14 de abril de 2020

La historia de la pyme que junto a la Universidad de Rosario fabricó un respirador en 15 días

Es el Ventilador de Transición para Emergencias Covid-19. Simón Carpman, CEO de la compañía, dijo que se aguarda autorización de la Anmat para comenzar a utilizarlo en clínicas y hospitales.

En medio de la pandemia de coronavirus que ya se cobró más de 100.000 vidas a nivel global, tanto en Argentina como en el resto del mundo buscan desacelerar la propagación del Covid-19 para evitar un colapso de los sistemas de salud y de ese modo poder atender gradualmente a los infectados. Su busca evitar muertes por falta de infraestructura e insumos.

Al mismo tiempo, el Gobierno local se prepara para un pico de infectados a mediados de mayo y trabaja a contra reloj para equipar al sistema sanitario que no cuenta con las camas de terapia intensiva que requiere la pandemia, ni con los respiradores para dichas camas pese a que en el país hay dos firmas locales que multriplicaron su producción.

En ese contexto, una firma rosarina presentó junto a la Universidad Nacional de Rosario, el Ventilador de Transición para Emergencias Covid-19, un respirador íntegramente de origen nacional de uso específico para tratar afectados por la pandemia de coronavirus.

El proyecto recibió impulso inicial de un grupo de jóvenes innovadores santafecinos agrupados en Inventu Ingeniería, y junto a la Universidad Nacional de Rosario. La semana pasada pasada, Infobae relató también la historia de otra Pyme santafesina, de Firmat, que está en el mismo camino aunque en una etapa anterior de desarrollo.

 

El equipo, también denominado “Un respiro” y que fue fabricado con piezas nacionales –salvo la pantalla– en apenas 15 días. Fue probado en simuladores pulmonares de Rosario y Buenos Aires y es soporte para la fase aguda del Covid-19 al permitir resolver el 50% del tratamiento necesario.

Una de las principales características de “Un respiro”, es que es escalable y no tiene límites para ser reproducido. Asimismo, su diseño es open source, lo que permite ser descargado por empresas nacionales y de todo el mundo.

A la Universidad Nacional de Rosario, impulsora del proyecto, se sumaron otras instituciones educativas como la Universidad del Gran Rosario desde donde se aportó el conocimiento de kinesiólogos expertos en respiración mecánica.

También participó la Asociación Rosarina de Anestesiología, aportando médicos, instalaciones y tecnología para garantizar ensayos y simulaciones que permitieron confrontar el ventilador con situaciones de conflictos respiratorios.

Infobae dialogó con Simón Carpman, CEO y Socio de Inventu quien afirmó que se aguarda autorización de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) para poder tenerlo a disposición y agregó que la posibilidad de fabricación del respirador es de mil unidades por semana.

¿El respirador solo sirve para tratar pacientes con Covid?

- Nosotros lo hemos denominado Ventilador de Transición para Emergencias Covid-19 y tomamos esa decisión porque en esta fase del desarrollo sólo tiene el modo mandatorio, que es el más usado en el mundo. Pero en este tipo de pacientes agudos, ese modo logra abordar el 50% de la terapia, y luego es cuando empieza a intervenir el modo asistido que es el que tienen además los ventiladores convencionales.

- ¿De qué materiales está hecho?

Es un equipo que está diseñado teniendo en cuenta la escasez de componentes de la industria de productos médicos. El concepto que validamos utiliza componentes industriales disponibles, naturalmente validados desde punto de vista sanitario, pero que se encuentran disponibles en el país, y buena parte de ellos son de la industria nacional, lo que posibilita no tener un cuello de botella a la hora de tener acceso a los componentes, de forma de que podamos asegurar una alta escala de producción.

 
El equipo, también denominado “Un Respiro” y que fue fabricado con piezas nacionales salvo la pantalla, fue probado en simuladores pulmonares de Rosario y Buenos Aires y es soporte para la fase aguda del Covid-19 al permitir resolver el 50% del tratamiento necesario
El equipo, también denominado “Un Respiro” y que fue fabricado con piezas nacionales salvo la pantalla, fue probado en simuladores pulmonares de Rosario y Buenos Aires y es soporte para la fase aguda del Covid-19 al permitir resolver el 50% del tratamiento necesario

- ¿Cuánto se tarda en fabricarlo y en qué escala se puede producir?

- El equipo tiene muy pocos componentes, sólo 28, y eso es una ventaja dado que su fabricación y su ensamblado son realmente muy ágiles. Se puede producir a una escala muy alta, nosotros prevemos que podrán producirse hasta mil unidades por semana si el proceso de producción lo hacemos de manera industrial, con una buena cantidad de operarios, o bien en escalas medias con una producción descentralizada para evitar costos de logística. Es un equipo robusto, de bajo mantenimiento y también bajo en costos dado que no es una máquina muy compleja.

- ¿Cuánto costaría el respirador para el sector privado y público?

- El precio no podrá superar los USD 5.000. Está pensado para que sea de bajo costo y accesible dada la coyuntura. Pero eso no lo hace, bajo ningún concepto, de baja calidad. Por el contrario, sus atributos son la seguridad, la confiabilidad y que además es de fácil uso, previendo que eventualmente no sean profesionales de la salud expertos en respiración mecánica quienes tengan que operarlo.

- ¿Qué diferencias tiene con otros respiradores?

- Hay muchos proyectos desarrollándose y muchos que son sólidos y realmente interesantes. No es que uno sea bueno y otro malo, sino que en realidad sirven para distintas fases de estrategia terapéutica ejecutada por los profesionales de la salud. Algunos, como los sistemas de automatizción de la ventilación manual, conocido como “AMBU automatizado”, serán útiles para situaciones de emergencia que no superen las primeras horas de esa estrategia. Otros, como el nuestro, pueden ventilar a un paciente durante varios días.

 

Fuente: Infobae.com