9 de septiembre de 2020

El Polo Tecnológico Rosario celebra sus 20 años

El 8 de septiembre del año 2000 comenzó este proyecto en busca de posicionar a la ciudad de Rosario y su región como un centro de referencia internacional en el desarrollo científico y la innovación tecnológica. Dos décadas de trabajo continuo y articulado en pos de alimentar su misión.

Fue hace veinte años cuando la Municipalidad de la Ciudad de Rosario, el Gobierno de la Provincia de Santa Fe, el Concejo Municipal de la Ciudad de Rosario, la Universidad Nacional de Rosario (UNR), la Universidad Austral y la Fundación Libertad, junto a las empresas BLC SA, Grupo Consultar y Grupo Tesis, dieron el primer paso en la constitución del Polo Tecnológico Rosario (PTR).

“En términos formales, es una asociación civil sin fines de lucro que agrupa a empresas de base tecnológica, la Municipalidad de Rosario, la Provincia de Santa Fe, la Universidad Nacional de Rosario y la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), con el objetivo de promover el desarrollo científico y tecnológico de nuestra ciudad y región. En términos prácticos, es un espacio de intercambio y discusión para articular políticas y acciones que potencien a nuestras más de 100 empresas tecnológicas con talento local, y nos proyecten globalmente”, describe su actual Presidente, el empresario Juan Pablo Manson. Sus asociados son empresas de software, telecomunicaciones, biotecnología, seguridad, ingeniería electrónica, automatización industrial, energías renovables y agtech.

Con una articulación entre lo público, privado y educativo, Mansón sostiene que “la tecnología en sí consiste en el constante desarrollo de herramientas que nos permitan resolver problemas en todos los ámbitos. En la era del conocimiento, esas herramientas son fundamentalmente digitales y de base cognitiva, y es por eso, que la academia y la educación en todos sus niveles, son claves en esta articulación que llevamos adelante. Desarrollar tecnología requiere de formar recursos humanos especializados y ese es uno de nuestros ejes de trabajo más importantes. Pero también lo son discutir con los gobiernos las políticas y marcos regulatorios que permitan crecer a las empresas, generar empleo de calidad y posicionarnos en el mundo. Ese trabajo de articulación es permanente y se ve reflejado en el crecimiento de nuestra institución y nuestro parque tecnológico 'Zona i'”.

Uno de sus objetivos es visibilizar a Rosario y su región como un polo productor de conocimiento y desarrollo de tecnología de calidad. En esa dirección, el PTR logró formar una comunidad que intercambia sinergias, y fruto de ese círculo virtuoso de articulación público-privada, nace “Zona i”, que los ubica en el mapa del mundo como un lugar de innovación y talento. “Hacia afuera, hoy nos convertimos en un lugar de visita obligada cuando se trata de conocer la matriz productiva de nuestra región. Hacia adentro, contamos con un lugar que nos permite construir redes y trazar acciones para generar empleo de calidad y profesionalizar a nuestras empresas”, señala el empresario tecnológico.

El PTR posee diversos servicios permanentes principalmente dirigidos a empresas de base tecnológica, como cursos de capacitación, acercar herramientas de financiamiento y brindar consultoría en procesos de calidad. También posee en Zona i un espacio de co-working y un espacio Maker de fabricación digital para que emprendedores o empresas dispongan de espacios de trabajo para la innovación y el prototipado. Además, llevan adelante convenios con otras instituciones para acercar sus servicios y disponibilizar las instalaciones a escuelas, universidades o empresas.

La comisión directiva está formada por quince empresarios, dos representantes de las universidades (UTN y UNR) y dos representantes del estado (Municipio de Rosario y Provincia de Santa Fe). Además cuenta con un staff permanente de ocho profesionales que brindan una estructura operativa para funcionar en el día a día. “Los profesionales que trabajan en nuestras empresas tecnológicas, provienen en su mayoría de las universidades públicas locales, no sólo en software sino también en otras temáticas como por ejemplo electrónica, bioquímica entre otras. Trabajamos estrechamente de la mano de las universidades para que la formación acompañe las necesidades del mercado y para que los egresados puedan iniciarse en el mundo laboral en nuestra comunidad”, señala el directivo del PTR.

Las medidas sanitarias, al igual que en la mayoría de los sectores de la economía, tuvieron un impacto fuerte, afectando en un principio en la posibilidad de abrir las empresas para producir. Además, la caída estrepitosa de la demanda afectó las cadenas de pagos. Sin embargo este sector, de naturaleza digital, pudo rápidamente acomodarse al trabajo remoto y a la coordinación de los equipos para poder seguir produciendo desde el home office. “Desde el Polo activamos nuestro observatorio para monitorear el estado de nuestras empresas y abrir un entorno de diálogo e intercambio para afrontar la crisis. Además acercamos las herramientas de apoyo económico existentes para facilitar el acceso a aquellas empresas que atraviesan más dificultades”, señala Juan Pablo.

Si bien el sector tecnológico lleva un mejor pasar durante el Covid-19 en comparación de otros sectores económicos que hoy están casi parados, “nadie está mejor ahora que antes de la pandemia”, resalta Manson. Describe que la transformación digital motorizó algunas demandas, como conectividad, tele-operación y plataformas de comercio electrónico, pero en el balance general, no ha sido un tiempo provechoso para nadie.

En esta coyuntura, producto de la gran demanda de elementos de protección sanitaria, pusieron en marcha el espacio Maker para la producción de máscaras de protección, elaboradas con impresoras 3D. Gracias al trabajo de voluntarios y la donación de insumos y herramientas por parte de las empresas, se fabricaron más de 2000 máscaras que luego se donaron a los efectores públicos de salud de Rosario.

Más allá de que hay muchas acciones que valen la pena destacar, Manson enumeró tres eventos que resultaron multiplicadores a lo largo de estas dos décadas:

  • “La creación de un grupo asociativo para la certificación de la norma de calidad CMMI en el año 2002, que llevó más tarde a la creación de nuestro Centro de Calidad”.

  • “En el año 2013 iniciamos nuestro proyecto más importante: la construcción del parque tecnológico “Zona i” en el predio del ex-batallón 121, siendo inaugurada la primer nave en el año 2016 con la radicación de 16 empresas pioneras y las oficinas administrativas del PTR, y luego en 2018 inauguramos una segunda nave de similares características”.

  • “En el año 2019, inauguramos un nuevo edificio, con un SUM para grandes eventos, coworking y espacio Maker, con el objetivo de sumar a nuevas comunidades a formar parte de nuestro proyecto”.

20 años de un trabajo articulado y estratégico para alimentar un modelo de innovación y desarrollo, de producción de alto valor agregado y especialización, sustentable a largo plazo, e independiente de los cambiantes escenarios políticos y económicos. 20 años impulsando el desarrollo y el posicionamiento tecnológico de la ciudad de Rosario en el ámbito local e internacional. 

 

Por Matías Zupel | Fundación Rosario

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