18 de junio de 2017

Pablo Rago vuelve a la piel de Belgrano en "Historia de un emblema nacional"

El actor contó de qué se trata el envío que irá el martes por Canal 5. También habló de su relación con Rosario y Newell's.

Belgrano es mío", bromea Pablo Rago cuando responde sobre su reincidencia en el personaje histórico luego de haberlo hecho en una película de Juan José Campanella. El actor rodó en Rosario "Historia de un emblema nacional" en homenaje a los 60 años del Monumento Nacional a la Bandera. Con la dirección de María Fernanda Moreno y con el apoyo de las autoridades del Monumento, el documental narra el regreso de Belgrano a la actualidad. La primera parte del trabajo se podrá ver pasado mañana, a las 14, por Canal 5. En una charla con Escenario Rago habló de los próceres de ayer y de hoy, del Incaa y su película junto a Gerard Depardieu, de las razones -algunas sentimentales- de su estrecha relación con Rosario y de por qué se hizo hincha de Newell's. "Lo recontra banco", dijo.

—¿Cómo fue volver a interpretar a Belgrano, aunque en una situación bastante diferente a la que lo hiciste con Campanella?

—A mí me pasó algo muy fuerte con Belgrano. El año que se estrenó la película era el del Bicentenario, había una sensación de felicidad y de alegría, de pronto empezábamos a disfrutar de nuestros héroes, de nuestra Patria, sin que tenga que ver con una cosa militar, castrense. Ese año mi hijo también estaba en quinto grado, juró la bandera y él me invitó con sus maestras para dar una charla a cien chicos de quinto grado. Belgrano es mío (risas) No me vengan con que lo va a ser otro. Y es más, exijo que en el billete de diez pesos esté yo (risas). Pero cuando me encontré con María Fernanda, que fue una situación muy especial, estaba promocionando una película en Rosario y después de varias entrevistas me dicen que hay una chica que quiere proponerte algo. Apareció María Fernanda, me dijo que se trataba de Belgrano y antes de que me explicara de qué iba le dije que sí. Es un homenaje donde aparece Belgrano vivo, pero tan importante fue haberme dado cuenta que tengo un romance con Rosario evidentemente.

—¿De dónde te viene ese romance?

—Tengo familia en Rosario, algunos primos, de chico íbamos muy seguido, siempre quedamos en contacto. Cada vez que llego a Rosario me demuestran un cariño y una familiaridad que no me pasa en todos lados. Generalmente la gente tiene buena onda conmigo, pero la verdad que ir a Rosario es como ir a mi casa o mejor porque viste que a veces uno en la casa de uno no es tan valorado (risas). Además hasta el año pasado estuve de novio con una rosarina. Y por otra parte, conocerlo a Osvaldo Hernán Colautti, el director del Monumento, fue un momento genial porque es una persona encantadora, me hizo sentir tan cómodo que ahora somos amigos.

—Te faltaría hacerte hincha de alguno de los dos clubes grandes...

—¡Ya soy! Yo soy de Newell's y me los aguanto de a uno a los sin aliento (risas). El cariño de la gente está igual pero si, tuve que elegir en algún momento por una novia que tuve. Aparte los colores son más cercanos a los de River y me suenan más bosteros.

—Ahora que dijiste que sos de Newell's vas a tener media ciudad en contra...

—¡No! Ya tuve varios encuentros con hinchas de Central porque aparte es la típica, si vas a Rosario sos de Central o de Newell's y por supuesto yo planto mi posición. Lo recontra banco.

—¿Cómo fue armar este persona tan singular que es casi fantástico?

