23 de septiembre de 2020

23 de septiembre: Día de las Bibliotecas Populares

En sus servicios no figura solo el préstamo de libros. Son centros culturales, 23 en la ciudad de Rosario, que funcionan como un lugar de encuentro, de igualdad, de sociabilización. La cuota social y el trabajo voluntario mantienen latente una tradición barrial.

En 1990 por el Decreto 1.935 se estableció el 23 de septiembre como Día de las Bibliotecas Populares, en recuerdo del día de promulgación de la Ley N.º 419 en el año 1870, que creó la Comisión Protectora de Bibliotecas Populares para que fuera la responsable del fomento, la inspección y la inversión de los fondos destinados a estos establecimientos a establecerse bajo su amparo como asociaciones de particulares, en ciudades, villas y demás centros de población de la República. En la ciudad de Rosario actualmente son 23 las Bibliotecas Populares reconocidas por CONABIP (Comisión Nacional de Bibliotecas Populares), distribuidas en los distintos barrios. 

Son centros de cultura en cada sitio en que se encuentran. Brindan acceso al libro, a la información, diversidad de talleres y actividades de extensión cultural. Son importantes porque son las “bibliotecas de cercanía”. La mayoría de sus usuarios acceden a ellas caminando. Son los vecinos, los herederos de aquellos vecinos iluminados que vieron la necesidad de crear una Biblioteca Popular en el barrio.

En Rosario cada una realiza distintas actividades. “Nombramos algunas de las que son más comunes en todas: préstamo de libros en sala, préstamos de libros a domicilio (hay que ser socio), bebeteca, distintos talleres, entre ellos: ajedrez, literario, idiomas, guitarra, piano, canto, gimnasia, bordado, tejido, yoga, teatro, acrobacia, serigrafía, filosofía. También hay otras que tienen radios, jardín de infantes”, cuenta María Luisa Carletti, Presidenta de la Asociación de Bibliotecas Populares de Rosario.

En cuanto a los libros, los usuarios de las Bibliotecas Populares no son uniformes. Hay distintas generaciones. Diferencias entre los considerados nativos digitales y los que han crecido rodeados de libros de papel. Parece que el debate entre libro papel o libro electrónico es una constante. Cada uno tiene quienes los defiendan y quienes los detracten. Pero la gran diferencia en las bibliotecas populares con otras bibliotecas en el mundo, es que en sus servicios no figura solo el préstamo de libros. Son centros culturales. Siempre ofrecieron otros servicios Y es algo que muchas bibliotecas del mundo comenzaron a imitar. Con gran esfuerzo estas bibliotecas han tratado de ir adaptándose al mundo digital, con la limitación económica como lastre que demora los tiempos.

Consultada sobre la modificacación del número de socio, Carletti sostuvo que desde la Asociación no tienen esa estadística, pero sí pudo asegurar que que “en la Biblioteca Popular La Florida, donde yo participo, el número se mantiene constante, entre nuevos socios y renuncias. Esto también se manifestó durante la pandemia. Algunos socios renunciaron, pero el tiempo que estuvimos abiertos recibimos nuevas solicitudes”.

Los integrantes de estas bibliotecas han hecho un gran esfuerzo para acompañar a sus usuarios en esta pandemia. De distintas formas, porque las necesidades de cada barrio no son iguales. En muchos barrios se ha sentido muy fuerte la falta de trabajo, y en esos casos hay bibliotecas que se han organizado dando asistencia alimentaria. Algunas con mayor rapidez han podido adaptarse mejor al uso de las redes sociales y desde allí han brindado asistencia subiendo lecturas, recomendando sitios que abrieron el acceso libre a sus libros y entretenimientos. Otras han prestado, con la ayuda de voluntarios, entrega de libros a domicilio. También han dado la oportunidad de crear a sus usuarios, invitando a que cuenten su experiencia durante la pandemia con el objetivo de editar un libro y realizar concursos de cuentos breves.

Las Bibliotecas Populares son un puntal de la sociedad y valoradas por sus usuarios. ¿Por qué? Son lugares de encuentro, de igualdad, pluralidad, de sociabilización. Sus usuarios saben del trabajo voluntario que se realiza día a día para que una Biblioteca “abra sus puertas todos los días”. Y apoya ese trabajo de diferentes formas, con trabajo voluntario, pagando la cuota social, participando en las actividades que se programan.

En Rosario existe la Ordenanza 7613/2003, por la que se establece un subsidio para las Bibliotecas Populares. La Municipalidad lo entrega en un pago anual, que en 2019 fue de $50.000. “Recientemente hemos tenido contacto con la Secretaría de Cultura que, aunque no en septiembre como se realizaba los últimos años, el subsidio será pagado antes de fin de año. Confiamos en que se así se haga. La realidad es que muchas veces sentimos que no somos prioridad para el Estado”, señalan desde la Asociación de Rosario. En el orden nacional, el apoyo en los últimos cuatro años fue escaso. La designación en enero de 2020 de la Lic. María del Carmen Bianchi en la Presidencia de la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CONABIP) renovó las esperanzas. Todos los años se realiza el Programa “Libro %” durante la Feria del Libro en Buenos Aires. Bianchi fue quien lo puso en marcha en su gestión anterior (2003-2011), y la pandemia no evitó que se realizara. Por primera vez se hizo en forma virtual, y los subsidios que recibieron las Bibliotecas Populares para sus compras, duplicó al del año pasado. En el orden provincial reciben un subsidio anual de acuerdo a lo establecido en la Ley 10572/04. En 2019 fue de $70.000. “Es decir, que una Biblioteca Popular no subsiste con esas ayudas. Y no podemos evitar la sensación que no somos prioridad para el Estado”, expresan.

“Si bien es difícil pensar en una fecha, se prevé que en el período pospandémico sigan registrándose casos de COVID-19. Es imposible prever si los adultos mayores seguirán corriendo un riesgo elevado durante mucho tiempo o si esta situación cambiará. En consecuencia creemos que habrá una nueva realidad. Que las medidas de protección prudenciales seguirán por un largo tiempo. Y las bibliotecas populares brindaremos las medidas necesarias para que cada usuario pueda tener la dicha de 'abrir las puertas de su biblioteca'. Para poder disfrutar todo lo que brindan las bibliotecas populares, no solamente el préstamo de libros o servicios virtuales. Y seguramente celebraremos ese momento de reencuentro físico”, concluye Carletti.

En el mes de las Bibliotecas Populares, este 23 de septiembre la CONABIP celebra su 150 aniversario de su creación. Desde la Asociación de Bibliotecas Populares de Rosario invitan al festejo organizado para las 19 horas, que será transmitido en vivo por las cuentas oficiales de Facebook y Youtube de CONABIP y del Ministerio de Cultura de la Nación.

 

Por Matías Zupel | Fundación Rosario

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