7 de octubre de 2020

Semana Mundial del Espacio: “Convertir lo desconocido en conocido”

El ingeniero rosarino Raúl Romero, de larga trayectoria en la NASA, remarca la importancia de los estudios científicos para el planeta tierra, y cuál es la última meta de su carrera profesional que cumple en cada ocasión que vuelve al país.

Perseverancia es el quinto vehículo que la NASA colocará en suelo marciano. Fue lanzado el jueves 30 de julio desde Cabo Cañaveral y, según se prevé, llegará al planeta Marte el 18 de febrero de 2021. Raúl Romero es el ingeniero rosarino que coordina una de las secciones de esta misión que intentará corroborar si Marte fue habitado en el pasado.

En la “Semana Mundial del Espacio”, que en este 2020 se conmemora del 4 al 10 de octubre, se celebra las contribuciones de la ciencia y la tecnología espaciales al mejoramiento de la condición humana. En ese sentido, consultado por cuál fue, desde su lugar, el aporte al mejoramiento de la condición humana, Romero respondió: “Creo que al final de mi carrera me preguntaré si llegué a dar todo lo mejor de mí a mis proyectos y a mis compañeros de trabajo. Yo pienso que sí, di lo máximo y mejor que pude, nunca me importaron los títulos y/o los premios, dar lo mejor de mi fue y hoy sigue siendo lo más importante. Aparte de eso, lo importante para mi es enseñar y alentar a los futuros ingenieros y científicos. Cada minuto que me siento a enseñar a un(a) joven y darle consejos con la experiencia que he tomado estos años quedó satisfecho porque estoy pasando el ejemplo que otros me enseñaron”.

¿Por qué es tan importante el estudio del espacio para la vida en la tierra? El rosarino expresa que nuestro espacio tiene una serie de misterios que todavía no hemos descubierto, por lo que ve como fundamental que los humanos “traspasen los límites de su comprensión, convertir lo desconocido en conocido a través de las investigaciones científicas. Las últimas décadas estas investigaciones nos han ayudado a entender más los fenómenos que afectan a nuestra tierra, y entender más cómo cuidar a nuestros recursos naturales. Los estudios científicos también han dado lugar a muchos avances tecnológicos que han mejorado nuestras vidas en la Tierra”.

Una persona que se desempeñó profesionalmente en Estados Unidos y nunca se olvidó de su niñez en Arroyito, narra cómo se hace para no desprenderse del planeta cuando se mira mucho hacia el espacio, y por qué es tan necesario observarlo: “Mi hijo Gabriel y yo hemos viajado a escalar montañas. En el 2018 fuimos a la montaña más alta de Norte America, Denali, ubicada en Alaska. En las noches observamos las estrellas, millones, más de las que se ven en la ciudad. Es necesario de vez en cuando observar con nuestros propios ojos, la majestad de nuestro universo. Sin poder despegarnos de nuestras rutinas diarias y observar las estrellas, los otros planetas, observar el hermoso espacio que está alrededor de nuestro hermoso planeta, al no hacer eso es imposible pensar en explorar e investigar el espacio. Es importante saber dónde estamos en el universo y que somos nomás un mínimo grano de sal en un universo tan expansivo”.

Cuenta Romero que “poder hoy día viajar a Argentina a alentar y enseñar a nuestros chicos cumple mi última meta en esta carrera profesional”, una meta que la empezó a buscar desde hace cinco años cuando comenzó a volver al país cada tres meses. “Nunca hay que dejar que la gente decida lo que uno quiere llegar a realizar con nuestras vidas. Con ese pensamiento, entonces siempre tenemos que perseguir nuestros sueños con toda la creencia que tenemos la capacidad para salir adelante y llegar a nuestras metas”, entiende el Ingeniero.

En un oficio donde los objetivos son a largo plazo, Romero cuenta que se trabaja estableciendo metas, entendiendo que sin metas no se llega a nada, nomas crea ansiedad. “Un corredor del maratón sabe a qué velocidad correr los primeros 10 kilómetros, a qué velocidad corre los otros diez y cuándo apurar su paso para poder ganar la carrera. Todos nosotros en todo lo que llegamos a cabo, nuestros estudios durante el año, nuestros trabajos, siendo profesionales, tenemos que hacerlo a un ritmo que sea adecuado y con mucha preparación”, concluye el rosarino.

Por Matías Zupel | Fundación Rosario

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