300.000.000. Debemos notar que en el predio existía ya el edificio del Instituto Rosario de Investigaciones en Ciencias de la Educación (IRICE), sumándose al mismo en tiempos muy recientes la Unidad de Investigaciones Socio-históricas Regionales (ISHIR). El año pasado se crearon cuatro nuevos institutos, el mencionado IIDEFAR y los Institutos de Procesos Biotecnológicos y Químicos (IPROBYQ), de Inmunología Clínica y Experimental de Rosario (IDICER) y de Investigaciones en Ciencias Agrarias de Rosario (IICAR). Todas estas unidades ejecutoras tienen una doble dependencia de CONICET y de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), desempeñándose un alto porcentaje de investigadores también como docentes de la UNR, participando así en la formación de recursos humanos a nivel de grado y posgrado.

Como resultado de las políticas nacionales establecidas se ha procurado en el CCT-Rosario la generación de Empresas de Base Tecnológica con el apoyo del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva y del CONICET, creando investigadores de nuestro centro y de la UNR dos empresas relacionadas a la industria de los biocombustibles, una de ellas KECLON que investiga la generación de enzimas que eliminan las impurezas del biodiésel, a las que llamaron Egasa. Para tales efectos recibió importantes subsidios del FONARSEC (Fondo Argentino Sectorial) de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, por $1.800.000 y del Fondo Pymar de Capital Emprendedor para Empresas de Alto Crecimiento por u$a600.000 y otro grupo de inversores ángeles por u$a780.000. KECLON planea inaugurar una planta de producción de enzimas que producirá 10.000 kg de Egasa por día, para purificar un 80% de la capacidad de combustible instalada en el mercado local. Otra de las empresas es InMet, sociedad construida por asociación de investigadores del IBR con el grupo Bioceres y el Instituto de Agrobiotecnología de Rosario, cuyo objeto es desarrollar y optimizar organismos genéticamente modificados para la producción de compuestos biológicos de alto valor agregado, amigables con el medio ambiente. El proyecto inicial, fue financiado con un subsidio Empretecno-EBT de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, a través del Fondo Argentino Sectorial (FONARSEC) y aportes de los socios privados, focalizándose en la producción de biocombustibles en la bacteria Bacillus subtilis.

Investigadores del CCT-Rosario participan además de dos Plataformas Tecnológicas, financiadas por la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica (ANPCyT), a través de su Fondo para la Investigación Científica y Tecnológica (FONCyT), que tiene por objetivo apoyar la constitución de unidades con tecnología de frontera y personal altamente especializado dedicadas a proveer productos y servicios científicos y tecnológicos avanzados, altamente especializados, necesarios para grupos de investigación de excelencia y para empresas de base tecnológica. Una de ellas, PLABEM, que procura el fortalecimiento y desarrollo de la Biología Estructural y la Metabolómica, mediante un servicio de alta calidad al Sistema Científico-Tecnológico Nacional, con la coparticipación del IBR y la Fundación Instituto Leloir. La otra, SEDIPFAR, es la primera Plataforma de fármacos en fase pre-clínica de la región y es desarrollada en el IIDEFAR, de triple dependencia CONICET, UNR y el Instituto Max-Planck de Alemania. Apunta a fortalecer la innovación y el desarrollo de la industria farmacéutica, sumando valor agregado a los productos que comercializa la industria. En un primer momento los fármacos producidos estarán relacionados con enfermedades neurodegenerativas, Alzheimer y Parkinson.

En relación con la investigación médica es interesante mencionar que en el IIDICER se llevan adelante investigaciones relacionadas a la inmunopatología de infecciones por microorganismos de vía intracelular, centrándose en la enfermedad de Chagas y la tuberculosis, tratándose pacientes del Hospital Provincial Centenario de Rosario. Debemos mencionar también que actualmente en este hospital se está construyendo una Unidad de Servicios que requiere atención de pacientes en áreas de alta seguridad biológica, incluyendo Hematología, Anatomía Patológica y Metabolómica (estudio de perfiles metabólicos regionales). Esto último debido a que el instrumental disponible en el IBR ha permitido estudiar microbiomas y metabolitos en humanos.