—Es casi como un fantasma en realidad, como un juego de oportunidades que tiene Belgrano. Todos sabemos que Belgrano murió en un momento que todo el mundo lo ignoraba, nadie valoraba su trabajo para la Patria. Y también nos hemos reído mucho con algunas cosas porque Belgrano viene y descubre que está en el billete de diez pesos nada más (risas) Eso me parecía genial. "¡Ese fue Dorrego, seguro que fue Dorrego!" (risas) Lo charlamos mucho también y seguramente sería sorprendente para él el reconocimiento que tiene hoy que no tuvo en su momento, pero seguramente sería muy desilusionante ver la Argentina que tenemos que no es la que ni en pedo, ni por un segundo, ni él ni otros se imaginaron.

—¿De qué se desilusionaría?

—En realidad, inmediatamente lo que pienso es en el principio de la democracia de este país. No hubiera sido como ellos la imaginaban. De todas maneras tampoco tuvieron oportunidad de conocerla cómo fue, pero según los ideales de ese momento o los que expresaba Belgrano no son los que hoy tenemos. El cuidar de Argentina para adentro y no para afuera es el primero que se me ocurre.

—¿Personalmente qué te desilusiona?

—No me desilusiona mucho porque tengo 44 años y ya la conozco, ya viví situaciones similares, pero lo que estoy pensando ahora que estoy más grande es que si uno puede aportar en algo para el bien común o la mayor cantidad de gente posible, tiene que ser algo que dure. Y hago cine que eso es para siempre, y estas participaciones como el documental del Monumento va a quedar para siempre, mi participación en la película de Belgrano también, así que ese es mi aporte desde el arte. Y con lo importante que es tener un poco de memoria. Tampoco exagerar pero tener en cuenta algunas cosas porque es fundamental. Pasa tan rápido todo que la memoria te queda lejos rápidamente. Entonces es importante hacer ese tipo de cosas.

—Memoria es una palabra muy presente en Argentina, como en muchos países...

—Pero no en todos, en la mayoría de los países la memoria la tienen bien fresca, saben quiénes son justamente por eso.

—¿Se podría hacer una analogía entre los próceres de la época de Belgrano con alguno de hoy?

—Lo que pasa es que es medio difícil saberlo porque nos enteramos que son próceres una vez que ya no están, una vez que el legado de su vida se hace presente. No creo, hoy es todo mucho más? Estarían en el deporte los próceres nuestros. Se me ocurre Ginóbili, tal vez haya más porque se me ocurre pensar en Bielsa, a lo mejor no son uno o dos o diez, sino que son muchos más los que nos van educando y armando. Víctor Hugo Morales se me ocurre como un prócer extranjero; Dolina, Diego es otro tipo de prócer. Tal vez tenemos más próceres de los que pensamos.

—Hace poco un artista dijo que no se lo podía tomar como ejemplo, que ejemplo son los maestros rurales. Quizás haya próceres cotidianos, o personas como Favaloro, o de la política como Alfonsín que se hizo cargo de los primeros años de democracia...

—Sí, estoy de acuerdo. Yo tenía 11 años en las elecciones del 83 y no sé porqué me interesó. En mi familia no se hablaba casi de política. En la esquina de mi casa estaba el quiosco de diarios de mi papá y enfrente estaba la unidad básica peronista. Yo me hice amigos de los pibes, y aprovechando el quiosco de mi viejo, leí la plataforma política de los partidos más importantes, viniendo de familia peronista. Y cuando ganó Alfonsín y empecé a escucharlo cuando tenía 11 años pensaba que ese era un tipo peronista, hablaba de justicia social, de repartir, del bien común. Me dije este tipo es peronista y realmente siempre pensé viendo cómo se lo comieron crudo, cómo los medios, sobre todo Clarín le hizo mucho daño, no sólo a Alfonsín personalmente, sino a la democracia en Argentina, creo que está bueno para ponerlo en lista de los próceres.

—Los discursos en general parecen todos bienintencionados pero después llega el momento de la política real?

