25 de febrero de 2020

Rosario: escenario donde se enarboló por primera vez la Bandera Nacional

Este 27 de febrero se cumple un nuevo aniversario del primer izamiento de la enseña patria en manos de Manuel Belgrano, en 1812 en el entonces pueblo de Rosario. El contexto y los protagonistas de aquella tarde frente a las islas del Paraná.

 

Por Miguel Ángel De Marco (h)

¡Si las hermanas Caraballo hubieran escrito lo observado en aquellos días!… Ellas vivían en el único rancho situado en la punta de la “barranca de las ceibas”, en las proximidades de la batería “Libertad”, que para el 27 de febrero estaba a punto de ser concluida y tenía emplazada sobre sí la mayoría de los cañones. Longevas, alcanzaron a transmitir oralmente sus recuerdos sobre aquel día glorioso del 27 de febrero. Otros antiguos vecinos aportaron también sus impresiones y todo aquello conformó un anecdotario que no se ha podido verificar documentalmente.

 

En 1897 se publicó una de las primeras crónicas históricas de Rosario, escrita por Eudoro y Gabriel Carrasco. Ellos rescataron el testimonio de antiguos vecinos. En esa obra ya se afirmaba que la bandera “inventada por Belgrano” había sido “enarbolada por primera vez “en el paraje comprendido entre las calles Santa Fe y Córdoba, en su prolongación hasta el agua, sitio en que actualmente se encuentra la plaza Brown (donde se levantó el Monumento Nacional a la Bandera), la casa conocida por Ignacio Comas, la fábrica del gas (la actual plaza de la coronación) y las calles que ellas circundan”. En cuanto a la ceremonia del 27 de Febrero, los Carrasco (padre e hijo), hicieron suya el relato escrito por Bartolomé Mitre, ex presidente e historiador argentino, en su “Historia de Belgrano”: “En la tarde del día indicado se formó la división en batalla sobre la barranca del río en presencia del vecindario congregado por orden del comandante militar. A su frente, se extendían las islas florecidas del Paraná que limitaban al horizonte; a sus pies se deslizaban las corrientes del inmenso río, sobre cuyas superficies se reflejaban las nubes blancas en el fondo azul de un cielo de verano, y el sol que se inclinaba al ocaso, iluminaba con sus rayos oblicuos aquel paisaje lleno de grandiosa majestad”.

 

Y continuó: “En aquel momento, Belgrano que recorría la línea a caballo, mandó formar cuadro y levantando la espada con un gesto heroico dirigió a sus tropas estas palabras…” seguidamente transcribió la proclama y a su término dijo: “Las tropas ocuparon sus puestos de combate. Eran las seis y media de la tarde y en aquel momento se enarboló en ambas baterías la bandera azul y blanca, reflejo del hermoso cielo de la patria, y su ascensión fue saludada con una salva de artillería. Así se inauguró la bandera argentina”.

 

Según Mitre, aquella escena había sido “calculada para impresionar profundamente los ánimos y comprometer a los tímidos en todas las consecuencias de la revolución, causando tanto entusiasmo en las tropas como sorpresa y desagrado en el gobierno. Todos dieron al acto el significado que realmente tenía y vieron en él el algo más que el preliminar de la declaración de la Independencia”.

 

En el río, cinco buques anclados para transportar a Santa Fe a los Granaderos de Fernando VII, completaban la emotiva escena.

 

Esta versión de Mitre adquirió para las sucesivas generaciones argentinas a partir de la segunda mitad del siglo XIX un documento incuestionable. Inspirados en ella se hicieron las posteriores evocaciones con un altísimo impacto en el ideario colectivo. Así se asoció a uno de los padres de la patria con la “invención” de su máximo símbolo como si de él hubiera dependido la selección de los colores. Sin embargo, él mismo expresa “La mandé a hacer blanca y celeste conforme a los colores de la escarapela Nacional”.

 

Lo que nadie puede discutir es que la oficialización de la escarapela y la Bandera Nacional fue iniciativa suya, obra de su coraje y convicción, y que ambos símbolos de la patria fueron impulsados y presentadas “oficialmente” por Belgrano en Rosario y con la participación indispensable de los rosarinos. Con todo derecho, la ciudad puede preciarse en ser la Cuna de la Escarapela y la Bandera Nacional.

 

Protagonistas

Manuel Belgrano:

A sus 42 años de edad era uno de los revolucionarios mejores formados para el diseño y ejecución de políticas de Estado. Honorable, soltero y sin hijos, el ex secretario de la Primera Junta había consagrado su vida a la causa de Mayo. Nació en Buenos Aires el 3 de junio de 1770, y estudió en Europa. A su regreso se desempeñó en el Consulado de Comercio desde donde propuso iniciativas para el desarrollo nacional. Devenido por circunstancias apremiantes en coronel, descollaba por su sensibilidad humanitaria y no ponía barreras en el trato con la gente. Esa capacidad de sentirse uno con los demás le permitió forjar estrechos lazos con los rosarinos que tanta nobleza y lealtad le habían demostrado dos años antes, en 1810, en su paso al Paraguay. Sacó provecho de su amistad con el rosarino Vicente Anastasio Echevarría y su relación con el párroco Julián Navarro, para informarse de lo que en Rosario sucedía y sumar apoyos. No fue casual entonces que con todos ellos compartiera su empeño de dotar a la causa patriota de una Bandera Nacional.

