27 de enero de 2021

Pedro Boero, una vida ligada al automovilismo

De herencia fierrera, el Ingeniero Mecánico y piloto rosarino del Rus Med Team pasó por un nuevo “Conversaciones Por Rosario”. El joven contó cómo se formó esta pasión, sus estudios y aspiraciones para el 2021.

Desde que tengo uso de razón me gustan los autos, desde chiquito estoy en un autódromo. Viene de mi abuelo a quien siempre le encantaron los fierros y estuvo en el rubro de la mecánica. No tuvo la oportunidad de correr porque se requiere de un gran recurso económico para practicarlo, pero mi papá Ignacio sí tuvo la suerte de hacerlo. Siempre me gustó, es lo que amo, lo que más me gusta hacer”, comienza Pedro Boero, transmitiendo la pasión en cada una de sus palabras.

El piloto integrante del equipo Rus Med analiza que toda la experiencia vivida le da una ventaja para su presente profesional: “La mecánica es ver, analizar y entender cómo funcionan las cosas, y los autos son máquinas que tienen que ir lo más rápido que se pueda. No es indispensable pero yo tuve la suerte de estar en el camino correcto, con mi abuelo apasionado por la mecánica y mi viejo corriendo el Turismo Nacional”.

Pedro dedicó esfuerzos tanto al automovilismo como al estudio. Durante la secundaria asistió al Instituto Superior Politécnico, y luego cursó la carrera de Ingeniería Mecánica en la Universidad Nacional de Rosario (UNR), agradeciendo a la familia que le inculcó nunca dejar de estudiar: “La familia es todo. Mi vieja, mis abuelos, mi papá, desde chiquito insistiendo que el estudio es lo más importante, que el automovilismo era en su momento más un hobby que un trabajo, más allá de que en algún momento lo podía ser. Pero fue 100% apoyo y contención de mi familia”. Pedrito también se muestra agradecido de haber ido al Politécnico, destacando el aspecto tanto educativo como social, ya que junto a él ingresaron otros 200 alumnos de distintos colegios de Rosario. “Es una institución que la quiero muchísimo y la voy a tener en el corazón”, agrega.

Pedro tiene otra particularidad como piloto y es el hecho de haber comenzado a competir recién a los 16 años, un aspecto al cual todavía no le encuentra ventajas. “Sí quizás las ganas, el hambre de haber comenzado en esa edad. Por más que yo haya pasado toda mi vida en un autódromo, no es lo mismo a la hora de competir, de estar con otros pilotos en la pista, clasificar, los nervios, la tensión de la familia que se da mucho en los chicos, todo eso me agarró a los 16 años recién. Me tocaba competir con otros pilotos que habían comenzado a los cinco años, así que ya tenían nueve años de carrera en el lomo”, describe el rosarino.

Consultado por cómo sobrellevaba el hecho de correr y estudiar, Boero responde: “Nunca me llevé apuntes o libros para leer en el autódromo. Desde el jueves que viajaba para la competencia ya me concentraba en la carrera, pero había que encontrarle la vuelta y lo que más me resultó era prestar atención en el cursado para poder avanzar, dando el 110%, no faltar y tratar de que esas sean mis horas de estudio. Es una carrera de mucho cursado, donde la importancia está en aprender del profesor más de lo que podés aprender en tu casa, más allá de que lógicamente tenía que practicar ejercicios y seguir leyendo, pero la clave fue estar ahí. Además tengo un grupo de amigos de facultad que me bancó en todas”.

En el año 2020, la UNR, a través de su rector Franco Bartolacci, le otorgó a Pedro una distinción como deportista destacado de la Universidad, por su ejemplo de esfuerzo y dedicación. “Soy un agradecido de reconocimiento, y me puso muy contento porque sé lo difícil que es, pero tampoco imposible. Se puede, soy una persona normal que organizándome le pude dedicar el tiempo a las dos actividades y buscando siempre el alto nivel”.

