25 de marzo de 2020

¿Cómo trabajamos el distanciamiento social?

Ana Bloj es docente en la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Rosario, y destaca la importancia de cómo afrontamos esta coyuntura, de manera personal y hacia nuestros hijos.

La cuarentena que vive todo el país ha despertado diferentes curiosidades y mitos sobre el hecho de estar en nuestros hogares. ¿Realmente estamos distanciados? “Contamos con la posibilidad de mirar hacia afuera, de continuar compartiendo con la comunidad más allá de no poder transitar la calle. Por ejemplo pasa con los aplausos a los médicos o todo lo que se genera y se viraliza que hace que uno siga estando y actuando en sociedad”, observa la Doctora Bloj.

Asimismo señalaba que es un hilo invisible que nos sigue conectando como sociedad y que también nos emociona, lo que nos permite pensar que no estamos encerrados, sino que estamos cooperando con un fín, como es terminar con esta pandemia. “Son momentos en los que se pone en juego los sentidos y está bueno participar de eso. Apagar las pantallas para salir al balcón a escuchar, a observar, y también a aplaudir”, añadía.

Otra cosa muy importante que Ana Bloj señala es la capacidad de instalar ritmos. Porque el gran problema del encierro es que el tiempo se puede hacer eterno, como el servicio de la tecnología también, el espacio dentro de Internet es eterno, infinito. Entonces explicaba que instalar cortes permite un alivio en el psiquismo, y eso lo tiene que hacer cada familia con el corte que le resulte más provechoso. No puede ser un ritmo impuesto a priori, sino uno que pueda gestarse para cada familia. Por ejemplo el momento de hacer la tarea con el hijo escolarizado, puede ser en el momento cuando el hermanito más chico está durmiendo la siesta.

 “Claro que este encierro se inaugura también un momento muy importante para compartir, para jugar y realizar otras actividades que quizás en la cotidianeidad no podíamos hacer. También es un momento para cultivar mucho la paciencia y la responsabilidad, tanto personal como hacia mis hijos”, destaca quien también es docente de la cátedra de Intervenciones en Niñez y Adolescencia de la UNR.

Es muy importante cuidar nuestra propia salud mental. ¿De qué modo? “Tratando de encontrar al menos un tiempo y un espacio para nosotros mismos. Es necesario el tiempo para que uno haga lo que quiera o no hacer nada directamente. Que todos tengamos ese tiempo libre para acomodar el psiquismo en esta situación traumática, que nos dejemos lugar para la angustia, para el sufrimiento, para las preocupaciones. Que exterioricemos y nos preguntemos cuáles son nuestros principales miedos y en lo posible tratar de conversarlos con otros adultos”, señala Bloj.


¿Qué hacer con los chicos en casa?

 

La doctora recomienda generar rincones dentro de la casa. Hacer casitas o carpas, pero apelar mucho a la construcción de espacialidades dentro de la casa para evitar que los chicos se sientan encerrados. Sobre todo en aquellas casas que no cuentan con un espacio verde, un patio o una terraza.

Bloj señalaba que es importante hablar con los chicos del Coronavirus, de toda esta situación que estamos viviendo, tratando de dar tranquilidad, explicando que actualmente los chicos no son factores de riesgo, y explicarles qué quiere decir que son portadores. También pedirles que llamen a los abuelos, que se contacten con ellos y poder tenerlos presentes porque a veces hay tantas cosas que hacer dentro de la casa que nos olvidamos de ellos.

Otro punto que la Psicóloga destaca es no desesperarse con la cantidad de tarea que piden desde las escuelas. “Hay que buscar dentro del ritmo el momento en el que los chicos puedan sostener una actividad sin obligarlos a cumplir, y entender que si no la pueden hacer, quizás no sea el momento. Hay que ir hasta donde ese chico pueda, ellos también están viviendo algo nuevo”, explica.

Los chicos necesitan moverse, y la tecnología y los espacios reducidos no lo permiten. Bailar, hacer una rayuela en el piso, apelar a la soga para saltar, armar circuitos con obstáculos para correr es fundamental para que los chicos descarguen todas sus energías.

Tampoco hay que sobrecargarlos para entretenerlos. “Los chicos tienen que soportar el aburrimiento, que es la posibilidad de interesantes creaciones y encuentros con uno mismo. No está mal que los chicos se aburran, no hay que desesperarse para que eso no suceda”, señalaba Bloj.

La docente destaca que otro punto para no sentirnos encerrados sino cooperando hacia un bien común es mostrar responsabilidad y apagar todos los aparatos de Internet que no estemos usando, y reducir el tiempo de esa conexión. “Por nuestra salud mental y para entender que no hay que saturar las redes, sino ser responsables de hacer un uso racional cooperando para que el servicio informativo, sanitario y demás puedan cumplir con sus funciones”.

Para concluir, Bloj aconseja “poner cortes a las noticias. Estar informados, pero cortar para poder procesar la información. A veces se informa mucho y se dice poco, tratar de captar la información, procesarla y hablarla en familia, pero no estar las 24 horas pendiente de si aumentó o no el número de contagios”. Asimismo deja claro que lo que está sucediendo no es algo bueno, por más que podamos recupera el valor de algunas posibilidades que se configuran en este tiempo de pandemia. Es importante ser consciente de la coyuntura que nos atraviesa para poder cooperar con ella.

 

Por Matías Zupel - Fundación Rosario

 

 

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