20 de septiembre de 2017

Rincones rosarinos: sede de la fundación Josefina Prats

La residencia está ubicada en Córdoba y Moreno y fue construida en 1912. El primer propietario fue Don José Firpo, luego adquirirda por Rouillón y finalmente vendida a Doña Josefina Prats, nombre que lleva la fundación en homenaje a sus trabajos en a beneficencia, música y pintura.

Por Arq. Ricardo F. Miranda

El primer propietario de esta residencia fue Don José Firpo, que la mandó construir en el año 1912. A poco de terminada fue adquirida por Don Alfredo Rouillon, quien en el año 1930 la vendió a Doña Josefina Prats. A su muerte, se organizó la fundación que lleva su nombre y donde  tiene su sede.

Su proyecto y ejecución fueron confiados a Don Segundo Taiana, miembro de la empresa constructora local “Taiana y Cía”.

El primitivo asentamiento de los habitantes de la villa del Rosario, alrededor y próximo a la plaza 25 de mayo, y hacia el sur sobre la calle camino a Buenos Aires, se fue desplazando hacia un nuevo sector de la ciudad, la calle Córdoba y el Boulevard Oroño.

La zona del terreno elegido, en la esquina sur-este de Moreno y Córdoba, comenzó a valorizarse a fines del siglo XIX y principios del XX con la construcción de importantes edificios: la escuela Gobernador Freyre, el edificio de los Tribunales Provinciales y la Jefatura de Policía. Marcos Paz donó los terrenos para la plaza San Martín, y en la cuadra de Córdoba entre Dorrego e Italia, una plaza de toros dio lugar a importantes residencias particulares, siendo hoy unos de los  tramos con obras de más alto valor patrimonial.

Don José Firpo era natural de Génova. Radicado en la Argentina, tuvo una actividad destacada empresario, industrial y hacendado. Participó en la Bolsa de Comercio porteña y local. Fue fundador de la cabaña "La Danesa" y de las compañías de seguros “La Continental” y “La Agraria”. En 1898 se casó en Las Rosas, Santa Fe, con Doña María Miró, natural de Montevideo, y fueron padres de siete hijos.

Poco después de terminada, la residencia fue vendida y la adquirió Don Alfredo Juan Rouillon, quien fue miembro del concejo deliberante, diputado provincial, intendente de la ciudad y directivo de importantes empresas, sociedades y clubes de Rosario. Estaba casado con  Doña María Hortensia Echesortu y tuvieron diez hijos.

La señora Josefina Prats era hija de Jaime Prats, integrante de la firma “Prats hijos y Cía.”, importante terrateniente y colonizador, fundador de las colonias Lérida, Chabás, La Josefina,  San José de la Esquina y Sangará. Josefina casó primero, en 1912, con el Dr. Rafael Biancofiore, administrador y socio de su padre y luego con el Dr. Albino Pugnalin, jurisconsulto y diplomático. Josefina Prats de Pugnalin se dedicó a la beneficencia, la música y la pintura. Al fallecer, se organizó la fundación que lleva su nombre.

La firma “Taiana y Cía.” fue fundada en 1904 por los hermanos italianos Enrique y Ángel, a quienes luego se uniría su primo Segundo, autor de las residencias de Luis Copello, de Córdoba 1868, donde hoy funciona la “Federación  Gremial de Industria y Comercio”, la de Domingo Minetti, en Córdoba 1826, del Palacio Vasallo, en 1º de mayo y Córdoba, hoy Concejo Deliberante, y del piso superior del Hospital de Caridad, hoy Hospital  Provincial, sobre calle Alem. Los Taiana, fueron responsables de la construcción de obras singulares de la ciudad: el edificio Boero, en Sarmiento 991, el Club Social, actual sede del Sindicato del Seguro, en Mitre  848, la sede del Banco Provincial de Santa Fe  de San Martín y Santa Fe, y la residencia de la familia Recagno en Bv. Oroño 1155, entre otras.

Esta residencia, junto a los otros tres componentes de esta esquina, conforma un nudo de alto valor urbano: el antiguo Palacio de los Tribunales Provinciales, hoy sede de la Facultad de Derecho, la Plaza San Martín, y la residencia De Lorenzi, hoy Museo de la Memoria.

Hay una relación de similitud en la implantación de la casa Firpo en el terreno con la ubicación de la casa De Lorenzi: ambas se apoyan en una medianera, abriéndose a un jardín sobre calle Moreno. Sobre calle Córdoba, también como ocurre con la de De Lorenzi, la de Firpo llega hasta la línea de edificación y allí tiene su ingreso principal. El retiro por Moreno también tiene coincidencias con la línea recedida del antiguo edificio de los Tribunales.

Taiana proyectó para Firpo, una residencia compuesta de subsuelo, planta baja y primer piso, con cubierta plana de azotea.  En la fachada sobre la calle Córdoba se centra el ingreso entre balcones. Sobre la calle Moreno la construcción se recede de la línea de edificación con un angosto jardín que sirve de transición entre la calle pública y el espacio privado. A la sólida fachada que continúa a la de Córdoba, le sigue una construcción de una sola planta: un jardín de invierno cerrado por vitraux y cubierta de mansarda. Un amplio patio separa la residencia de la medianera sur. Originalmente, un treillage de madera de rica factura le daba privacidad a este patio, cerrándolo en la prolongación de la línea de los ventanales del jardín de invierno.

La terminación exterior es de material de frente y todos los ambientes principales se abren en ambas fachadas a balcones de trabajada herrería.

Los sótanos ocupan toda la superficie construida y tuvieron diferentes usos, según cada familia que la fue habitando. En ellos se encontraban las despensas, la bodega, la sala de máquinas del ascensor y el depósito de alfombras. El gimnasio, la sala de esgrima y una sala de cartas, eran allí abajo lugares exclusivos para los hombres. Para habilitar su estudio, Don Albino Pugnalin reformó dos grandes habitaciones, las revistió en maderas de raíz, y les dio acceso directo abriendo una pequeña puerta a la calle Moreno. En la actualidad, en estas dos habitaciones funcionan una sala de reuniones y una de conferencias.

Al ingresar en la planta baja de la residencia, un hall de doble altura nuclea el escritorio, la sala principal y una salita. En un segundo hall se ubica el ingreso al comedor y la escalera principal que conduce a los siete dormitorios del primer piso. Le sigue el jardín de invierno detrás del que se desarrolla el área de la cocina y las habitaciones de servicio.

La casa mantiene su estructura original. Se conservan los pisos de roble de Eslavonia, las molduras de los cielorrasos, y las boiseries y los entelados de las paredes. Los baños tienen sus primitivos revestimientos y hasta los artefactos de luz originales. Muchas de las pinturas de la última propietaria, y algunos de sus muebles, visten los salones principales.

En el año 1950, con motivo de celebrarse el 5º Congreso Eucarístico Nacional en nuestra ciudad, se alojó en la residencia el Legado Pontificio de Su Santidad Pío XII, Eminencia Reverendísima Cardenal Ernesto Rufini.

La residencia es hoy sede de la Fundación Josefina Prats, y alberga además, entre otras instituciones, al Centro de Estudios Genealógicos e Históricos de Rosario, la Junta de Historia de Rosario y el Círculo Numismático de Rosario.

 

 

               

 

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