18 de agosto de 2017

Fuerte expectativa por la venta de juguetes y libros para el Día del Niño

El movimiento arrancó esta semana. La opinión de los comerciantes es dispar: en los grandes locales son optimistas, en los puestos callejeros no.

Como siempre, los chicos piden que les regalen lo que promociona la TV. Básicamente, juguetes relacionados con los lanzamientos y estrenos en cine, personajes de las películas de Disney y todo lo que publicitan los canales infantiles. Para bien o para mal, muchos padres escuchan ese deseo y eligen en consecuencia. No todos, también hay quienes apuestan por los juguetes didácticos, una alternativa que procura despertar la creatividad y no darle a los pibes "todo servido", libros (incluso de antihéroes y antiprincesas), discos, materiales para expresarse u otras opciones no tan convencionales. En las jugueterías grandes o de cadena, así como librerías, dicen que el movimiento largó fuerte esta semana, aunque en casi todos los casos aclaran que aún por debajo de lo que ocurría en años previos al 2016. En los puestos de plena peatonal, en cambio, dicen que hasta ayer se había vendido poco porque "no hay plata en la calle".

En una simple recorrida para relevar cómo vienen las ventas para el Día del Niño —una fecha a la que pocas familias dejan de prestar atención, si es que pueden— se ve que también en materia de artículos infantiles el consumo está muy segmentado.

En el puesto de Sarmiento y Córdoba, por ejemplo, Saúl Ríos, con 14 años en la esquina, dice que el año pasado fue "definitivamente" el peor, pero "este tampoco viene muy distinto".

"Si te digo cuánto vendo comparado con años anteriores, yo creo que estoy un 80 por ciento abajo", afirma Saúl. Y eso que sus precios son más que razonables: un trompo Beyblade o un telefonito arrancan en 50 pesos y una muñeca llega a 250.

En cambio, en Lader admiten ser conscientes de que otros rubros "la están pasando mal", pero no es lo que ocurre entre sus góndolas. Y eso pese a que, según datos de Came, en julio pasado las ventas en jugueterías cayeron interanualmente 3,9 por ciento.

"Acá se empezó a mover el sábado a la tarde pasado y el lunes ya arrancó fuerte", dice el encargado del local de Sarmiento al 800, Diego Martínez.

Lo que hoy motoriza las ventas son los planes de pago en cuotas (los Ahora 3, 12 y 18) y las promociones de tarjetas de crédito, que llegan a efectuar descuentos de hasta el 30 por ciento. Las del banco Municipal, Nación y Santa Fe son las que más rebaja ofrecen, pero las del Macro son las que "más mueven". Y la gente va a comprar exactamente el día en que tiene el beneficio.

El ticket promedio en el gran local ronda los 600 o 700 pesos. Entre los artículos más pedidos figuran los juegos de mesa, los Funky Pets (peluches que cambian de expresión tierna a terrorífica), Le Bebot, los brillitos de labios Num Noms, la muñeca que llora (Cry Baby), los patines de Soy Luna y "todo lo que es oferta".

En La Cubana el rango promedio de ventas es un poco más bajo, ronda los 500, cuenta Hernán, empleado de la cadena. "Las ventas vienen pausadas, creemos que van a apurarse a partir de mañana (por hoy), cuando antes no era así: se vendía mucho toda la semana".

Muñecas, camiones, personajes de cine y "todo lo que publicita la televisión" es lo que más les piden y lo que más sale. "Ahora es todo lo de Soy Luna y la línea Cars". Las promociones bancarias de tarjetas y las cuotas también son decisivas en las ventas de ese local.

Pero entre tanto juguete con licencia, la gran mayoría importado (algo que los vendedores cuentan que importa a muy pocos clientes), hay otro mundo que es el de los chiches llamados "didácticos". Y también en los locales de ese subrubro las ventas empezaron a moverse. En A Qué Jugamos Bazar Lúdico, las ventas "no dan para quejarse", pero tampoco vienen mucho mejor que en 2016 y sí "mucho más atrás que otros años", reflexiona su dueña, Nora Steiger.

La apuesta allí es a la fabricación nacional, al juguete interactivo, al que hace pensar, no tiene todo resuelto, ni pilas, ni baterías, y preferentemente es de factura artesanal.

Y otra opción para regalar el Día del Niño, bien interesante, "mucho más barata que los juguetes y que hacen mejor a la salud mental de los pibes", es el libro, afirma Walter Parnisari, de Homo Sapiens.

"La bruja Winnie" y las colecciones de las Antiprincesas y Antihéroes se están vendiendo, y muy bien. Entre 100 y 320 pesos, con dibujos e historias increíbles. Y mil libros más.

En las calles de cada centro, también barriales, los manteros pispean que no esté cerca la GUM y despliegan dinosaurios, camiones, muñecos, perritos, autos... El Día del Niño es un filón que nadie quiere perderse, aun (o más) en época de vacas flacas.

Fuente: La Capital