24 de julio de 2017

Rosarinos

Un número importante de artistas rosarinos estuvieron presentes con sus obras en las diferentes galerías de Buenos Aires.

Un número importante de artistas rosarinos estuvieron presentes con sus obras en las diferentes galerías de Buenos Aires. En este marco, es necesario destacar la actividad que viene desarrollando Diego Obligado Galería de Arte, que se presentó por tercera ocasión afirmándose en un lugar de gran competencia como ArteBA. Además, se presentó el libro que editaron recientemente: Avatares de la forma. Anselmo Piccoli, de la figuración a la abstracción, con textos de la investigadora Cristina Rossi.

El stand de Diego Obligado se destacó por la precisa curaduría a cargo de Leandro Comba. La propuesta de este año se circunscribió a una selección de obras de Juan Grela, Anselmo Piccoli, Román Vitali y Mimi Laquidara, con una trastienda que apoyó a los artistas exhibidos y que sumó dibujos de Carolina Antoniadis. Uno de los principales atractivos fue la forma en que articularon obra histórica y contemporánea. Especialmente sugerente fue el diálogo establecido entre los cuadros abstractos de Piccoli —pinturas geométricas de gran porte— y la obra de Vitali, que presentó un grupo de obras que conectan con producciones previas. Se trata de la serie inspirada en los archivos de Interpol que recopilan pinturas robadas y donde el artista empezó a incluir otras materialidades como el óleo, que se sumaron a su material fetiche: las cuentas facetadas de acrílico. En la nueva serie, conformada por cinco pequeños prismas cuadrangulares, el creador desarrolló "una morfología a partir del bastidor que, en una primera instancia, se ve como un plano de color pero la obra circula hacia los laterales y el interior donde aparecen piezas de cerámica simulando el lienzo y las cuñas". Estos bloques generan capas a partir de un frente tejido de cuentas translúcidas y, detrás, planos que se recortan sobre un fondo espejado que permite ver el juego de formas geométricas y materiales diversos. Además de esta serie, Vitali presentó un par de jarrones con plantas y flores también realizadas con cuentas acrílicas facetadas donde retoma una de las grandes tradiciones artísticas —las naturalezas muertas—, a través de las cuales reflexiona sobre los procesos de transformación de la vida y del arte.

Durante los días en que se desarrolló ArteBA, la Galería Diego Obligado tuvo una muy buena recepción en el medio artístico porteño que se tradujo en algunas ventas, hecho que no se encuentra aislado del recorrido de este espacio consolidado en Rosario. No es un dato menor que se haya trasladado hace un año a un nuevo local en la ciudad (Güemes 2255) que cuenta con una sala exclusiva para muestras temporarias y una trastienda nutrida. Una jugada promisoria que abona la esperada recuperación de un mercado de arte local.

 

Fuente: La Capital