12 de octubre de 2017

Con la visita de una leyenda del cómic, Rosario hace Crack Bang Boom

Frank Miller, gran referente del género, participará desde hoy en esta cita que no para de crecer a orillas del Paraná.

La llegada de una nueva edición del festival rosarino Crack Bang Boom es siempre motivo de sonrisa para el fanático de la historieta. Eso seguro. Pero, como siempre, el evento liderado por el dibujante Eduardo Risso, que tendrá base central en el Centro de Expresiones Contemporáneas (CEC), a partir de hoy y hasta el domingo, es radiactivo: el entusiasmo que ha sabido generar durante ocho ediciones contagia y agiganta las ganas de, claro, fans, pero también de visitantes al paso. Y de cualquiera que quiera celebrar los cómics, el cine, el cosplay y todo el universo pop (o simplemente conocerlos).

Este año, que también se realiza en homenaje a Quino, no es distinto. O sí. Además de las muestras -como la dedicada a Hugo Pratt o a los artistas locales-, de las presentaciones de nuevos libros de historietas, del concurso de cosplay más lindo del planeta -con el atardecer al lado del río Paraná como tremendo aliado para cientos de disfrazados- y mucho más, el nombre que destaca es el de Frank Miller.Parte del contingente de invitados internacionales del festival, Miller es una leyenda del cómic. Es sin dudas el nombre más importante a la hora de pensar Batman como mito moderno (y que aún respira comercialmente). El propio Miller habló en la reciente Comic Con de Nueva York al respecto, sobre su trato con el personaje, a quien ha vuelto a escribir el año pasado junto al guionista Brian Azzarello, otro de los invitados de lujo del festival CBB: "Batman es, y ya lo dije muchas veces, un diamante. Si ayer en los 80 lo hice gris, enojado y viejo, hoy puedo divertirme y sin abandonar ese mismo Batman que conté antes. Batman no se rompe, solamente brilla de formas distintas dependiendo de lo que puedas contar. Al menos cuando quiere escucharte", declaró.

Con la visita de una leyenda del cómic, Rosario hace Crack Bang Boom
Con la visita de una leyenda del cómic, Rosario hace Crack Bang Boom.

Miller habló esta semana en ese mismo panel neoyorquino de su secreto, ese que lo llevó a escribir Daredevil y dio vida al personaje hasta estos días de su serie en Netflix, y así tomar por asalto desde la Gran Manzana las historietas en los años 80: "Mi secreto, y lo que descubrí, es que siempre tenés que ir por el perdedor, siempre hay que apostar por el que nadie quiere. Así entré en los cómics. Y recién después un día me sentaron y me preguntaron: «¿Qué harías con Batman, ya que estamos muy complicados de ventas?»".

De aquel "perdedor" a su Batman en los años 80 (El caballero de la noche, que hoy Miller continúa escribiendo, y Año Uno, base neta del Batman que llevó al cine Christopher Nolan) o, entre muchas otras obras fuera de los grandes sellos, su Sin City (dos veces llevada a la pantalla grande por Robert Rodriguez), Miller ha devenido leyenda. Algo que poco le preocupa: "Sólo se trata de crear hasta que no puedas más. Hay demasiadas historias ahí afuera para contar".

Miller es vital para el ADN del superhéroe adulto, con nervio de noir cocido en la plancha del absurdo, y la idea del cómic de autor por fuera de DC y Marvel. Su visita a Rosario y a Crack Bang Boom es un hito para el cómic local y ojalá posea declaraciones como está sobre su próximo Superman: Year One: "Creo que Superman con ese poder podría dominar el mundo y que su elección es noble antes que nada. No querés un mundo dominado por Superman. Pero tampoco querés un mundo dominado por Batman. Ambos ponen los límites que el otro necesita".

Imperdibles

Hoy

A las 16

Charla "El negocio de dibujos animados en Japón", con Hiroaki Inoue. El reconocido productor dará un panorama del animé como fenómeno

A las 18

Homenaje a Quino. El festival le hace su homenaje al creador de Mafalda

Mañana

A las 13.30

Charla con Frank Miller, en su primer encuentro con los fans argentinos. El sábado, a las 15.30, se concentrará en El caballero oscuro III, su obra más reciente, acompañado por el guionista Brian Azzarello

 

Fuente: La Nación