—Igual quisieron lavar el significado de los proyectos. Yo creo que hay que volver a tener un proyecto. Ahora que estoy viajando por todo el país y me dan noticias donde en Córdoba, donde tuvo mayor apoyo este gobierno, se empieza a sentir el recorte en la ciencia. Entonces uno dice, pará, pero si era buenísimo que apoyáramos a la ciencia argentina para poder desarrollarnos. Por eso digo, pensar en el futuro, pensar en el futuro que le va a hacer mejor a mucho más gente. Como que quieren lavar la idea de tener un plan a mucho años porque si no este país nunca va a ser lo que creemos que debería ser. Siempre sentimos que somos mucho mejor, pero todavía no lo demostramos. Sabemos que cuando los apoyamos tenemos unos científicos que después tiene renombre mundial, o premios Nobel. Mirá si los apoyaran más, si apoyaran más al arte, tenemos dos Oscar. Preguntá en Brasil, por más industria del cine que tengan las películas que hacen acá en Brasil las valoran como si fueran de Estados Unidos. Hay un montón de cosas que necesitan un apoyo que es para todo.

—¿Qué pensás de la polémica que se generó por el Incaa?

—Ya te digo que te la renuevo la polémica. Están parados todos los subsidios del Incaa, están dando la plata con cuentagotas, había películas que se estaban por filmar y se pararon, y cuatro que estaban filmándose están teniendo problemas para continuar. Lo que algunos decían es que exageran porque nadie quiere meter la mano en los subsidios del Incaa que son autogenerados, pero esto es lo que está pasando hoy. Esto ya lo vivimos. No era meterle miedo a nadie, ya lo vivimos y ellos no son mentirosos, ellos dicen, nosotros vamos a hacer las cosas como creemos que hay que hacerlas. Lo más triste es que cuando algo está construido para que dure, cuando viene y lo rompen de una es mucho más doloroso. Pero ya no somos los mismo, aprendimos y seguramente siempre vamos a estar ahí para no permitir las injusticias.

—Compartís la idea de este movimiento que generó el video de apoyo al cine...

—Yo fui uno de los primeros, o el segundo, en hacer un video. Yo estaba filmando en Brasil cuando fue todo esto. Y esto teniendo en cuenta que toda la industria, no hubo nadie de ningún sector o ningún partido que esté más encariñado con alguien, todos estuvimos de acuerdo que era una injusticia lo que estaba pasando y la forma en que habían movido al director del Incaa. Pero a ellos nos les interesa si es verdad o no, si hay casos de corrupción, si hay desvíos? a ellos les interesa que es una caja en la que no van a poder meter mano tan fácilmente porque eso se autofinancia, eso no le quita el trabajo a nadie ni la escuela ni la salud a nadie. Son cosas que digo muy seguro ahora y no sé cómo vamos a zafar de eso.

—Cuando decís ellos hacés referencia a esa famosa grieta, ellos y nosotros...

—La grieta la inventó el gordo que estaba de este lado y después se pasó del otro. Esta grieta la inventó él solo, pero siempre existió. No somos iguales. La verdad que no somos iguales. Yo quiero que mi hijo siga viendo el fútbol gratis. Si les preguntás, a la mayoría de las personas, incluso a los que votaron a Macri, preferís pagar a los fondos buitre o ver el fútbol gratis. Y la gente que te va a decir. ¿De verdad preferís pagar a los fondos buitres antes que tener las cunitas o la asignación universal? A eso voy. Prefiero la plata al Incaa y el apoyo al arte. Yo no soy igual que ellos. Yo pienso exactamente lo contrario. Pienso que lo mejor para todos es otra cosa.

—¿También hubo una grieta en el ambiente artístico?

—No, para nada. En ningún momento sentí que pasara eso. Primero porque el artista es solidario, es más de ideas un poco más de izquierda. No lo sentí para nada y de esto tengo un ejemplo muy claro que fue en el año 2014 me llamaron de Pol-ka para trabajar y fui y trabajé muy bien, me trataron muy bien como siempre. Algunos tenemos muchas diferencias pero con respecto a la empresa. Pero la mayoría somos compañeros.

