28 de septiembre de 2016

Quiénes son los rosarinos campeones latinoamericanos de programación

Pablo Zimmermann, Mariano Crosetti y Martin Villagra, todos estudiantes de la Licenciatura en Ciencias de la Computación de la Universidad Nacional de Rosario, se destacaron en el Concurso Internacional de Programación en Tailandia.

Por Claudio Pairoba

Pablo Zimmermann (PZ), Mariano Crosetti (MC) y Martin Villagra (MV) son los campeones latinoamericanos del Concurso Internacional de Programación en Tailandia. Más allá de la innegable importancia del logro, la llegada a esa instancia implicó dedicación, esfuerzo, pasión y una decisión personal de participar a pesar de lo complejo de la situación más allá de la cuestión académica.

Junto a la Dra. Ana Casali (AC), directora de la carrera,  hablaron del logro obtenido  y analizaron lo que sigue de cara al futuro. 

¿Cuál es el perfil del egresado de la licenciatura?

AC: Siempre se buscó una carrera que apunte más a los fundamentos, básicamente lógico-matemáticos, que llevan después a desarrollar aplicaciones. No significa que la gente que egresa de la carrera, alrededor de los 130, se dediquen solamente a la academia. Creo que hoy un 30% de los egresados están en la academia y el resto está en el sector productivo de la informática. Generalmente ligados a proyectos de innovación, a desarrollos que producen algo nuevo, no a hacer algo que generalmente ya está circulando. Apuntando a que sea gente que pueda enseñar nuevas herramientas, técnicas e ideas.

¿Qué posibilidades laborales tiene el profesional?

AC: El espectro de trabajo es muy variado en los egresados. Es una carrera relativamente nueva, si bien ya cumplimos 20 años. Dentro de las carreras de la facultad es la más nueva salvando un profesorado que se está abriendo este año en Física.

Hoy venimos porque los resultados de los estudiantes son muy buenos, tanto los éxitos que ellos han tenido en un certamen de programación, como otros trabajando en sectores claves del área informática. Tenemos egresados que han hecho doctorados afuera y hoy son investigadores de primera línea a nivel mundial. Está bueno lo que se puede gestar a través de la educación pública y en particular nuestra carrera.

¿Uds. ya habían participado en esta competencia?

MC: Ya habíamos participado el año pasado en la mundial en Marruecos. No nos fue mal, pero ahora alcanzamos el objetivo supremo que teníamos. Hablando más de esta competencia, dentro del ámbito de las ciencias de la computación hay un montón de cosas y nuestra carrera no hace mucho foco en lo que nosotros hacemos, que es la algoritmia estructural de datos. Hay muchas cosas interesantes, y siempre una carrera en una facultad tiene una cierta orientación. A nosotros se nos dio por investigar un poco esto de la algoritmia y en estas competencias es como que encontramos un espacio apropiado.

Pablo fue entrenador mío en la Olimpíada Matemática, lo cual tiene mucho que ver con esto. Los que van a estas clases de olimpíadas son ex competidores de olimpíadas de matemáticas en el secundario. A Martín lo conocí entrenando chicos para las Olimpíadas de Informática del Politécnico.

MV: Yo me enteré de que existía esto en los últimos años de la secundaria y gracias a ellos. Ellos se entusiasmaron y empezaron a entrenar gratis. No había casi nada de difusión.

MC: No tenemos que olvidarnos de Eric Biagioli quien se puso a entrenar chicos y ya tuvo la idea de que a esto había que apoyarlo. Luego él se fue a hacer un doctorado a Brasil.

Los mejores de Latinoamérica          

¿Ha habido un aumento de la participación de estudiantes rosarinos?

MC: No había ningún chico de secundario de Rosario que participara. Ahora, en estos últimos años, de cuatro chicos que fueron al mundial de secundario de informática, tres fueron rosarinos. A mí siempre me quedaron las ganas de participar en la secundaria y por eso les dije de armar un equipo para participar a nivel universitario. Se me ocurrió formar un equipo, lo cual es bueno porque siempre uno puede suplir las deficiencias de otro. Nosotros hemos sabido aprovechar bastante este tipo de trabajo.

MV: Hay dos competencias: una para secundaria y otra para universidad. Para la secundaria es individual y para la universidad es en equipo.

Pablo, vos sos el más grande de los tres. ¿Cómo es tu experiencia en este tema?

PZ: Yo me quedé con las ganas de la olimpíada matemática. Nos conocimos y el objetivo era juntarnos para viajar a Marruecos, donde era el mundial. Por eso nos pusimos a trabajar y nos fascinamos de lo que es compartir, trabajar juntos y dividir el trabajo de acuerdo a las habilidades de cada uno. Cuando terminamos de competir nos juntamos para ver qué hicimos mal, qué hicimos bien, porque nadie nos estaba guiando. Después fuimos conociendo más gente que nos dio unos tips.

¿Cuál es el objetivo de estas competencias?

PZ: Estas competencias surgen por universidades de EE.UU. pero con esta idea de que la gente trabaje en equipo. Hay una sola computadora y uno tiene que organizarse para resolver un problema lo más rápido posible, aunque se premia por cantidad de problemas y no por velocidad. En otras partes del mundo les sacan mucho jugo a estos encuentros. El hecho de buscar formas más sencillas de implementar y entender las cosas ha llevado a descubrimientos.

¿Qué impacto tienen las competencias en otros países?

