16 de diciembre de 2021

Club Unir: cuando el deporte es el medio para la inclusión

Karina Rodríguez Araya, presidenta del "primer club de fútbol inclusivo" que nació en Rosario y ya se extiende por el país, habló sobre los objetivos que se plantean y los ambiciosos planes a futuro.

El deporte va mucho más allá de la actividad física y la competencia. El deporte trasciende, unifica e incluye. El deporte es para todos. Así lo demuestra el Club Unir FC, una institución de deporte inclusivo nacida en Rosario y que en menos de tres años de vida ya tiene sedes en distintos puntos del país y busca extenderse internacionalmente, brindándole un espacio para que cualquier chico, tenga o no una discapacidad, pueda jugar. CLG pudo dialogar con Karina Rodríguez Araya, presidenta del «primer club de fútbol inclusivo», quien habló sobre los objetivos que se plantean y los ambiciosos planes a futuro.

Unir FC es un proyecto que comenzó como una liga de fútbol inclusiva hace tres años y que creció hasta constituirse en un club durante la pandemia. Es una institución que se define como «un club de futbol inclusivo, flexible y accesible para todos, que brinda oportunidades para que las personas con alguna discapacidad puedan jugar al fútbol y generar mejoras en su calidad de vida».

El club forma parte del programa de acciones de la Fundación Educando en Valores «para atender a todas aquellas personas y núcleos familiares que se encuentran en estado de vulnerabilidad o no y que quieran adquirir las herramientas necesarias para mejorar su calidad de vida». La institución deportiva, nacida en Rosraio, también realiza un trabajo en conjunto con comunas y empresas de la provincia de Santa Fe.

«Unir es el primer club inclusivo para chicos con y sin discapacidad. No sólo eso, sino que se incluye a todos los chicos que pueden estar en situación de vulnerabilidad o chicos en general que no pueden encontrar un espacio», expresó con claridad la presidenta del club.

Sobre cómo comenzó todo, Rodríguez Araya relató: «Hace tres años hicimos un convenio con la Asociación Civil Andar, de Moreno, Buenos Aires; y con la Fundación Educando en Valores; la fundación es un poco la ‘mamá’ del club. Lo que todo empezó como una liga de fútbol inclusiva se transformó en el primer club inclusivo. Nacimos en pandemia, hicimos todos los papeles de personería jurídica y ya somos un club conformado como son Newell’s y Central. Arrancamos como una liga jugando en el predio de AFA y ya somos un club hecho y derecho».

La institución deportiva aún no tiene instalaciones propias, pero sí tiene un lugar asegurado para realizar sus actividades: «A través de un convenio de colaboración el complejo Campus, en Sorrento 1403, nos cede los espacios donde los chicos pueden entrenar. Allí tenemos escuela de fútbol a partir de los 3 años». Y agregó: «Tenemos la idea de el día de mañana, cuando tengamos nuestras propias instalaciones, tener un club sustentable, con rampas y espacios acordes a los chicos con discapacidad».

Pese a su reciente fundación, Unir tuvo un rápido crecimiento: «Empezamos con diez chicos y al día de hoy tenemos más de 150 sólo en Rosario». Y ellos ya empezaron a tener sus primeros logros: «El sábado jugamos en el predio de la AFA y salimos campeones. Estuvimos con el presidente de la institución, el Chiqui Tapia, y les hicieron regalos a los chicos. Fue un momento hermoso, los chicos pisaron el mismo césped que pisan Messi, Lautaro Martínez y el «Dibu» Martínez».

Según cuenta la presidenta de Unir, el club se está expandiendo por el país, plantando semillas en distintos puntos del territorio argentino: «Nosotros nacimos acá, pero ahora ya tenemos seis sedes. Chaco fue la primera sede y el club Chaco For Ever nos cedió el espacio para que los chicos puedan entrenar allá. También hicimos un convenio en Castelli, con la Fundación Ideni, que nos permite acceder a 18 localidades del Impenetrable. Todo el mundo lleva alimentos y ropa, y nosotros llegamos con educación y deporte. También estamos arrancando sedes en Formosa, Misiones y Bahía Blanca».

Sin embargo, no termina allí, sino que también tienen ambiciones internacionales: «Estamos recorriendo todo el país. Incluso hicimos un preacuerdo con Brasil y tenemos una posibilidad en Estados Unidos, donde están muy interesados con este proyecto. La idea sería instalar una sede allá».

En Rosario Rodríguez Araya no es la única referente, sino que también participan dos íconos del fútbol local: «En Rosario nuestros directores deportivos son el ‘Negro’ Zamora y el ‘Rifle’ Castellano. Ahí juega el folclore. Ellos van y juegan con los chicos. Adentro de la cancha se mataban, pero afuera eran amigos».

Sobre las motivaciones que los llevaron a llevar adelante esta gran iniciativa inclusiva, contó: «Nosotros veíamos que faltaba algo. Me pasaba a mí cuando llevaba a mis hijos a fútbol: veíamos que el nene que tenía discapacidad se quedaba a un costado jugando con las piedritas mientras su hermano entraba a jugar. También ocurre que a veces los profes no están preparados para este tipo de actividades. Tenemos el acompañamiento de la Secretaría de Deportes de la provincia de Santa Fe y eso es muy importante: estamos haciendo el curso de asistente deportivo recreativo».

Por último, sobre los objetivos que tienen como institución, indicó: «Uno siempre piensa en lo inmediato, pero esto también es un proyecto a mediano y largo plazo para que continúe el día de mañana. Queremos que los chicos mejoren su calidad de vida y que la transformen. Poder sacar a los chicos de la calle. Es muy amplio el objeto. Que todos los chicos, ya sea si pueden pagar una cuota o no, puedan practicar deporte. Poniendo el alma y el corazón se llega a la meta».

 

Fuente: Con La Gente