14 de enero de 2020

El recorrido por la vida de Messi en diez rincones emblemáticos de Rosario

El Ente Turístico Rosario ideó un circuito por los lugares más trascendentes en los años en que Lionel vivió en su ciudad natal. Desde la canchita donde hizo sus primeros goles hasta el predio donde se casó con Antonela Roccuzzo

Es totalmente causal y nada casual que Lionel Messi haya nacido en Rosario. La Cuna de la Bandera es desde fines del siglo XIX una referencia futbolística mundial con dos grandes clubes como Rosario Central y Newell’s Old Boys. En esa ciudad, llena de fanáticos por el fútbol donde muchísimos opinan y muchos juegan, en un ámbito con una competencia futbolera feroz surgió Leo. El jugador del Barcelona es uno entre miles y miles de jugadores de esa ciudad y de los alrededores. Los primeros comenzaron hace más de 140 años. La mezcla de británicos primero, y luego de italianos apasionados, españoles y criollos dio luz a esa Rosario enferma por el fútbol. Y entonces se explica sencillamente el fenómeno Messi.

La casa donde vivían los Messi está deshabitada. Con sus dos plantas, sus rejas y ventanas cerradas, el paso del tiempo se nota en las paredes. (Leo Galletto)

La casa donde vivían los Messi está deshabitada. Con sus dos plantas, sus rejas y ventanas cerradas, el paso del tiempo se nota en las paredes. (Leo Galletto)

El 10 del Barcelona se crió en la zona sur. Entre las avenidas Uriburu, Grandoli y Ayacucho transcurrió gran parte de su primera edad. Abanderado Grandoli, su primer club en infantiles, está a unos 900 metros del majestuoso Paraná. Para promocionar la llegada de visitantes, el Ente Turístico Rosario ideó este año un circuito de 10 paradas por los lugares más trascendentes en la vida de Lionel en Rosario.

Siete están en esa área sureña; los otros tres, más centro del centro. Todos encierran un simbolismo y son parte de la historia de vida del barcelonista más rosarino. Infobae recorrió uno a uno esos rincones rosarinos y los fotografió. Estas son las diez parada elegidas:

En estas canchas ubicadas en Vera Mujica y Zeballos, Lionel defendió los colores de Newell’s Old Boys desde 1994 hasta 2000, año en que decidió con sus padres probar suerte en la cantera del Fútbol Club Barcelona. Como testimonio de su paso por esos campos queda un dibujo sobre una pared de un Messi niño haciendo jueguito descalzo con una camiseta leprosa tomado de una foto muy popular de la niñez del jugador. El césped de esas canchitas fue testigo mudo de algunos de los primeros destellos de Lío como futbolista.

 Messi, por influencia de su familia, fue hincha de Newell’s. Cuando era un niño desconocido, iba a ver los partidos de su club querido. Inclusive ya después de haber debutado en el Barça y de ganar cierta notoriedad, Lionel siguió concurriendo en sus venidas a Argentina al estadio Marcelo Bielsa. Allí sólo jugó dos partidos. El primero, un amistoso organizado por las fundaciones de Maximiliano Rodríguez y Javier Zanetti en 2009. Y el segundo, también organizado por las mismas entidades en 2011. Los hinchas esperan que el 10 del Barcelona dispute algunos encuentros para el CANOB en la próxima década.

 Lío también tiene su lugar entre los atletas santafesinos que disputaron los Juegos Olímpicos dentro del Paseo de los Olímpicos de la avenida Pellegrini. Con Argentina, el 10 logró la medalla de oro en Pekín 2008 al derrotar en la final a Nigeria con un gol del también rosarino Ángel Di María. Su placa está en Pellegrini casi Entre Ríos (entre esta calle y Corrientes) en la vereda de la mano sur.

En el sur de Rosario, muy cerca de la avenida Uriburu al 400 se encuentra el barrio natal de Lionel. Una zona de casas de clase media que quedará para siempre asociado a este futbolista que alcanzó fama mundial. Allí se pueden observar gran cantidad de murales que hacen referencia a él. Como uno sobre Uriburu en donde se describe al argentino jugando en una cancha con el mundo como pelota y con una lámpara de Aladino como símbolo de su virtuosismo. El número 10 con los colores albicelestes también es un signo repetido en toda el área.

 A metros de la casa natal de Leo en Lavalleja al 400 se encuentra una cancha de fútbol pequeña. En ese potrero jugó de manera informal el astro del Barcelona cuando era un niño. En la actualidad, ese campo está preservado y está decorado con los colores de Argentina junto a murales alusivos al jugador. El hogar de los Messi, hoy deshabitado, está en esa misma cuadra, en esa misma cortada escondida en el Rosario sureño. La casa no se destaca en el paisaje del barrio. Con sus dos plantas, sus rejas y sus aberturas cerradas luce como una más de la zona.

Aunque el Club Abanderado Grandoli y Newell’s Old Boys se jactan de haber tenido en sus filas a Leo, también el Club Atlético Central Córdoba (homónimo del de Santiago del Estero) presume de ser parte de la historia de la estrella del Barcelona. Messi jugó un torneo interno en el club charrúa en 1995 del cual hay videos y fotos. Córdoba, como también se lo llama, es el tercer club de fútbol en importancia en Rosario. Ganó la Copa Beccar Varela en 1933 (terminó en el ’34) y estuvo en la Primera División A en 1958 y 1959.

 El casamiento entre Lionel Messi y Antonela Roccuzzo, ex compañera de colegio en Las Heras, se produjo el 30 de junio de 2017 y fue un acontecimiento mundial. La fiesta, que incluyó la presencia entre otros de Neymar, Xavi Hernández, Gerard Piqué, Shakira, Luis Suárez y Dani Alves, se realizó en el hotel Pullman dentro del complejo City Center, en la misma zona sur rosarina. Medios periodísticos de todo el planeta viajaron a la patria chica de Messi para registrar una fiesta que incluyó hasta la actuación en vivo de Abel Pintos.

 Santa Fe es una tierra pródiga en deportistas como Carlos Reutemann, Guillermo Coria o Gabriel Batistuta. En Rosario, en la punta de un gran parque público, a escasos 700 metros de la casa primitiva de los Messi se emplazó el Museo del Deporte Santafesino. En él, el único atleta que cuenta con un espacio exclusivo es Lionel. Las tapas sobre el Pulga de las revistas más prestigiosas a nivel mundial como la estadounidense Time decoran su sector.

 La escuela Las Heras de Holmberg y Buenos Aires también formó parte de la infancia del astro. Messi cursó toda la primaria en ese establecimiento. En 2015, el artista brasileño Paulo Cosentino realizó un mural basado en una foto del futbolista con la casaca argentina. Sus maestras, Andrea Sosa y Mónica Dómina, lo recuerdan con cariño y en cada entrevista afirman que era un chico reservado. “Él como alumno era muy callado. En el grado era muy silencioso”, dijo Dómina.

 En el Club Abanderado Grandoli, comenzó a jugar de manera formal el astro argentino con sólo 5 años. Hoy, esta pequeña entidad cambió muy poco su fisonomía. La canchita donde Messi jugaba está en el mismo lugar sólo que sin arcos fijos. Tienen unos móviles que ponen cada vez que los pibes practican. En la secretaría se exhiben algunas fotos del ex jugador más famoso de la institución. Grandoli no es más que una cancha de 7 enrejada, unos baños y una secretaría. Allí dio sus primeros pasos deportivos el 10 del FC Barcelona.

 

Fuente: Infobae