—Sin embargo, un compañero tuyo muy conocido, hablando del video que grabaron por el Incaa, dijo que los actores habían sobreactuado...

—Tal vez a él le pareció que habíamos sobreactuado, pero no está mal eso. Que no haya querido participar no lo hace enemigo de nadie. Eso te juro que fue muy espontáneo. Yo estaba en Brasil, me enteré por el director, por la gente que estaba ahí filmando y decidí grabarlo y mandarlo e hicieron el video. Además si a alguien le molesta que uno se exprese, la verdad que uno quiera denunciar ese tipo de acciones que no son para nada claras, para nada lindas... No les gusta que uno se exprese. Uno no escucha expresiones de apoyo a ese tipo de cosas. Por ejemplo, este mismo compañero no sale diciendo "me gusta mucho la intervención del Incaa". Es decir, se expresa cuando uno opina, pero ellos no opinan nunca. Ellos opinan sobre lo que uno opinó. Me parece que cada uno puede opinar lo que quiere y los que no hacen nada o prefieren estar callados ante cualquier cosa o atropello, es una decisión de vida.

—¿Algo así te pasó cuando ya no estuviste en la serie sobre la vida de Sandro?

—No, lo que pasó es que me habían hablado y después me dijeron que no. Lo extraño es que el motivo fue porque soy demasiado conocido. ¿No era conocido cuando me llamaron? Tal vez cuando me vieron dijeron "ah, ¿este el Pablo Rago? No yo pensé que era otro que no conocía. Es extraño. Lo de Pablo Echarri también fue extraño. Le hicieron probar ropa y le respondieron lo mismo. Pero está bien. Si el motivo es porque nosotros estamos identificados con el gobierno anterior y quedé pegado a otro programa deberían decirlo. Pero a nosotros nos dan una respuesta y después públicamente dan otra y cuando les preguntás a ellos te dicen "no, lo que pasa es que Caetano está re loco, dice una cosa un día y otra al otro". Entonces digan eso a la prensa porque si no me hacen quedar como un pelotudo a mí diciendo que me sacaron porque soy peronista. Es raro.

—¿Cómo fue la experiencia de rodar "Sólo se vive una vez"? ¿Qué impresión te quedó de Depardieu?

—Me pareció genial. Siempre lo admiré y me pareció un actor extraordinario. Apareció en el set, había mucho nervio, y el chabón se sentó en un cajoncito en un costadito, charlaba, contaba anécdotas un poco en francés y otro poco en italiano. Me pareció un tipo encantador. Uno se encuentra con actores de otros países y además muy conocidos y no sé por qué piensa que van a ser distintos a nosotros. Si la verdad es que como lo mismo. Somos actores. También compartí cenas y charlas políticas con Santiago Segura y uno se encuentra muy cercano.

—Hablando de próceres, ¿quién es tu prócer entre los actores?

—Desde los 13 años que conocí a Ricardo Darín fue como mi faro. Me emociona ver que le va tan bien. No me sorprende porque es un gran actor, y tiene un carisma extraordinario. Pero también Gianni Lunadei, Ulises Dumont, Oscar Alegre, Darío Grandinetti, Hugo Arana, Alfonso de Grazia, Luis Brandoni, son todos actores de la puta madre.

"Es un prócer muy querido por todos, especialmente por los chicos. Si pudiéramos usar una palabra moderna diría que es el que más fans tiene", bromeó María Fernanda Moreno, directora del documental que cuenta con la actuación de la artista rosarina Carla Ibáñez. "Con el apoyo del Monumento a la Bandera propuse un Belgrano que viaja en el tiempo y llega justo el 20 de junio de 2017 al lugar en el que enarboló la bandera. Acá se encuentra con el personaje de Carla Ibáñez y ella lo confunde con un actor. Con la excusa de contarle sobre el Monumento y ese homenaje a él, se cuentan los 60 años del Monumento", recordó Moreno.

 

Fuente: La Capital