8 de enero de 2020

Matilda, el dúo pop que surgió de Rosario y fue distinguido en Japón

Juan Manuel Godoy, que conforma la agrupación junto a Ignacio Molinos, dijo que siempre buscaron proyectarse más allá de la ciudad.

La música no tiene fronteras y la mejor prueba es Matilda. El dúo rosarino de música pop, que este 2020 cumple 19 años de trayectoria, también suena en Japón. ¿Cómo? La revista Latina seleccionó a su sexto álbum “Imaginario popular” como uno de los diez mejores discos del año. Sus integrantes Juan Manuel Godoy e Ignacio Molinos, músicos y compositores, todavía no pueden creerlo, pero es una realidad, tanto que ya lo subieron a Twitter y sus fans también compartieron la buena nueva. “Este trabajo lo venimos haciendo desde que empezamos a tocar y con el tiempo nuestra música va llegando cada vez más lejos”, dijo Godoy a Escenario.

   Ahora bien, ¿qué es “Imaginario popular”? Lo cuenta Godoy: “Este es nuestro sexto disco, salió el 9 de septiembre de 2019 y después que lo sacamos en formato digital ganamos el concurso de Editorial Municipal de Rosario, por lo tanto este año seguramente vamos a hacer la presentación oficial con el lanzamiento del disco físico”.

   Matilda es el típico ejemplo de esas agrupaciones laboriosas que van despacio pero siempre para adelante. Y que se permiten cambiar para crecer. “Desde «El río y su continuidad», que lanzamos en 2016, empezamos a definir un concepto de canciones que tiene que ver más con la música pop que con el tecno pop que hacíamos antes. Nos abrimos a las canciones, a otros géneros, incorporamos guitarras criollas para que las canciones sean más aptas para todo público, más universales”, agregó.

   Y vaya que fueron universales. De no ser así, nunca hubiesen llegado a oídos de Yuko Shoji, la joven japonesa que se enamoró del pop argentino y puntualmente de Matilda. “Es una diseñadora japonesa que vive en Tokio y es muy fan de la música indie latinoamericana. Ella tiene un fanzine llamado «The Fictional Map» y también escribe en la revista Latina. Una vez le pasé un disco nuestro y le encantó, después hizo un relevamiento de música latinoamericana y de habla hispana, y de hecho llevó los videos nuestros a fiestas de Japón. Hace poco me pasaron un videíto en el que están bailando una canción nuestra en Tokio, no lo podíamos creer”, relató Godoy.

   Es cierto que “Imaginario popular” tiene lo suyo. A lo largo de 9 canciones hay un pop refinado, directo, pegadizo, bailable, pero más mid tempo y con letras más cercanas que los primeros trabajos del dúo. “Una estrella brilla a lo lejos/Una distancia sideral/Algo de ella vive en mi cuerpo/Somos vestigios del big bang” abre el disco con “Danza sin final”, como si hubiesen presagiado que esa suerte de big bang los haría explotar para trasladarse a otras latitudes.

   El disco, que está en Bandcamp y Spotify, tiene canciones que se presentan como “un muestrario de la educación musical/sentimental del proyecto”. Así, afirman, “se dejan ver en él los cassettes TDK enganchados, la radio FM, los artistas melódicos que escuchaban nuestras madres, los vinilos de algún hermano, primo o amigo más grande, los primeros programas de videoclips en la TV abierta. En pocas palabras: una simbiosis de pop indiscriminado, en sus múltiples facetas, sintetizado bajo el singular prisma de Matilda”.

   El dúo, que ya tiene en agenda un par de shows en Buenos Aires, toca habitualmente en la ciudad, pero también en Córdoba, La Plata, Tucumán, Entre Ríos y San Luis.

Como una referencia visible dentro del indie pop, integró la grilla de ciclos como el Festival Bandera, Indiefuertes, Bullicio, Otro Río, Compass, Tucumán Hace Pop, Festival Buen día, Rosario Indie Sessions y Mendopop, al tiempo que compartió escenario con artistas como Erasure (Inglaterra), Ases Falso (Chile), Fuel Fandago (España), además de Litto Nebbia, Los Auténticos Decadentes, Miranda y EI Mató Un Policía Motorizado.

Matilda activa un sistema para difundir sus discos, que siempre le dio resultado, y es un trabajo de hormiga, primero con la web, después con las redes sociales, que generó un circuito que se traduce en que su música se siga escuchando cruzando el charco. “Es un trabajo que venimos haciendo desde que empezamos a tocar. Es más, los primeros contactos para tocar en Córdoba surgieron porque mandé un disco por correo a Córdoba, gustó y nos invitaron. Siempre le dimos bolilla a las redes, ademas somos integrantes de Planeta X y siempre difundimos la música por Facebook, My Space y otras plataformas. Es la única manera de difundir lo que hacemos cuando sos independiente”, dijo Godoy.

 
Por lo pronto, esa fórmula los llevó a hacer bailar hasta a los japoneses. Ojalá el pop de Matilda siga sonando aquí y allá.