CONICET ha creado desde su seno una Dirección de Vinculación Tecnológica, que agrupa en su dependencia a Oficinas de VT en los distintos CCT. Estas oficinas regionales actúan en red, relevando las necesidades del medio socio-productivo, coordinando las mismas con las ofertas de servicios e innovación que pueda ofrecer el sector científico-tecnológico, procurando amalgamar los conocimientos adquiridos durante años por ambas contrapartes. En particular, muy recientemente, la oficina del CCT-Rosario ha organizado la creación de la Aceleradora de Proyectos Biotecnológicos Bio.r, cuyo objetivo general es propiciar un espacio adecuado para impulsar proyectos que generen productos y/o servicios innovadores en el área, con un alto potencial comercial, que precisen de una fase de desarrollo en un ambiente académico-científico, asistiendo al emprendedor en el proceso de concreción de la idea y su transformación en un negocio. A los efectos se ha realizado un estudio de mercado y confeccionado un plan de negocios correspondiente. Esta es una experiencia única a nivel nacional, donde una empresa o una institución pública se incorporan a los laboratorios científicos con el propósito de resolver un problema tecnológico determinado a partir de una idea generada en el ámbito académico. Esta acción ya ha sido puesta en marcha con la participación fundamental de jóvenes investigadores emprendedores.

Otra actividad que se realiza es la organización de Encuentros Tecnológicos (ENTEC) a nivel nacional, con el objetivo de fomentar y fortalecer el intercambio de experiencias entre el sector científico-tecnológico y el sector industrial con enfoque en temáticas específicas, estableciendo las instancias necesarias para generar futuros proyectos entre los investigadores y las empresas. Definida la temática, se hace un relevamiento de los investigadores de todo el país que trabajan en el área y las posibles empresas interesadas en la región de organización del evento. Durante la primera parte del Encuentro, los investigadores hacen una breve exposición de los estudios que realizan y luego se reúnen en mesas de trabajo con los representantes de las empresas, coordinando la posibilidad de desarrollo de tareas en conjunto. Muy recientemente la oficina de Vinculación Tecnológica de Rosario organizó con éxito un ENTEC sobre Salud y Producción Animal. Otros ENTEC se han concretado sobre Biocombustibles, Tecnología de Información y Comunicación, Alimentos y Agroinsumos.

Esta oficina está trabajando en el diseño de políticas en el área que posicionen a la ciudad a nivel regional, nacional e internacional en estrecha coordinación con el Polo Tecnológico Rosario, que reúne a 17 empresas instaladas en ese predio, todas interesadas en tareas de innovación productiva; y La Fundación de la Ciudad de Rosario, que integra a científicos y tecnólogos con alrededor de cien empresas de la región de influencia de la ciudad .

Por cierto, se está produciendo un acercamiento concreto del sector socio-productivo al científico-tecnológico, rompiendo con el viejo comportamiento de divorcio de intereses. Ejemplo fehaciente de esta situación es el reciente desayuno de trabajo, coordinado por la oficina de Vinculación Tecnológica, a solicitud de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Rosario de reunirse con los investigadores del Instituto de Física Rosario y que ha permitido el inicio de vínculos entre ambas partes.

Todas estas acciones han sido acompañadas por la incorporación de grandes equipos imprescindibles para el desarrollo de las investigaciones propuestas, aprovechando la presentación a concursos abiertos por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva; la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica; y CONICET, a través de distintos programas de financiación. Así se han obtenido, en estos dos últimos años, dos Espectrómetros de Resonancia Magnética Nuclear, una Planta de Nitrógeno Líquido, un microscopio confocal y un microscopio invertido de fluorescencia equipado para adquirir imágenes de células vivas, , entre otros elementos. Todos ellos están adheridos a los Sistemas Nacionales de Resonancia Magnética y de Microscopía. También se encuentra en etapa de compra y/o licitación la adquisición de equipos otorgados por la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, a través de su Fondo para la Investigación Científica y Tecnológica (FONCyT) dentro del concurso de "PICT-E 2014”. Entre estos podemos mencionar un sistema de difracción de rayos-X, un espectrómetro NIR, tres bombas centrífugas de alta velocidad, dos cromatógrafos, un equipo de reacción en cadena de la polimerasa y un calorímetro, entre otros.

Muy recientemente el Gobierno Provincial ha creado una Agencia Santafesina de Ciencia, Tecnología e Innovación, a iniciativa de dos Directores de UE del CCT-Rosario y el Director de los Laboratorios Bioquímicos CIBIC de Rosario. La misma lleva adelante acciones que ponen el conocimiento al servicio de la sociedad santafesina para mejorar su calidad de vida y dinamizar las economías regionales, con la colaboración público-privada. Se realizan anualmente dos llamados a concurso, uno para el desarrollo de soluciones tecnológicas de empresas y otro para la compra de equipamiento de alta complejidad para el apoyo a la investigación científica y la transferencia de tecnologías al medio productivo. Estas actividades se realizan con participación activa de empresas de la región.

