Una plataforma rosarina para la industria 4.0

Toda industria necesita transformarse, automatizarse, robotizarse. Y en Rosario se está gestando un proyecto que busca sumar a profesionales y especialistas en los más diversos oficios de toda la provincia para potenciar la fabricación de bienes de capital. La transformación tecnológica se mete de lleno en los más diversos sectores y ahí aparecen grandes oportunidades de crecimiento y desarrollo de una empresa como AFG Ingeniería.

La firma se hizo fuerte de la mando de General Motors y se especializó en la producción de bienes de capital para la industria automotriz hasta convertirse también en proveedora de Ford, Mercedes Benz, Nissan y Volkswagen. Ahora diversificó sus horizontes y con la ampliación de su planta y oficinas que se encuentran en el parque industrial de Uriburu y Circunvalación apuesta a un nuevo proyecto para llevar la innovación y desarrollo tecnológico a diferentes sectores.

AFG Ingeniería, con jóvenes 17 años de experiencia y 118 empleados, se dedica a la gestión integral de proyectos y la ejecución de servicios de ingeniería, y para 2022 tiene prevista una nueva ampliación de su planta industrial. Una obra que comienza este mes, estaría finalizada en octubre, y que permitirá tener 6.000 metros cuadrados de nave industrial y 2.500 metros de oficina.

Gabriel Fernández, fundador y CEO de AFG Ingeniería, contó en detalle su presente y su futuro: “Somos una empresa de tecnología que integra distintas disciplinas para hacer soluciones especiales para la industria. Tenemos la capacidad de diseñar, construir, montar y poner en marcha máquinas y equipos electromecánicos”.

La firma sobresale porque tiene mucho protagonismo en la sustitución de importaciones.

El máximo referente contó que el crecimiento que experimentaron en los últimos años los llevó pensar nuevos proyectos. Uno que lo desvela es conformar un cluster. “AFG es una empresa de diseño y gestión, a eso nos dedicamos, queremos asociar a especialistas, al buen tornero, fresador, pintor, robotistas, fletero y nuestra visión es aprovechar toda la capacidad instalada de la provincia, unirla, gestionarla y hacerla más competitiva”, relató.

La iniciativa cuenta con el visto bueno de los gobiernos provincial y nacional, que comprometieron su apoyo. Para que comience a rodar, desde la empresa ya tienen listo un software que permitirá gestionar todo. Realizaron algunas pruebas piloto de esta red de proveedores. “Un buen tornero de Tostado no tiene posibilidad alguna de llegar a la automotriz, pero a través de la tranformación digital, llega el plano y produce, nos manda y transferimos el dinero y lo hacemos de forma eficiente. Lo hace competitivo a él y a nosotros”, describió.

El proyecto derivó en la nueva ampliación de la planta, una obra que contará con financiación de un crédito nacional para duplicar la capacidad productiva de la firma.

AFG Ingeniería se mudó a su actual planta en plena pandemia. Durante 2020, cuando se paralizó la actividad por la crisis sanitaria y se cayeron los contratos, decidieron aprovechar el tiempo y pisaron el acelerador para mudarse al nuevo predio.

“Nos dimos cuenta de que hacemos las cosas bastante bien, que somos competitivos. Determinamos que tenemos que ser escuela y AFG esta preparado para enseñar, con mucha tecnología, para que haya autogestión”, dijo.

Y abundó: “La idea es armar un ejército de profesionales, desarrollar proveedores y transformar a Rosario en la capital de los bienes de capital para la industria en general”.

Está convencido de que lo va a lograr, porque “están las herramientas y el ecosistema para hacerlo, con todas las facultades, metalúrgicas, puertos y aeropuerto”.

“Podemos trabajar para cualquier industria, éramos chicos y fuimos absorbidos por GM; crecimos más y nos absorbieron otras automotrices; crecimos más y ahora nos animamos a otros sectores”, subrayó Fernández.

Los inicios

Fernández contó cómo comenzó todo. “Como ingeniería nadie te compra una máquina, por eso automáticamente mutamos y empezamos a contruir tornos, fresas, máquina de soldar. Nos transformamos en una metalúrgica. Después vimos la necesidad del cliente de tener que montar las máquinas. Trabajamos con automotrices, GM nos desarrolló, y nos especializamos en diseñar, construir y montar en distintas disciplinas: mecánica, software y robótica. A medida que fuimos creciendo nos fuimos diversificando”, relató sobre esta empresa integradora que hoy cuenta con capacidad de financiar, gestionar e implementar soluciones electromecánicas.

En rigor, explicó que “toda la industria necesita transformarse, automatizar, robotizar”. Y recordó que años atrás, hasta los 90, había otras firmas que implementaban soluciones de este tipo. Hoy todo viene de Italia, Alemania o Estados Unidos, con los costos que eso significa.

“Nuestros principales clientes son las automotrices y los fabricantes de línea blanca. El agro todavía no tiene la capacidad de invertir, está en una situación más precaria a nivel solución”, dijo pero con la seguridad que ya llegará el momento de la agroindustria.

La historia que hizo grande a AFG Ingeniería comenzó con General Motors, y las exigencias internacionales que toda automotriz demanda para sus proveedores. “Con ellos vimos, aprendimos y nos dimos cuenta de que teníamos la capacidad y la oportunidad y lo fuimos aprovechando. Desde 2014, que fundamos la empresa, fuimos improvisando y aprendiendo. Recién ahora empecé la carrera empresarial. Antes era un técnico con mucho entusiasmo y compromiso. Desde 2015 empezamos a ser más estratégicos”, reflexionó el empresario de sólo 41 años.

En 2017 la firma compró el predio de 10 mil m2 en el parque industrial de Uriburu y Circunvalación y ahí se consolidó el cambio estratégico de la firma. “Creemos que la empresa que tiene tamaño es la empresa que tiene gestión, capacidad de administrar y gestionar recursos y la flexibilidad. En pandemia estuvimos nueve meses sin facturar, aprovechamos y nos mudamos, éramos 68 personas en AFG y en 2021 duplicamos la facturación, hoy somos 118 personas y le damos trabajo a 60 colaboradores más. La pandemia atrasó los trabajos en las automotrices, se acumularon, y salimos adelante”, contó.

Ahora también tienen de clientes a Ford, VW, Nissan y Mercedes Benz. Pero siguen sumando, especializados como están en fabricar equipos para transportar, manipular o ensamblar autopartes y medios de producción de la industria automotriz.

Sustitución

Dedicarse a la sustitución de importaciones hizo despegar a AFG. El tipo de cambio ayuda pero fabricar equipos con mucha tecnología, que deben importar muchos componentes como cables, sensores y computadoras, con un arancel que va del 19 al 28%, ajusta los números.

“Los equipos importados ingresan sin arancel, la tecnología se nos lleva entre el 48 %y 50% de los costos. Estamos haciendo gestiones ante Nación para saldar esta diferencia,”, mencionó Fernández. Para exportar sí cuentan con una ventaja ya que la importación temporaria no abona arancel y eso les permitió este año exportar por primera vez a Mercedes Benz de Estados Unidos.

 

Fuente: La Capital