MC: En Rusia y en China está todo más institucionalizado, por lo cual a la gente se le hace más fácil competir. Se les reconoce parte de la carrera y se puede hacer que esta sea más personalizada. Por ejemplo, en Rusia pueden elegir dedicarse a la algoritmia. En Cuba hay papers que describen sobre cómo pueden servir estas competencias.

¿Cómo se llega a ir a un Mundial?

AC: Antes hay que pasar por distintas instancias a nivel nacional. El torneo argentino tiene distintas sedes y previo a los chicos, han participado grupos de la carrera. Lo que creemos es que a partir del éxito que ellos han tenido hay que hacerlo más institucional. Hay grupos que han ido, docentes que han impulsado el estudio de la algoritmia. Un gran avance es que el año pasado la facultad fue una de las sedes del torneo argentino. Entonces no fueron dos equipos que viajaron a Buenos Aires, si no que ya hubo alrededor de 9 equipos que participaron, de la Universidad Tecnológica Nacional, de Santa Fe, de nuestra facultad. Tuvimos que prepararnos para que todo funcione ya que se hace online, y hay un programa que va chequeando la resolución de ejercicios en el momento. La preparación para ser sede nos permitió tener una mayor participación. Después está la instancia regional.

¿Cómo se encaran este tipo de competencias a nivel institucional o país?

AC: Hay una filosofía que uno puede compartirla o no. Por ejemplo, los rusos separan desde chiquitos a los que tienen cualidades, como a los gimnastas. No estamos de acuerdo, pero en Latinoamérica hay más escuela en Brasil y Cuba para fomentar desde lo institucional. Si bien conseguir los fondos para que viajaran a Brasil fue complicado, pudimos lograrlo.

MC: Tampoco podemos pedir que haya una cuestión institucional cuando nadie había clasificado de nuestra universidad antes.

PZ: Nosotros empezamos a entrenar solos. Después fuimos a un campo de entrenamiento de dos semanas, con docentes universitarios que dedican tiempo porque lo creen importante. Eso nos permitió tener un crecimiento grande. Esto es para competir a nivel Latinoamérica. Después en Brasil se ve quien compite a nivel mundial.

¿Cuáles serían los pasos entonces?

AC: Primero se va a estos campos de entrenamiento, después se pasa por la competencia argentina, después la regional en Latinoamérica que determina quien va al mundial y después el Mundial.

PZ: Ganamos a nivel regional compitiendo con Chile, Perú, Bolivia, Paraguay y Uruguay. De esa zona clasifican tres al mundial. Nosotros ganamos, segunda salió la Universidad de Buenos Aires (UBA) y tercero un equipo de Perú. En Brasil compiten como 700 equipos pero tienen otros cupos.

¿Que rol tiene Brasil en estas competencias?

AC: En Brasil hay una mayor diversidad por eso hay universidades con más años y trayectorias, como también en la Argentina. Lo mismo pasa en nuestro país con la UBA, de donde egresó uno de los primeros investigadores en Ciencias de la Computación latinoamericano. Para nosotros es nuevo, pero la que viene haciendo historia en esta competencia es la UBA. El año pasado fue noticia que ellos le habían ganado a muchas universidades sumamente relevantes.

¿Que presencia ha tenido Latinoamérica en los últimos años?

MC: Brasil había venido comandando en los últimos años en Latinoamérica pero el año pasado ganó la UBA y ahora nosotros. Lo interesante es que se van formando grupos generacionales en los cuales se crea mucho apoyo. Pero lo que hace la institucionalización es que esto se mantenga en el tiempo. Todos los años Rosario puede mandar equipos a la final.

¿Cómo influye este premio a futuro?

AC: La idea es utilizar esto para que continúe en el tiempo dándole estructura. Sería buenísimo que ahora que ellos no van a competir puedan seguir como entrenadores de nuevas generaciones, organizando el torneo argentino y que puedan replicar su potencial. Y que institucionalmente sea menos costoso. Por ejemplo, ahora hay ocho chicos que quieren ir al entrenamiento en Neuquén. Y si bien allá les becan el curso, el pasaje es muy caro. Entonces, la idea es que si un equipo llega, el entrenamiento en Brasil sea más fácil. Armar una red desde lo institucional para que no quede como un evento aislado. Que se vaya gestando un grupo de gente que esté en esto. Pienso que el que haya un grupo de gente que esté preparada para resolver y pensar problemas  de una mejor manera, redunda en la vida y en los profesionales que gestamos.

¿Quiénes sponsorean estas competencias?

MC: La competencia la patrocina IBM. Los entrenamientos en Argentina y Brasil, Google. Últimamente se puso de moda como parte de la estrategia de recruiting el tomar problemas de algoritmia. En Intel que está en Córdoba, por ejemplo, hacen entrevistas tomando problemas de este tipo.

AC: Estas competencias tienen empresas fuertes que sponsorean. Desde el punto de vista de conseguir sponsors para cosas más locales es más complicado. Nosotros, por ejemplo, venimos organizando las Jornadas en Ciencias de la Computación desde hace unos 15 años y hemos tenido épocas con participación de las empresas. Últimamente estamos viendo porque no hay nada concreto y nos ha costado mucho. Creo que hay que hacer la cuestión local más estable con dinero de la universidad y después los eventos extras sí pedir dinero de otra fuente.

La Licenciatura. en Ciencias de la Computación depende de la Escuela de Cs. Exactas y Naturales (Facultad de Cs. Exactas, Ingeniería y Agrimensura). Es la única carrera de grado de la Universidad Nacional de Rosario en el área de computación con una orientación científica.

Fuente: UNR

 

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