Mi grupo de amigos son parte clave de mi vida, siempre trato de hacerme un tiempo para ir a comer, un rato a tomar unos mates con ellos al parque y despejarse. Toda persona necesita descargar, relajarse, reírse, y para eso siempre estuvieron. 

Otro aspecto distintivo de Pedro es su función dentro del equipo Rud Med, donde más allá de ser uno de los pilotos, actúa como coordinador de los materiales que van en los autos. “Me toca hacer el encargo y estar gestionando la logística de entrega, y creo que hoy en día eso es una gran ventaja el hecho de saber y entender lo que tenés, cómo funciona, cuándo lo van a cambiar, qué le van a hacer a los autos. Es algo esencial hoy en el automovilismo y lo veo en el caso de (Agustín) Canapino, de (Mariano) Werner, que son mecánicos también y encargados de su propio auto. Quién más que yo voy a querer hacer lo mejor para mi auto para poder ganar el fin de semana”.

Su día a día con el equipo de Rus Med es estar intercambiando información con los compañeros del taller. El mismo se encuentra en Arrecifes, a donde regularmente Pedro se dirige dos o tres veces por semana, analizan qué necesitan cambiar para las próximas carreras. Actualmente durante el receso están haciendo un mantenimiento general de ambos autos y armando otro, por lo que están todo el tiempo coordinando entrega de materiales y la construcción del auto en sí. "Sin un equipo con una contención económica detrás hubiese sido imposible. Hacerlo por mi cuenta es algo impensado, se me iba a complicar muchísimo", sostiene, agradecido de la posibidad.

Rosario cuenta con el autódromo Juan Manuel Fangio, donde el rosarino tuvo la oportunidad de correr en el Turismo Nacional y cuenta que “fue hermoso estar con la familia y amigos, y solo a unas cuadras de casa”. Asimismo la ciudad no ha sido una de pilotos destacados como a sido con otros deportes como el fútbol, el hockey o el tenis, y sobre eso Pedro analiza: “Rosario no tuvo una gran figura del automovilismo a nivel nacional, así que ojalá pueda llegar a ser un referente e incentivar a muchos chicos para correr porque es un deporte hermoso, de mucha competencia y donde se trabaja mucho en equipo”. Por otra parte destaca que hay mucha gente ligada al automovilismo ya que hay muchos equipos de la zona como en Gálvez, Alvear, Acebal, Pergamino, Carcarañá, analizando que la escuela está, la parte zonal de Santa Fe es fuerte y hay una gran pasión por el automovilismo que comienza a crecer.

Pedro cuenta que su 2020 fue agridulce, destacando como positivo el hecho de poder terminar con la carrera de Ingeniería Mecánica. Cuenta que ya en 2018 había terminado de cursar y rendir materias, a mitad del año comenzó a trabajar y pausó el estudio para retomarlo en 2019 arrancando su proyecto final con su amigo “El pulga”, para entregarlo finalmente en febrero del 2020. 

Respecto del automovilismo, en el 2020 pusieron una pausa desde marzo hasta agosto, ya que por la cuarentena nacional no pudieron hacer nada. “Después de eso me sumo al equipo de Rus Med y agradezco mucho a Mauro Medina por haberme incorporado como parte interna, no solamente como piloto, así que en ese sentido también fue algo positivo. En julio se tomó esa decisión y nos armamos como infraestructura, con chicos espectaculares a los que admiro muchísimo, no solo por su faceta como pilotos sino por lo que son como personas, como compañeros. En un balance general fue más lo positivo que lo negativo”, analiza el joven.

Pelear de lleno el TC Pista con su Torino 0 KM es el gran objetivo para Pedro y el Rus Med Team en este 2021, con ansias de que se pueda dar el pase al Turismo Competencia, el sueño del piloto rosarino.

 

Por Matías Zupel | Fundación Rosario

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