25 de agosto de 2021
Proyecto NIDOS, una asociación en continuo desarrollo
Desde hace siete años trabaja con familias de Empalme Graneros y el asentamiento Cullen. Mariana Segurado, docente y presidenta de la asociación, detalla las acciones realizadas y sus próximos objetivos.
“Comenzamos a trabajar en el asentamiento Cullen, a la altura de Garzón y Sorrento, hace siete años atrás. El lugar era un gran basural a cielo abierto. En muchas oportunidades, para ingresar tuvimos que solicitar a los vecinos que se acerquen con sus carros y caballos porque se hacía imposible hacerlo a pie debido a la gran cantidad de basura y volquetes que había. No había camino, no había calle, no había iluminación. La mayoría de las familias tenían su carro y caballo ya que su principal y casi único ingreso económico era el cirujeo”, comenzó en su relato Mariano Segurado, docente de la Escuela La Nueva Esperanza, escuela bilingüe Toba y la Escuela Taigoye N° 1333.
Con mucho desconocimiento pero mucha sensibilidad, más una mirada compasiva y racional de todo lo que estaba sucediendo, como primera instancia realizaron un censo para tener en cuenta las situaciones del territorio y de las familias que lo habitaban. A simple vista cuenta Segurado que las casas eran de lonas de piletas, piso de barro, chapas, y la gran mayoría cocinaba con leña, ya que por aquel entonces, al poder circular los carros con caballos era más fácil conseguir las leñas del todavía abierto Bosque de los Constituyentes.
Los días de mucha lluvia eran un gran problema para las familias, y no solo por lo edilicio, sino que no se podía entrar ni salir a cirujear “Esos días hacíamos un refuerzo de alimentos porque no ingresaba ni dinero ni comida, por lo que repartíamos bolsones que salían de la solidaridad de la gente. Éramos un grupo de personas con mucha voluntad y con un llamado espiritual a hacer esta tarea”, relata Mariana.
Desde NIDOS aseguran que en un primer momento sus visitas y asistencias al lugar eran vistas con cierta desconfianza, sobre todo de las madres del lugar, porque creían que eran asistentes sociales que iban a ver cómo vivían y le podíamos quitar sus hijos. Para llevarle tranquilidad a estas personas, una de las primeras intervenciones que realizaron fue regalar termómetros con caramelitos, preguntando si había niños en las casas para dejarles uno y enseñarles su modo de uso.
Con el tiempo comenzaron a hacer “La Horita Feliz”, donde los chicos asistían a un terreno baldío con mate cocido y comida, y trabajaban escuchando sus sueños, necesidades, dolores, metiéndose en el corazón de los niños y del barrio. Tiempo después una de las madres, Emilse Castillo, abrió las puertas de su patio y comenzaron a trabajar en diferentes talleres sobre educación de ciudadanía, prevención de enfermedades, y demás temas emergentes.
Cuenta Mariana que una de las cuestiones que se trabajó a fondo fue el tema de la higiene, ya que en aquel momento quien tenía carro y caballo descargaba la basura en su patio, la reciclaba y seleccionaba en el mismo lugar, y el resto lo comía el caballo. Los chicos tenías manos lastimadas, conjuntivitis, granitos, entonces la higiene fue su prioridad, pidiendo que el reciclado se haga fuera del hogar como primera medida.
“Era tanta la demanda del barrio que nos quedamos corto con las ayudas y aunque renegamos para no hacerlo, nos dimos cuenta de las puertas que abre tener una comunidad organizada, por lo que constituimos la Asociación Civil Núcleos Inclusivos de Desarrollo Óptimo Sustentables, conocida como NIDOS”, detalla Mariana con la emoción que le generó esta constitución en el año 2018.
En ese mismo año se dieron cuenta que la ayuda de Emilse y su familia de posibilitar el patio era insuficiente por la demanda de familias que tenían, por lo que necesitaban un espacio propio: “Decidimos invertir nuestros ahorros en un terrenito con una casilla de madera, llena de barro, así que con mucho trabajo la limpiamos y comenzamos a edificar. Yo trabajo dos turnos, uno completo va para la edificación de este lugar, así que con un turno vivo y con el otro edificamos”, indica Mariana.
