30 de octubre de 2020

Empezó realizando un mural en su habitación y hoy diseña para los fibrones Edding

Con sólo 30 años, Anne Gabillot ya cuenta en su haber la estampa de su firma en decenas de intervenciones de distintos espacios rosarinos. El último fue el renovado Sanatorio de Niños de Rosario, donde cada habitación, sala de espera y espacios sanitarios, lucen los diseños de la artista a gran escala.

Hace diez años realizó el primer mural en su propia habitación. En ese momento bocetaba dibujos y los estampaba en pequeños objetos que comenzó ofreciendo en ferias de diseño: paso a paso su trabajo fue creciendo en tamaño y calidad hasta convertirse en lo que es hoy: una de las artistas rosarinas más buscadas.

La marca de fibrones Edding la eligió entre otras diseñadoras del país para hacer el packaging de su nueva línea de Set Creativos. Los tonos pasteles de los nuevos fibrones, resaltadores y microfibras tienen el sello de Anne, y ya se consiguen en todas las librerías y tiendas exclusivas del mapa nacional. Ella celebra cada nuevo paso y habla de un recorrido que se fue dando “paso a paso, un trabajito de hormiga, con mucho boca a boca al inicio y con las redes sociales como gran vidriera”, cuenta. Años atrás fue Facebook, hoy en día Instagram es su plataforma aliada para “contar” lo que sabe hacer. El feed de @Annegabillot es una explosión de color, con casi 20 mil seguidores que se sorprenden con cada imagen.

“Empecé a estampar mis dibujos en objetos reducidos, probé de todo. Probé pintando sobre un millón de soportes de distintos tamaños y eso es lo que me mantiene re activa”, contó la joven ilustradora y diseñadora gráfica. Anne estudió luego la licenciatura en Diseño de Comunicación Visual, una carrera que le permitió no sólo hacer los dibujos que le encantaban hacer desde chica, sino también aprender sobre todos los posibles sentidos que tenían sus trabajos, mucho más allá de lo decorativo.

La intervención que hizo en todos y cada uno de los espacios del renovado y ampliado Sanatorio de Niños de Rosario da cuenta de esto: “Está estudiado, hay diferencias en estados de ánimos al estar en espacios intervenidos y pensados con color, al estar en un lugar todo blanco. En otros países del mundo esto se hace mucho”, explica. En sus bocetos Anne cuenta una historia, cada color es elegido por su significado y por la sensación que aporta cada paleta. Los resultados, a la vista.

Como si fuera poco, fue llevando sus ideas a dimensiones cada vez más grandes. Ella y su trabajo fueron creciendo a la par: “Se fue dando, me encanta el desafío de pasar de un dibujo de 20 centímetros a una fachada con 18 metros de largo. Ahora quiero hacer cada vez más instalaciones integrales: donde pared, piso y techo sean un todo”, cerró la joven, que crece y va por más.

 

Fuente: ON24