11 de abril de 2018

Rincones rosarinos: conociendo la historia del Palacio Vasallo

Bartolomé Vasallo fue médico cirujano. Una calle de la ciudad lleva su nombre. Vivió en Rosario en el edificio que fue donado a la Municipalidad y hoy es sede del Concejo Municipal.

Por arq. Ricardo F. Miranda

Hijo de padres genoveses, Bartolomé Vasallo nació en Gualeguay, Entre Ríos,  el 11 de diciembre de 1874 y falleció en Rosario el 6 de febrero de 1943. Parte de sus estudios los realizó en el Colegio Nacional de Concepción del Uruguay, y la carrera de medicina la cursó en la ciudad de Buenos Aires.

Llegó a ser un eminente cirujano, con especialización en Francia. Radicado en Rosario, se desempeñó como médico del Hospital Italiano “Garibaldi”, donde fue Jefe del Servicio de Cirugía, cirujano jefe en el Hospital Rosario (luego “Dr. Clemente Álvarez”) del que fue Director, y  miembro de la Academia Nacional de Medicina.

Una calle de nuestra ciudad lleva su nombre.

Su residencia particular en Rosario es del año 1911. Situada en Córdoba 501 esquina de 1° de mayo, fue proyecto del ingeniero Alejo Infante.

 

En la localidad de La Cumbre hizo construir en 1930 una importante casa veraniega, conocida como “el castillo”, proyectada por el arquitecto Emilio Maisonnave, de vasta actuación en nuestra ciudad. Asentada en lo alto de la ladera serrana, la casa de 800 m2 cubiertos, sobre un parque de 17 hectáreas, domina el paisaje del valle de Punilla.

Dedicado también activamente a la actividad agropecuaria, fue propietario de siete estancias en Entre Ríos, y presidente de la Sociedad Rural Argentina. Presidió la Confederación de Sociedades Rurales, la Asamblea de Ganaderos de Gualeguaychú y la Gran Asamblea de Ganaderos del Río de la Plata celebrada en Buenos Aires en 1926.

Estaba casado con Edelmira Quintana y no tuvieron hijos. Al morir, un año después que su mujer, legó todos sus bienes a diferentes entidades públicas.

Su vivienda particular en Rosario, junto con su colección de obras de arte, más una suma de dinero en efectivo para su mantenimiento, fue para la Municipalidad de Rosario con el propósito de que en ella se organizase el “Museo Vasallo”.

Su casa en La Cumbre la dejó a la Municipalidad de esa localidad para que también en ella funcionase un museo a su nombre.

Sus estancias, a la sociedad educacional “La Fraternidad” en Concepción del Uruguay, al Hospital de Caridad de Rosario, al Hospital San Antonio de Gualeguay, y a la Academia Nacional de Medicina.

Para fijar su residencia en Rosario no eligió el casco central e histórico de la ciudad, alejándose algo de él y prefiriendo una  esquina privilegiada por su cercanía al río y sus vistas. La vivienda está resuelta en planta baja, un piso alto y subsuelos, con cubierta plana de azotea y una cúpula que remata la ochava, en la que, en la planta baja se halla el ingreso de coches. Los ambientes de las dos plantas se abren a ambas calles con balcones ordenados simétricamente en una fachada terminada en material de frente símil piedra París. En una edificación anexa se encuentra ahora la sala de sesiones del Concejo.

En el año 1925 se alojaron en ella el  presidente Marcelo T. de Alvear y su señora con motivo de su visita a Rosario en ocasión de los festejos conmemorativos del segundo centenario de la ciudad.

En su interior guardaba una importante colección de obras de arte, gran parte de la cual fue rematada por cuenta y orden del Concejo Deliberante, quien estableció su sede desde 1951 en la residencia, conocida hoy como el “palacio Vasallo”, siendo su inauguración oficial el 25 de mayo de 1952. Con anterioridad el Concejo funcionaba en el edificio de la Municipalidad.

A fines del 2017 se concluyó su restauración que insumió más de dos años de trabajos y que abarcó en su interior la recuperación de materiales y objetos de valor patrimonial, y en el exterior, la reparación de las fachadas, la cubierta y la cúpula.

Se refuncionalizó el Recinto de Sesiones, con capacidad para 120 espectadores. Posee ahora monitores que informan sobre el quórum y la marcha de las votaciones. Cuenta con sistema de votación en el recinto y sistema de gestión parlamentaria. Cada banca tiene una consola en donde cada concejal puede visualizar el orden del día y el texto de los despachos a votar en un display. Cuenta con un sistema de verificación biométrica que permite que el voto se realice de manera electrónica a través del registro de la huella digital.

Con ciclos de conferencias y exposiciones, el edificio está abierto a la comunidad. La terraza es ahora pública y con acceso al mirador de la cúpula.

La Municipalidad de La Cumbre rechazó el legado hecho por el Dr. Vasallo. La casa y su parque salieron a remate y pasaron entonces a manos de Fritz Mandl, un millonario austríaco, propietario en Europa de una fábrica de armas. Tras su adquisición en los años 40, y con la intervención del arquitecto Jorge Kalnay, se le introdujeron profundas reformas, que cambiaron su fisonomía de castillo con torres almenadas por la de un gran chalet con cubierta de tejas. El nuevo propietario encargó su decoración interior al reconocido Jean Michel Frank. Por un robo en 1990 se perdieron 42 valiosas pinturas de la escuela cusqueña que el castillo albergaba. Las telas fueron cortadas de sus marcos, y algunos de ellos se  reutilizaron colocándoles espejos. En la actualidad, continúa en manos de los herederos de Mandl, quienes lo tienen arrendado para su funcionamiento como hotel: “El Castillo”, que conserva el mobiliario y la ambientación del  prestigioso decorador francés. En la zona de La Cumbre todavía se lo reconoce como el castillo de Mandl, o el castillo de Vasallo.

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