Múltiples campañas
“Las madres tenían mucho miedo del destino de sus hijos, entonces quince de nosotras abordamos a lo largo de dos años el tema de prevención de violencia y adicciones. Nos ocupamos de la parte de capacitación laboral con talleres sobre alimentación saludable, soberanía alimentaria, huertas, hasta aprendimos a hacer quesos. Seguimos con carpintería, electricidad, panificación como rápida salida laboral, cómo cocinar con 200 pesos para cinco personas. Hace dos años se está realizando un curso de peluquería, de hecho una de las chicas ya se hizo la suya en su casa, y las demás hacen el trabajo a domicilio”, detalla la docente.
Atravesados por la pandemia de Covid, desde NIDOS tomaron cartas en el asunto. Realizaron diversas campañas de concientización regalando kit de higiene, barbijos, alcohol, y elaborando jabón líquido. Muchas madres se capacitaron y salieron a informar sobre los cuidados y sobre lo que estaba sucediendo con este virus.
“Trabajamos mucho por los niños, quienes tienen talleres de arte, pintura, dibujo, y algún profe de música que se acerca. Los domingos hacen Educación Física en un club que se llama Defensores de Vida, y todas las semanas tienen apoyo escolar con profesionales que son pagados por la institución. Hemos tenido inglés, hemos podido encontrar a gente solidaria como las personas que nos pusieron Internet en el espacio, así que estamos contentos porque los chicos se pueden conectar y realizar sus tareas mediante sus dispositivos o usando las dos tablets que tenemos desde NIDOS”, relata Mariana.
“Historias solidarias detrás de la pandemia: la maestra que da clases por radio”, titulaba el Diario La Capital sobre Mariana Segurado. “Lo mejor sería utilizar la radio comunitaria 94.5 FM, porque está muy cerca de los dos asentamientos donde vive la mayoría de los dos mil alumnos. Esta semana "comenzaron las clases" radiales. Mariana sale al aire de lunes a viernes, de 11 a 12, y dicta las materias que corresponden a todos los alumnos. Previamente, cada maestro prepara el material que ella transmite”, relataba la redactora de la nota publicada en abril de 2020. Desde lo escolar, desde NIDOS a partir de diciembre comienza a hacer campañas para que los chicos tengan todo lo necesario para comenzar las clases en febrero o marzo, ya que muchos no asistían a la escuela porque no tenían los materiales necesarios.
Por otra parte Mariana cuenta que tienen un proyecto de escuela a cielo abierto llamado “El Bosque Escuela”, utilizando el espacio natural del Bosque de los Constituyentes, cercando a la casa que están edificando. Aún necesitan ciertas cuestiones para darle un marco legal, pero asegura que esta primera etapa los ha dejado mucha satisfacción.
A través de Mariana Segurado, NIDOS comenzó a hacerse escuchar. La docente fue elegida en el año 2018 como una de las mujeres solidarias del país por la Fundación Avon. Fueron premiados y reconocidos por varios proyectos a nivel local y provincial, y también desde Buenos Aires llegaron varios canales de televisión a contar sus acciones. También fueron invitados a participar de “Hambre de Futuro”, organizado por el diario La Nación, y por “Héroes de Pandemia” desde la TV Pública. “Gracias a Dios el trabajo se ve, aunque estemos en un laberinto en el medio del asentamiento, en el corazón del mismo, pero desde allí siempre alguien nos convoca y nos da fuerzas para continuar este camino”, concluyó Mariana.
Día de la Niñez
NIDOS tiene cuatro eventos anuales que agrupa a más de 400 chicos. Uno de ellos es el Día de la Niñez, que se realizó el pasado domingo 22 de agosto. Al igual que Fonbec, Los Tigres y Jardín de Infantes Surcos, otras tres organizaciones rosarinas que también trabajan con niños y niñas de zonas vulnerables, recibieron juguetes y libros donados por McDonald's que fueron repartidos por Fundación Rosario.
Por Matías Zupel | Fundación Rosario
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