En el primer llamado de equipamiento de alta complejidad realizado en el año 2014, se adquirió un nuevo microscopio confocal (IBR) y en el llamado del año 2015 se aceptó la compra de tres equipos en el CCT-Rosario del total de los siete acordados en toda la provincia de Santa Fe: un microscopio electrónico de transmisión con unidad de barrido (IFIR), un equipo de Resonancia Magnética Nuclear munido de un robot cambiador de muestras para medición en solución y sólidos (IQUIR) y un espectrómetro de masas con fuente de plasma de acoplamiento inductivo junto con un cromatógrafo líquido de alto rendimiento (CEFOBI).

Todas estas actividades han sido realizadas en conjunto con el desarrollo de investigaciones básicas, en todas la UE como así también en facultades y/o institutos de investigación dependientes de la Universidad Nacional de Rosario, donde se desempeña alrededor del 30% del plantel total del CCT-Rosario. Es de notar también que con un fuerte apoyo del Directorio de CONICET, investigadores de nuestro centro están desarrollando tareas de inserción social. En particular, las mismas se realizan en barrios carenciados sobre potabilización de agua domiciliaria, nutrición y prevención de enfermedades.

El caso del CCT-Rosario es como ya ha sido anticipado solo un testimonio del desarrollo de las actividades en Ciencia y Tecnología que se llevan a cabo en los más de 250 centros de investigación que CONICET posee en todo el país. Es importante remarcar otros logros significativos a nivel nacional, como la creación de la empresa Y-TEC, resultante de la asociación de YPF y CONICET, orientada al desarrollo de tecnologías aplicadas a la producción de petróleo y gas no convencional. El desarrollo de la ingeniería, la construcción y puesta en órbita de dos satélites de comunicación geoestacionarios operado por la empresa propiedad del Estado argentino ARSAT, significa otro hito de relevancia internacional en el área tecnológica.

Ante esta realidad, y considerando el cambio de gobierno nacional, los investigadores estamos muy preocupados porque las políticas que se desplieguen en el futuro en Ciencia y Tecnología sean continuación de las llevadas adelante por el pasado gobierno. Estas han resultado en logros colectivos obtenidos sin importar las banderías políticas, con el único objetivo de aportar al crecimiento de nuestro país, no solo en lo concerniente al avance del conocimiento sino también en lo que hace a su soberanía nacional. Con las políticas de Estado llevadas adelante hemos logrado progresos significativos para aunar las experiencias del medio socio-productivo y del sector científico-tecnológico, en la procura de alcanzar metas comunes. Retroceder en ese sentido significaría una pérdida fundamental en el camino marcado hacia la independencia económica y política de nuestra amada patria.

Finalmente, valga en esta oportunidad un comentario sobre las decisiones tomadas en el 5º Foro de Ciencia y Tecnología en Sociedad, realizado en la ciudad de Kyoto en octubre del año 2008, con la participación de más de 750 líderes científicos, políticos relevantes, organizaciones internacionales y ejecutivos y directivos de medios de comunicación pertenecientes a más de 90 países. En mi calidad de científico tuve la oportunidad de ser invitado al evento. Se redactó en esa ocasión un documento que se elevó al G8, donde entre otros puntos se expresaba textualmente:

"Tomando en cuenta que el desarrollo de la Ciencia y la Tecnología tiene hoy en día un importante impacto en la sociedad, concluimos que debería existir un diálogo más directo entre los líderes políticos y científicos, y que los científicos deberían estar involucrados en la formulación de políticas. Como parte de este proceso, los hacedores políticos deberían acercar las necesidades de la sociedad a los científicos así como también reflejar apropiadamente el conocimiento científico acumulado en sus propias políticas. Los científicos deberían proponer activamente recomendaciones sobre políticas basadas en su conocimiento. Las necesidades generales del público para comprender y apoyar a la Ciencia y la Tecnología, y los medios de comunicación tendrán un rol de importancia creciente en este intercambio".

Mi reflexión en ese momento fue que en nuestro país nos habíamos adelantado a estas recomendaciones con acciones efectivas.

Fuente: Radio Universidad