19 de noviembre de 2020

Ines Risso repasó el año de los chicos becados desde Fonbec

La coordinadora del Fondo de Becas para Estudiantes detalló el trabajo que realizaron con los chicos en el contexto de pandemia y se mostró preocupada por la falta de políticas públicas en la educación

Las medidas adoptadas por la pandemia de coronavirus pusieron al descubierto las desigualdades sociales que existen en la sociedad y, fundamentalmente, entre los distintos actores de la comunidad estudiantil. Miles de familias no cuentan con los dispositivos adecuados para adaptarse a un sostenido cursado virtual, lo que puede traer graves consecuencias a futuro.

El Fondo de Becas para Estudiantes es una entidad que funciona a nivel nacional hace veinte años. Según ellos mismos indican en sus redes, “ayuda e incentiva a niños de bajos recursos a avanzar en sus estudios y a crecer como personas”.

En este contexto, la organización también tuvo que adaptarse a los nuevos tiempos. La coordinadora, Inés Risso, dialogó con CLG y comentó los desafíos que tuvieron que afrontar durante estos meses del ciclo educativo.

“Desde el 20 de marzo, empezamos a articular de modo distinto cómo íbamos acompañar a los chicos en este contexto y de otro modo. Como bien saben nuestro trabajo es vincular y estar cerca de los chicos con mucha presencia física, no solamente virtual, con lo que hubo que cambiar la estrategia de trabajo y articular un montón de herramientas que no teníamos pensado para estar cerca de los chicos en la escolaridad porque los chicos siguieron asistiendo a clases”, explicó Risso.

La coordinadora de Fonbec comentó que durante estos meses se presentaron grandes desafíos. “Qué hacemos, sostenemos lo que tenemos o seguimos creciendo, que es nuestro objetivo, crecer y tener más chicos”, señaló.

En primer lugar, apostaron por sostener lo que tenían, a identificar en qué situación estaban los chicos con respecto a la escolaridad, si contaban con conectividad, si tenían dinero para afrontar los gastos o si tenían los cuadernillos. “Lo primero fue encuestar a las familias y determinar el foco del problema o qué se les presentaba como situación más conflictiva. Ahí, descubrimos que el principal problema o la derivación del uso de la beca era la alimentación, que fue la prioridad de todas las familias”, dijo, y agregó: “Ante esto, estuvimos cerca de las familias que necesitaban más refuerzo de alimentos, pero sin descuidar lo que es el eje de nuestro trabajo, la escolaridad. Empezamos a ver qué podíamos hacer junto con los padrinos desde la fundación para ayudar a los chicos”.

En ese sentido, indicó: “Lo primero fue detectar la conectividad, cómo estaban los chicos con la conectividad, cuál era la dificultad o necesidad y enseguida saltó la falta de computadoras, la falta de celulares. En una misma familia hay un solo celular para cinco chicos. Los más grandes podían disponer de celulares, pero había que conseguirlos, entonces se hizo toda una campaña de búsqueda de computadoras y celulares”.

“La otra dificultad que se detectó era la impresión para hacer trabajos cuando la maestra o los docentes mandaban tareas. La familia de modo habitual no tiene una impresora en su casa para descargar el documento, imprimirlo y luego enviarlo a la escuela. Conseguimos una empresa apadrinadora que se ofreció para hacer gratuitamente apuntes para todos los chicos que necesitaban, lo cual fue un alivio para las familias y para nosotros fue un modo de estar cerca de las familias porque nos requería ir a la casa de las familias a llevarle los apuntes y ver cómo estaba transcurriendo este espacio de escolaridad totalmente distinto para los chicos”, añadió.

Fonbec trabaja con los todos los niveles educativos, ya sea primario, secundario o terciario/universitario. Actualmente, el programa de becas asiste a 150 chicos, los cuales pudieron continuar con su trayectoria educativa durante todo el año.

Al ser consultada sobre el padrinazgo, Risso informó que “la primera meta fue sostener lo que tenían para poder hacer un trabajo de calidad en este contexto totalmente distinto, pero junto con el sostenimiento de los becarios, el padrinazgo, el vínculo, surgió el crecimiento”. “Espontáneamente se acercaron nuevos padrinos porque se reforzó la idea de que hay apostar a la educación”, sostuvo.

Con lo que respecta al aprendizaje, la coordinadora de Fonbec destacó el trabajo realizado por los estudiantes. “Los chicos venían con un ritmo sostenido de estudio, pero desde que se anunció que todos iban a pasar de grado, bajaron un poco los brazos. Aún así, le hemos pedido un poquito más a los chicos porque no es solamente pasar de año sino que hagan todo lo que puedan para reforzar los conocimientos”, dijo Risso, al mismo tiempo que se mostró preocupada por la situación de los estudiantes en el próximo año, especialmente en primer grado y en el primer año universitario.

“En mi opinión, la dificultad va a ser el año que viene, sostener todos los baches o poner contenidos. Este año se ha estado ausente de medidas respecto a la educación, hubo mucha ausencia”, consideró.

Finalmente, la coordinadora se refirió a la finalización del ciclo lectivo. “Ahora hay que terminar el año como se pueda. Este año hay que terminarlo. Los chicos están cansados”, concluyó.

 

Fuente: Con La Gente