9 de junio de 2020

Ariana Voh, la rosarina que le pone color a la ciudad

Arquitecta, artista, paisajista y solidaria. Su arte se puede ver en diferentes puntos públicos y privados de Rosario, y supo usar sus colores para iluminar a los que más necesitan.

“Busco que todos mis conocimientos participen de las cosas que hago, sea tanto una producción artística como algo relacionado a la arquitectura. Pongo todas mis herramientas en cada trabajo, no dejo de lado una cosa para hacer la otra, sino que soy el común denominador del arte y de la arquitectura e intento que eso se vea”. Ariana Scavone supo sumar sus saberes a su talento, y hacer que sus producciones sean el fruto de un trabajo profesional.

Sobre su nombre artístico, Ariana contó que según las leyes del márketing, es mejor tener un usuario único para todas las redes sociales: “Buscaba que Instagram y Facebook me admitan un mismo nombre y no lo encontraba, hasta que en la televisión un futbolista terminó una nota con un 'gracia vó', y pensé: ¡ahí está! Le agregué la “h” y las redes me lo aceptaron. Lo mantengo porque, más allá del chiste, sintetiza lo que yo busco en el arte, que es incluir al otro, que todo el proceso se complete cuando estás 'Voh'”, indica la rosarina.

“En cuanto a la arquitectura, hay una por cada arquitecto, porque es una carrera amplia que da para jugar y expresarse. Sin embargo, es cierto que salís muy estructurado de la facultad y lleva un tiempo encontrarse”, cuenta Ariana. Luego de casi 10 años de recibida, narra que al principio era “la típica con el casquito en la obra en construcción. Tuve que hacer un trabajo interno donde me pregunté si ésa era yo, y sobre todo si en eso que hacía estaba dando lo mejor de mí. Ahí me di cuenta de que lo que más me gusta es lo sensible, lo artístico, que se acerca más a las personas que a los materiales de la obra”.

“Me expreso a través del dibujo y de los colores desde los cuatro años. Cuando observo que me llama la atención, inmediatamente necesito llevarlo al papel. Nunca fui a clases formales de pintura, pero en la facultad mis presentaciones tenían un distintivo de color”, señala la Arquitecta.

Ariana Voh, desde 2015, comenzó a tomarse seriamente el hecho de jugar con los colores, sintiendo que era lo que realmente vino a dar al mundo, y cuenta: “El mensaje que busco es el de inspirar: los colores son energía y vibración. Yo creo, a través de los colores y de las formas, un recordatorio gigante de que hay cosas hermosas, y que solamente hay que detenerse a mirar”.

En Rosario hay muchos peces dibujados y son casi todos de su autoría. En total ha realizado cerca de veinte pinturas en espacios públicos y privados, y destaca uno de ellos: “Hay un mural que hice con una amiga, Aymará, en San Juan al 700, y cada vez que paso me saco una foto. Uno se lo puede imaginar, hacer bocetos y demás, pero una vez que se termina el trabajo, y que el sol le da su cuota a cierta hora, el resultado es algo mágico”.

¿Cómo es Rosario para Ariana Voh?. “Para mí la ciudad aún es gris. Si bien tiene muchos espacios verdes y río, aún me sigue resultando gris. Desde el urbanismo, combinado con el arte, se puede sumar color a Rosario. Yo personalmente le pondría más amarillo, que es un color que asocio directamente con la luz del sol y la alegría; el juego, la primavera; con todo lo que brota, estalla y florece”.

Por otra parte, Ariana también trabaja para clientes particulares, donde entra aún más en juego su rol profesional: “En ese aspecto pongo mucho de mi formación arquitectónica. Busco generar algo que potencie el espacio, para que quede mejor y para que la gente que lo va a ver todos los días esté contenta. Trabajo mucho con fotomontaje, las ideas siempre las muestro previamente de manera digital. Si bien es un boceto, estamos de acuerdo en saber a dónde vamos”.

Hace poco más de un año, fue convocada junto a otras dos artistas a realizar una serie de cuadros para subastarse en una fiesta con fin solidario: donando lo recaudado al Banco de Alimentos Rosario (BAR). “En mi caso, se me ocurrió hacer algo grande y colorido. Mientras lo hacía estaba concentrada en mi trabajo, como lo hago siempre, sin pensar en la dimensión de lo que estaba haciendo”, cuenta la artista, y agrega: “En el momento de la fiesta, cuando hablaron acerca del BAR y lo que la subasta iba a hacer posible, no lo podía creer. Me sorprendió que una obra mía, como tantas otras que he hecho, pudiera motivar a tanta gente a ofertar, cerrando en una suma asombrosa y posibilitando la producción de tantas raciones de comida para aquellos que lo necesitan. Fue una experiencia inolvidable que tengo la esperanza de volver a realizar”.

Ariana Voh no se detiene. Actualmente está trabajando en la construcción de su marca personal para potenciar esta idea de arquitectura sensible, y poder transformar los espacios en lugares placenteros, cómodos, inspiradores y con esa energía que solo un trabajo artístico y profesional puede concebir.

 

Por Matías Zupel | Fundación Rosario

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