19 de enero de 2016

Inédita cirugía ocular con células madre

El titular de la Cátedra de Oftalmología de Medicina, Alejo Vercesi, realizará una intervención con este nuevo método que permite recuperar la visión a pacientes con quemaduras oculares.

 
La nueva técnica quirúrgica consiste en la toma de una pequeña porción del limbo esclerocorneal del ojo sano que contiene células madre y trasladarlo al ojo afectado. Ese trozo de un milímetro se corta en pedazos muy pequeños que se colocan sobre una membrana amniótica en el ojo enfermo, de modo tal que las células tapizan nuevamente la cornea alterada y permiten que el paciente recupere la visión.
 
La antesala de este método surgió hace quince años cuando el equipo del Dr. Vercesi realizó en el Hospital Provincial Centenario el primer injerto de membrana amniótica. Esta forma parte de la placenta humana, por lo que contiene propiedades antinflamatorias y  cicatrizantes para pacientes con quemaduras, pero no restaura la visión.
  
Ahora, a partir de las investigaciones  del médico hindú Virender Sangwan y la experimentación llevada a cabo en el Bascom Plalmer Eye Institute, University of Miami, se podrán injertar las células madre del propio paciente sobre esta membrana.
 
El equipo médico local, si bien aplicará esta técnica, lo hará con una variante, en lugar de sutura se usará un gel plaquetario autólogo que es un componente de la sangre que actúa como engrudo biológico.
 
“La sutura es un cuerpo extraño pero aquí se trata de una sutura biológica con el propio tejido del paciente, lo que disminuye la infección, la inflamación y el dolor posoperatorio”, explica el Dr.Vercesi.
 
El especialista comenta que este método supera las prácticas que se podían realizar hasta ahora, por ejemplo, las que requieren sacar grandes porciones de tejido del ojo sano para trasplantarlo al enfermo pero suponen serios riesgos de pérdida de la visión. O aquella que requiere tomar sólo dos milímetros del tejido y llevarlo a cultivo in vitro de bioingeniería para que se expanda, pero se trata de una técnica costosa y poco segura.
 
“En general los trasplantes de cornea son de cadáveres, pero la única manera de restituir las células madres al ojo afectado es tomar una muestra de la madre, que sea un donante vivo”, sostiene el médico y aclara: “Ahora no es necesario porque se toma del ojo sano del mismo paciente”.
 
Vercesi reconoce que esta inédita intervención ya se aplicó en casos en que  ambos ojos estaban afectados, porque el paciente no corría riesgos, pero no así cuando uno de los ojos estaba sano ya que había que tomar material en cantidad que podía dañarlo.  “Ahora hay chances de recuperar el ojo quemado”, afirma.
 
De acuerdo a las operaciones realizadas en Bascom Plalmer Eye Institute, esta técnica mejora ostensiblemente la visión. Por ejemplo, un paciente con una visión preoperativa de 20/400 tuvo un resultado posoperativo de 20/40, un indicador que habilita a esa persona a conducir un automóvil.

 

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