24 de julio de 2019

Pintor rosarino retrata el Paraná y lo muestra al mundo

Su obra se centra en la naturaleza del río. Con una técnica basada en hiperrealismo. Sus pinturas se confunden con fotografías y enamoran tanto en Argentina como en el exterior. Gabriel Schiavina trabaja para su próxima exposición que se realizará el año que viene en Londres

Gabriel Schiavina es un pintor rosarino que se adentró en el mundo artístico de manera autodidacta y no paró de crecer y tener reconocimiento en la ciudad y en el mundo. Su obra se basa en el río Paraná, en su naturaleza y en el patrimonio histórico, documental y ecológico que poseen las aguas que rodean a la ciudad de Rosario.

Sus inicios como pintor se remontan a su infancia. “Siempre dibujé y vendí mi primera obra a los 12 años. Allí me di cuenta que podía dedicarme al arte y ser artista”, relata Schiavina. Un médico de la familia observó una de sus obras y decidió comprarla. “Vanidades de la vida” es el nombre de la reproducción que vendió cuya autoría es de un artista   holandés. El cuadro se basa en la naturaleza muerta:  “Un cáliz vacío tumbado, una espada de mano, una vela apagada, un libro cerrado y un cráneo, son algunos de los elementos que tenía este arte clásico del romanticismo”, detalló así su primer lienzo vendido.En sus inicios  pintaba ese tipo de obras de la época para aprender las técnicas que veía en libros o en museos ya que no había acceso a internet como hoy en día para poder aprender mirando, imitando y practicando. Poco tiempo después comenzó a pintar también paisajes marinos.

Schiavina tuvo varios talleres que iba mudando al igual que lo hacía con su vida y sus actividades laborales, ya que el arte hasta ese momento era más un hobby que una forma de vida.

 

 

“Comencé a estudiar Filosofía y Teología, me quedaron solo algunas materias pedagógicas. A los 18 años me dediqué a mis pinturas, con cuatro o cinco clientes fijos y a la vez trabajé realizando diferentes tareas. Desde  ser cadete, hasta lavador de autos; también en una gráfica y tiempo después trabajé con mi hermano en su imprenta hasta que un día le dije que me dedicaba a limpiar los rodillos de la máquinas o me dedicaba a limpiar mis propios pinceles y mi hermano, que siempre fue de gran apoyo, no dudó en que siga mi propio camino”,  describió el artista rosarino.

La bisagra de Schiavina fue cuando conoció al artista Helmut Distch, quién comenzó a seguir a través de Facebook. Distch es un artista plástico argentino radicado en Viena hace años. Sus obras se inspiran en puntos extremos de la naturaleza y son elaboradas sobre lienzos que alcanzan dimensiones monumentales.

Gabriel invitó a Helmut a Rosario a participar de una exhibición de sus cuadros en El Cairo y Distch en el 2009 lo llevó a trabajar en su atelier en Viena por tres meses. “Trabajé codo a codo con un profesional, fui aprendiendo la técnica y sobre todo el oficio: como tratar al cliente, cómo meterse en el mercado. Toda la parte de protocolo, marketing y lo social”, señala.

“Desde ahí me dediqué de lleno al hiperrealismo, yo siempre hice realismo y aprendí la técnica y el estilo que yo quería para poder retratar al Paraná y nuestra vida como rosarinos. Fusioné varios estilos, el barroco, el romántico y así surgió lo que se ve en mis trabajos, centrando al río como el eje principal de mi obra”, explica Schiavina.

El joven artista está convencido y se aferra a la frase: “Pinta tu entorno y pintarás el mundo” y él quiere representar y dejar legado con su obra basada en el río Paraná. “A orillas del río nació la Bandera, eso habla de lo nuestro, de la importancia de nuestro río y eso es lo que pongo en valor en mi trabajo”, explica el artista.

Gabriel tuvo un referente muy importante: Raúl Domínguez, pintor rosarino reconocido en Argentina y en Europa recordado como el "Pintor de las Islas".  “Me crié en la casa de Raúl Domínguez y creo que seguí su legado con toda la vida del isleño y del río”, asegura Schiavina y resalta que es lo que él también quiere representar: “Quiero que mi obra sea documental y patrimonial por toda la carga histórica que conlleva el río”.

Expuso sus obras en un numerosos lugares, de hecho reconoce que sus pinturas están en algunos sitios, como empresas o lugares privados a los que no accedió hasta el momento. Pero en el 2017, su camino tuvo un nuevo quiebre: se presentó con una sola obra y ganó en Chelsea International Fine Art Competition Exhibition de Nueva York. “Esa muestra marcó la diferencia, es una de las mecas de arte y que el Paraná y Rosario, que no tiene nada que ver con ellos, sean reconocidos me significó mucho”, dice.

Nuevos proyectos

Junto a su compañera Penny Agra están trabajando en una nueva serie: serán un total de unos 15 cuadros, dos de ellos a gran formato con escala 1 a 1 en tamaño real con los tamañops reales de camalotes y olas. “Serán cuadros de 4, 5 ó 9 metros, necesitamos mucho espacio y estamos pensando en varios nombres. Nos gusta Pariente del mar que es la traducción de la palabra Paraná en guaraní y también en Serie azul ya que jugamos con diferentes tonalidades de azul del río”, anticipa Schiavina y se exhibirán por primera vez en Londres a mediados el 2020.

 

Por: Ana C. Berdicever

 

 

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