26 de julio de 2019

Tati, la abuela de 83 años que teje para los bebés del Roque Sáenz Peña

Etel Venecia, más conocida como Tati, es una vecina de 83 años de zona sur. Con gran sentido de pertenencia por su barrio y un gran corazón, donó escarpines y mantas tejidas por ella a los bebes recién nacidos del Roque Sáenz Peña. Este jueves por la mañana visitó la maternidad del nosocomio y llevó sus regalos.

Durante el encuentro, la abuela de zona sur recorrió cada lugar de la maternidad, habló con las mamás que están allí internadas y recordó sus propias experiencias de parto: “En mi época no había todo este servicio a disposición de las mujeres. Yo pasé una situación compleja luego de dar a luz”, contó Tati que se mostraba asombrada por las remodelaciones del hospital y las nuevas prácticas implementadas en relación al parto respetado.

“La gente que pasa por acá queda vinculada afectivamente a la institución. Esto habla de que ha pasado un momento difícil de su vida, lo pudo superar y se sintió acompañada”, explicó el director del Roque Sáenz Peña, Matías Vidal.

Tati recorrió los pasillos con una sonrisa amplia, mira cada detalle y narra su vida con pasión: “La tercera edad es volver a nacer. Tengo amigos que se quedan tras una ventana y yo les digo que ese vidrio que parece empañado, cuando se traspasa, hay una vida”.

La abuela de zona sur vive en el barrio desde que tiene tres años y en todo este tiempo dejó su huella de amor y hospitalidad. Un día, buscando entre sus cosas, encontró una bolsa llena de lanas y emprendió una de las tareas que más disfruta: tejer. Sin darse cuenta del resultado, produjo 70 escarpines y con el restante hizo mantas.

“Pensé en el Sáenz Peña para donar lo que había tejido. Lo consulté en el distrito y enseguida hicieron las gestiones. Me alegra que muchos chicos recién nacidos se vayan de acá y tengan un zapatito de la abuela Tati”, dijo emocionada autoreferenciándose.

Por su parte el director del Distrito Sur, Diego Herrera calificó a Tati como una histórica: “Tiene mucha sensibilidad y es un ejemplo de participación. Hace un mes que asumí y a los pocos días se vino a presentar y a poner a disposición. La semana pasada trajo la propuesta de donación de escarpines y automáticamente le dijimos que sí. Hablamos con los directivos del hospital y hoy lo pudimos concretar”, detalló.

“Voy al Distrito desde hace 10 años, es como mi segunda casa. Soy parte, también, del Presupuesto Participativo. Tratamos de hacer muchas cosas por el barrio. Ojalá que la gente sepa cuidarlo”, afirmó Tati que no solo es activa ciudadana sino que también está en grupo de teatro, hace coro y va al taller de la memoria. Todas propuestas del municipio.

Además, Tati es madre de cuatro hijos, abuela de 17 nietos y bisnietos. Enviudó hace doce años y si bien fue un momento muy doloroso eso no la detuvo. Habla con una motivación poco vista. Ella alienta a la gente de su edad a que no se quede, que tenga un propósito.

“La vida es como un cerrojo, si no lo abrís, se oxida y nuestro cuerpo se oxida, por eso hay salir a vivir la vida”, concluyó Tati.

 

Fuente: Con La Gente