21 de mayo de 2018

Compromiso y bien común en la cena anual del Banco de Alimentos

Los asistentes celebraron la solidaridad de entregar toneladas de comida a distintas organizaciones que la derivan a 37 mil personas.

Una vez más el Banco de Alimentos Rosario (BAR) transformó una noche de mayo en un sortilegio. Un millar de personas celebraron el singular formato de solidaridad de esta entidad. Enlazar toneladas de alimentos disponibles, pero sin destino, con las 200 organizaciones sociales que los convierten en el plato diario de 37 mil personas que no tienen recursos. Fue una fiesta en todo sentido, ratificó adhesiones, sumó recursos con subastas y desafíos.

La fiesta se realizó el viernes en el centro de convenciones Metropolitano. Allí el oficio y la creatividad del Estudio Dark replicaron la sede del BAR: el gigantesco depósito de Carriego 360, donde los voluntarios almacenan, clasifican y reparten unos 120 mil kilos de alimentos que recuperan de distintas empresas de la ciudad. Entusiastas y sorprendidos, los asistentes cenaron entre réplicas de góndolas y cajas de mercaderías, precedidos por un gigantesco camión colmado, evocando a las 25 entregas diarias.

La cena anual tiene sentido a dos vías: rendir cuenta y reafirmar el compromiso e ingenio que hace andar esa especie de isla solidaria, inadvertida en el ajetreo cotidiano, pero vital para quienes concurren a comedores, merenderos y copa de leche. En un extremo los alimentos con vencimiento cercano pero de consumo perfecto y en el otro, quienes tienen la mesa familiar vacía. El BAR los enlaza.

Entre los asistentes, el gobernador Miguel Lifschitz y la intendenta Mónica Fein, mostraron su apoyo a la iniciativa que trata de saldar con ingenio las carencias alimentarias de grandes sectores de la población. Además, el encuentro contó con la presencia de la diputada nacional Elisa Carrió.

Representantes de empresas y entidades también fortalecieron su adhesión y ,además de subastar un cuadro, lo hicieron con una camiseta de Manu Ginóbili, que la estrella del básquet certificó con su firma.

La música y los encuentros amenos hicieron el resto. Sobrevolando todo, la esencia de una estrategia solidaria explicada una y otra vez su esencia: una cadena de montaje capaz de transformar compromiso en acción. Y si de acción se trata, por primera vez diez representantes de cinco comedores sociales fueron parte de la cena. En ellos, hubo oportunidad de aplaudir la entrega sin límites, el tiempo propio a favor de los más necesitados. No podía ser de otro modo, no había lugar en el salón donde la mirada no encontrara una síntesis, un signo, un menaje de la tarea que realizada.

La acción

"Es una noche en la que rendimos cuenta de todo lo que recibimos durante el año y contamos todo lo que hicimos", dijo a La Capital Nadia Nazer, portavoz del vehemente grupo de jóvenes que impulsan en Rosario el Banco de Alimentos, desde hace siete años. "Es para celebrar que seguimos creciendo y que los alimentos que estamos recuperando tienen cada vez mayor valor nutricional", explicó.

   "Seguimos innovando", aseguró Nazer, aludiendo a la marca registrada del BAR, imaginar, correr los límites y crear. Como la prueba piloto del proyecto Nilus, una aplicación que desde una web articula que articula a los tres actores de la tarea. O el Gondolazo (colecta de alimentos en supermercados), el Masterplan (valor agregado a los alimentos como envasado al vacío) y el programa Padrinos.

   "Queremos contagiar compromiso, que todos sean parte del BAR, que todos colaboren con quienes no tuvieron nuestra suerte porque no nos da lo mismo que un nene coma o no", dijo Nazer en un alto momento de la noche.

La pertenencia    

Comedores, copas del leche, merenderos además, jardines de infantes y casas para personas con discapacidad, son algunas de las entidades del circuito del BAR, que recupera alimentos en lata, pollo, arroz, fideos, galletitas, yogures y flanes, sólo a modo de ejemplo.

Pero este año tiene doble motivo para celebrar, incluyeron en la lista frutas y verduras en el Mercado de Productores y leche fluida con marca propia, a muy bajo costo, con la ayuda de tamberos, Cotar y Tetra Pack.

   "Tratamos de que todo lo que se muestro esta noche lleve a nuestra esencia", dijo Fernando Cáceres, integrante de la comisión directiva que preside Nazer, con 13 integrantes, asesores y una base de 1.400 voluntarios.

Es aquí quizás donde la acción del BAR cobra hondura. En las tres horas semanales del tiempo que donan, los jóvenes tejen vínculos, se convierten en grupos, se saben unidos, y satisfechos de responder "somos voluntarios del BAR". Cuando se alcanza esa síntesis, los sueños son reales y hacen bien, como los flancitos de los comedores.

 

Fuente: La Capital