2 de junio de 2017

El dueño de una de las mejores parrillas del mundo es rosarino

El lugar comparte el ránking con restaurantes como el Minetta Tavern de Nueva York y el Bistrot Paul Bert de París.

La parrilla destacada por el sitio especializado Bloomberg en el puesto número 21 de los 30 mejores lugares para comer carne del mundo está en Buenos Aires. Pero quien tomó el sartén por el mango desde hace 18 años para que el éxito llegue a los paladares es Pablo Rivero, el rosarino a cargo de la galardona Don Julio.

Clásica, familiar y agradable  la esquina de Guatemala y Gurruchaga, en Palermo es siempre distinguida por la simpleza con la que presentan sus cortes y por la calidad del producto. Pablo, su dueño, es un amante de los productos de calidad y un sommelier experto catador a ciegas que cuida cada detalle del negocio. Tras casi dos décadas de trayectoria, el rosarino consiguió transformar su parrilla de barrio en uno de los restaurantes del momento con prestigio internacional.

“El nombre es en honor a un amigo de la familia de toda la vida, que significa reunión, fiesta, encuentro. Julio es un amigo que me dio la posibilidad de poner el restaurante con mi familia en 1999. Y esta esquina fue el lugar que encontramos, el lugar destinado, nos encontramos acá en un momento de la Argentina donde había que salir adelante con lo que se pudiera y era un barrio que tenía buena gente, linda gente, y consumía comida popular, y Don Julio era comida popular, una parrilla de barrio”, contó a la prensa en una entrevista para el sitio Maleva.

 Al mejor estilo bodegón, por sus porciones generosas y su ambientación, en la decoración sobresale un detalle muy particular: las botelllas firmadas por los clientes que revisten los muros de piedra “Las botellas son momentos vividos acá adentro que quedan atrapados acá. Son un montón de momentos disfrutados por la gente, una colección de momentos, “acá se la paso bien”, ese es un poco el mensaje. Si te los ponés a leer te morís, hay algunos muy zarpados”, detalla Rivero fanático del Comedor Balcarce, al cual concurre cada vez que visita su ciudad natal.

Fuente: Punto Biz