 

Tropa:

Estaba compuesta principalmente por el Batallón N.5 de Infantería (ex Cuerpo de “Patricios” de Buenos Aires). También formaban efectivos del Batallón de Pardos y Morenos, del Regimiento de Dragones de la Patria y Granaderos de Fernando VII, y un piquete de artillería.

En un extremo se situaron los milicianos del Rosario, un nutrido grupo de paisanos de a caballo.



Habitantes:

En la aldea vivían unas 600 almas, agrupadas en unas ochenta familias, cada una compuestas de numerosos integrantes, padres, hijos, abuelos, primos y personal de servicio. Según Belgrano, enarboló la bandera aquel 27 de febrero para “entusiasmar a estos habitantes”.

 

Julián Navarro:

El cura de la aldea, el doctor Julián Navarro, condiscípulo en Buenos Aires de Mariano Moreno y otros patriotas, se convirtió en adalid de la resistencia contra las arbitrariedades de los realistas rosarinos en 1810 desoyendo así las amenazas de severos castigos. Había nacido en 1777. Se sostiene que el 27 de febrero pronunció la fórmula ritual de la bendición acostumbrada en aquel entonces, implorando a Dios protección, utilizando un hisopo que se conserva en el Museo Histórico Provincial “Julio Marc”. Un año más tarde José de San Martín destacó “su valor e intrepidez” socorriendo a los heridos en el Combate de San Lorenzo. Acompañaría al Libertador de América en su campaña a Chile. Fue uno de los pocos que tuvo el privilegio de intervenir en tres grandes eventos de la historia nacional: La creación de la Bandera por Belgrano, el bautismo de fuego de San Martín en San Lorenzo, y el Cruce de los Andes.

 

Cosme Maciel:

Según la tradición oral Belgrano llamó a don Cosme Maciel, regidor del Cabildo de Santa Fe, por ser la autoridad política de mayor rango, para ser el primero en izar la bandera. Había nacido en la capital provincial en 1784 y pertenecía a una familia criolla de abolengo. Se dedicó al comercio fluvial y a la construcción de barquichuelos y por eso en esos días viajó a Rosario para cooperar con el ingeniero Monasterio en el traslado de los materiales necesarios para la construcción de la batería Independencia, poniendo al servicio su propia embarcación. Belgrano habría querido distinguir este decisivo aporte al solicitarle que elevara la primera enseña nacional. “Como arriba se mencionó, “no fue accidental” su presencia en Rosario. Como funcionario santafesino verificó la realización de una fortificación que contribuiría también a la seguridad de Santa Fe y la Bajada (Paraná) y en su carácter de empresario naval aportó su conocimiento de baquiano en la navegación y medios. Maciel sería en los próximos años una de las figuras más destacadas en la defensa del federalismo y la autonomía santafesina, y comandante “de la escuadrilla naval de Santa Fe”. Un nieto suyo alcanzaría el cargo de intendente de Rosario y sería uno de los más decididos hacedores de un Monumento a la Bandera: Luis Lamas.



Catalina Echevarría de Vidal:

A sus treinta años, era una de las principales señoras del poblado. Integra la trilogía de personajes que la tradición adjudica participación directa en el acto del 27 de febrero, junto a Navarro y Maciel, y por ende es la única protagonista de ellos nacida en Rosario. Sus padres fueron Tomasa de Acevedo y Fermín de Echevarría. Su hermano Vicente Anastasio, fue el rosarino que participó en el Cabildo Abierto de 1810 que derrocó al virrey, funcionario del primer gobierno patrio, y amigo dilecto de Belgrano. Cuando María Catalina quedó huérfana a temprana edad fue adoptada por el vecino español Pedro Tuella, quién la educó como su propia hija. En 1810, contrajo matrimonio con Juan Manuel Vidal, y casi al mismo tiempo conoció a Manuel Belgrano de paso por Rosario rumbo a Paraguay. En 1812, le habría sido encomendada la confección de la bandera con la que el prócer quería presentar en ocasión de inaugurar la Batería “Independencia”. Existe una osada especulación acerca de que ella tomó los materiales de la tienda de don Tuella, su padre adoptivo, que era de las más provistas de la zona, y que no sólo la confeccionó, sino que el día 27 de febrero la llevó sobre sus brazos extendidos hasta el pie del mástil.  Al poco tiempo ella se radicó en el pago de San Lorenzo, (en una casa ubicada en lo que en la actualidad es la avenida San Martín Nº 1482, entre la calle Belgrano y boulevard Urquiza, de la ciudad de San Lorenzo. Falleció el 18 de julio de 1866, siendo depositados sus restos en el lugar.

 

Homenaje a Manuel Belgrano en Rosario este jueves 27

 

Los homenajes comenzarán este jueves, cuando se conmemora el día en que Belgrano enarboló la bandera argentina y exclamó: "Juremos vencer a los enemigos interiores y exteriores, y la América del Sur será el templo de la independencia y de la libertad". Ese día, la ciudad de Rosario homenajeará al prócer por la mañana, cuando habrá un izamiento de la bandera en el monumento a Manuel Belgrano, en el Boulevard Oroño 1934 a las 8:30 horas. Por la tarde, a las 18, se llevará a cabo un acto en el Parque a la Bandera, frente al Monumento a la Bandera (Avenida Belgrano 500), organizado a nivel nacional, provincial y municipal. Se presentará allí una imagen de Belgrano de acero inoxidable, donada al municipio por el Ministerio de Defensa, a través de Tandanor. Habrá también un carrusel con bandas militares, y estará presente el Regimiento de Patricios. Se contempla la asistencia el presidente Alberto Fernández.

 

Fuente: Rosario Abanderada

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